_
_
_
_
_

La calle como lienzo infinito

Una artista de la tiza y el carbón convierte la principal avenida de Sevilla en una galería efímera

La artista Lidija Milacic pinta un mural sobre la acera en Sevilla.
La artista Lidija Milacic pinta un mural sobre la acera en Sevilla.PACO PUENTES
Raúl Limón

Lidija Milacic, de 24 años, medio galesa y medio montenegrina, tiene alergia al futuro. "No existe", afirma. Lo dice porque huye de la ilusión del tiempo por venir, no por pesimismo. Al contrario, vive al día satisfecha con el modelo de existencia elegido: pintar cada día sobre la acera con su carbón y sus tizas a cambio de unas monedas. Un compromiso con lo efímero, como su percepción de la vida. Los vecinos de Sevilla han convertido su arte en un tema habitual de las redes sociales y la esquina de la Avenida de la Constitución, en una galería temporal.

Empezó a dibujar desde niña con la supervisión de su madre, que también es artista y con la que ha planeado hacer una exposición conjunta

Ha vivido desde los cinco años en España y desde los 12 en Portugal, donde reside su madre. Ahora viaja allí donde haya una buena calle, buen tiempo y peatones que tengan unos segundos para ver sus creaciones. Con estas condiciones ha estado en Londres, Roma, Cádiz, Madrid (empezó a pintar en la Puerta del Sol) e Ibiza. Sin planearlo, lleva ya dos meses en Sevilla, frente a la catedral.

"Si puede hacer esto con tiza, qué no hará con otros materiales", afirma un vecino junto a la última medusa que ha recreado sobre el suelo. Sin embargo, Milacic no quiere cambiar. Le gustan los materiales que usa porque se difuminan fácilmente con la mano y responden perfectamente al carácter efímero de su obra.

Estudió cursos de la enseñanza obligatoria en Portugal, pero le asfixian las aulas cerradas. Lo intentó también con enseñanza especializada en arte, pero le ahuyentó la parte teórica. "Daban muchas fechas", resume sonriendo.

<a href="https://elpais.com/elpais/2017/11/24/album/1511542521_693186.html"><b>FOTOGALERÍA</B></A> | Echa un vistazo a los dibujos de Lidija Milacic.
FOTOGALERÍA | Echa un vistazo a los dibujos de Lidija Milacic.PACO PUENTES
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Le gustan los murales y también acepta algunos encargos. "Si me gustan", precisa. Pero su actividad fundamental es pintar sobre el pavimento donde, según dice, ha encontrado "más gente buena que mala". En algunas ciudades ha tenido problemas con la policía, que le exige licencias y permisos de ocupación del espacio público, de los que carece, pero no en Sevilla, por ahora.

Más información
El último secuestro de Fraga Iribarne
La cesta de 500.000 euros del bar Mariano que quiere hacer sombra a la Lotería de Navidad
Las toallitas húmedas infestan la costa de Ibiza

Empezó a dibujar desde niña con la supervisión de su madre, que también es artista y con la que ha planeado hacer una exposición conjunta. Asegura que sus padres se resignan a su forma de vida porque la ven feliz. Su padre, reparador de electrodomésticos en Montenegro, pone más pegas, pero no le queda más remedio que aceptarlo.

Comparte esquina con Spiderman, un hombre de avanzada edad disfrazado del superhéroe que cobra por hacerse fotos, con un grupo de música multiétnico y con una bailaora que deleita a los turistas con flamenco básico a pie de calle. Con todos se lleva bien.

Sus creaciones las piensa por la mañana, según el estado de ánimo con el que se levanta. Busca imágenes en Internet y las reproduce sobre la acera. Es capaz de pasar del mitológico Neptuno a una imagen religiosa o a un manga japonés. Cada día cambia de modelo. Carece de horarios, de agenda y hasta de saldo para llamadas al móvil. Eso le hace feliz. Su vínculo con el mundo es la calle y una cuenta en Instagram (@li.di8), donde cuelga su obra y las fotos que le hacen mientras la realiza. Mañana, quién sabe.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Raúl Limón
Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, máster en Periodismo Digital por la Universidad Autónoma de Madrid y con formación en EEUU, es redactor de la sección de Ciencia. Colabora en televisión, ha escrito dos libros (uno de ellos Premio Lorca) y fue distinguido con el galardón a la Difusión en la Era Digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_