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El PP busca una posición común en política del agua

Tejerina se reúne con la dirección nacional y representantes regionales

La ministra García Tejerina, Maillo y Arenas presiden la reunión del PP.
La ministra García Tejerina, Maillo y Arenas presiden la reunión del PP.

La ministra Isabel García Tejerina y la dirección nacional del PP están intentando consensuar con los representantes regionales del partido una posición común sobre la política del agua que quieren pactar el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Pedro Sánchez.

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La política del agua provoca tensiones internas entre los populares y los socialistas. Las necesidades dispares de cada Autonomía fomentan discursos enfrentados entre representantes del mismo partido. Las dos formaciones desearían que todos sus integrantes emplearan argumentos comunes sobre los trasvases o las desaladoras. En consecuencia, la titular de Agricultura se reunió ayer con la secretaria de Estado de Medio Ambiente, María García; el coordinador nacional de su formación, Fernando Martínez Maillo; el vicesecretario de política autonómica y local, Javier Arenas; y los portavoces en la materia de la Comunidad Valenciana, Murcia, Castilla-La Mancha, Castilla y León o Andalucía. También asistieron a la cita los diputados José Ignacio Llorens, presidente de la Comisión de Agricultura del Congreso; y Juan José Mataría, secretario de politica local del PP.

La reunión reflejó que el debate y el conflicto del agua en España no es de siglas, sino de territorios. La gestión del agua —fundamentalmente, la de los embalses— es una de las pocas competencias de calado que conserva el Estado. Las cuencas de los ríos no se corresponden con las fronteras autonómicas y discurren por más de una región, con lo que de su gestión se encarga el Estado, como establece la Constitución.

La pelea por recibir más recursos para mantener la potente industria agraria —el 80% del agua en España va destinada al regadío— es territorial. Cada barón de los grandes partidos defiende los intereses de su Comunidad. En diciembre, por ejemplo, PP y PSOE participaron en una multitudinaria protesta de regantes en Murcia. En la manifestación se pidió la destitución del presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, un alto cargo nombrado por Agricultura. Y participó también el presidente de Murcia, Fernando López Miras, del PP, que también pide a sus diputados que defienden los intereses de su región en el Congreso.

Nada resume mejor la complejidad del pacto al que intentarán llegar Rajoy y Sánchez. Como adelantó EL PAÍS, el presidente y el secretario general del PSOE han acordado negociar la financiación autonómica y la política del agua. No obstante, para llegar a un acuerdo en esos dos temas, tanto Rajoy como Sánchez tienen que conseguir primero un consenso interno en sus partidos con sus respectivos presidentes autonómicos. Una tarea de lo más difícil.

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Pacto en verano

El ministerio tiene la intención de cerrar un pacto nacional del agua este verano y aspira a que se convierta en una política estratégica que no cambie en función de quién gobierne. Para ello, sostiene que ha mantenido 120 reuniones con diferentes colectivos afectados. Ahora, empiezan los contactos con los partidos.

El debate sobre este pacto se produce en un momento de extrema sequía. Los embalses están ahora al 41,5% de su capacidad. Y la falta de agua dispara protestas como la de los agricultores murcianos o como la del Gobierno del PSOE en Castilla-La Mancha, que pide el fin definitivo del trasvase del Tajo al Segura, en lo que discrepan sus compañeros socialistas del arco mediterráneo.

Una falta de sintonía que se repite en los representantes autonómicos del PP, y que Rajoy y Sánchez tendrán que solucionar para llegar a un acuerdo.

El expresidente de Cantabria deja la política entre críticas a la dirección

Ignacio Diego, expresidente de Cantabria y actual diputado autonómico del PP, anunció ayer que dejará la política en 2019, al acabar la legislatura. El antiguo líder del partido perdió el congreso autonómico de 2017 frente a María José Sáenz de Buruaga por cuatro votos.

“Harto estoy de que se especule con mi nombre y con mis ‘presuntas actuaciones’, que no son otra cosa que cortinas de humo con las que la actual dirección intenta enmascarar una gestión desastrosa y una dirección política que calificaré como de inexistente”, escribió en su despedida.

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