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Sánchez inicia en Granada la gira de explicación de su ‘cesta de nuevos impuestos’ a bancos

El secretario general del PSOE propone la reconstrucción del Pacto de Toledo, “roto por el PP en 2013”

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, interviene en la primera de las más de 50 Asambleas Abiertas.Foto: atlas | Vídeo: M. Á. MOLINA (EFE) | ATLAS
Javier Arroyo

Arropado por algo más de 400 personas, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha iniciado en Granada su gira de “asambleas abiertas” en las que, bajo el lema de “Pensiones dignas”, explicará por toda España la propuesta del PSOE para evitar “la situación de emergencia en la que se encuentra el sistema público de pensiones”, según el propio Sánchez. Sus primeras palabras en Granada, “en su segunda vida como secretario general” ha dicho, han sido para explicar que su elección de Granada y Andalucía como inicio de su gira se debía, entre otras cosas, “al compromiso del comité federal con el gobierno de la Junta de Andalucía que preside Susana Díaz”. A continuación, Sánchez ha propuesto dedicar “tanto o más esfuerzo a resolver el problema de la integridad territorial de nuestro país como a otros problemas cotidianos”.

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La propuesta socialista para amortiguar ese déficit anual, que Sánchez explicará por toda España en los próximos días, tiene como mecanismo estrella “una cesta de nuevos impuestos” dirigidos de modo finalista y extraordinario a aumentar los ingresos del sistema de Seguridad Social. Esta cesta de impuestos contiene, principalmente, dos tasas bancarias. Sánchez ha explicado al auditorio granadino que quiere “una banca al servicio del estado y no un estado al servicio de la banca”. Con las tasas bancarias, Sánchez prevé un ingreso entre 1.600 y 2.000 millones de euros anuales, entre un 10 y un 13% de esos 15.500 millones de déficit estimados para 2018.

Los impuestos a la banca serían dos y la previsión es recaudar con cada uno de ellos entre 800 y 1.000 millones de euros: una tasa a las transacciones financieras –que incluiría a todos los actores que intervienen en ellas, brókers, empresas de intermediación financiera, etc.– y un impuesto extraordinario a las entidades bancarias, como respuesta de éstas a las ayudas que el estado les prestó en la época de la crisis. A esos dos impuestos, Sánchez ha añadido la necesidad de “reconstruir el Pacto de Toledo, roto en 2013 por el PP. Necesitamos un nuevo pacto que garantice la actualización del poder adquisitivo de los pensionistas. Además, ha propuesto “nacionalizar algunos gastos de la Seguridad Social, incluyéndolos directamente en los Presupuestos Generales del Estado”. Tras su intervención, Sánchez se ha sometido a una cómoda ronda de preguntas, en algunos casos dirigidas a asuntos ajenos al tema del día.

El secretario general del PSOE –que ha dado la legislatura por agotada, con un gobierno acabado y dividido– ha sido rotundo al decir que su partido “es el único capaz de garantizar el sostenimiento del sistema público de pensiones y su cuantía, ofreciendo unas pensiones dignas”, ha dicho.

La comisión ejecutiva federal del PSOE aprobó el pasado 8 de enero un documento titulado “La apuesta socialista por el sistema público de pensiones”. En él, los socialistas retratan la situación de ese sistema público de protección en la actualidad y cómo se ha llegado a la situación actual desde que el Pacto de Toledo, en 1995, estableciera un mecanismo de capaz de dotar al sistema de un colchón económico de protección que llegó a tener más de 66.000 millones de euros y que en la actualidad cuenta con poco más de 8.000 millones de euros. Además, el sistema de la Seguridad Social encargado del pago de las pensiones mantiene ya un déficit estructural que el PSOE valora en 17.757 millones de euros para 2017 y en 15.500 millones para 2018 y que, según el documento, “se irá sucediendo año tras año”.

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El sistema público de pensiones tiene un coste anual aproximado de 125.000 millones de euros y un déficit previsto para el año próximo de 15.500 millones de euros. El panorama se completa con un fondo de reserva para este asunto de poco más de 8.000 millones de euros (y que en su mejor momento alcanzó los 66.000 millones).

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