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El Gobierno gallego eleva a 49.171 las hectáreas arrasadas por los fuegos

La cantidad supera en casi 14.000 las hectáreas estimadas inicialmente. Los datos anuales convierten 2017 en el año más negro desde el desastre del verano de 2006

Dos ancianos descansan en una zona arrasada en Ponte Caldelas.
Dos ancianos descansan en una zona arrasada en Ponte Caldelas.ÓSCAR CORRAL

La última oleada de fuegos forestales arrasó en Galicia más de 49.171 hectáreas, casi 14.000 más de las que el Gobierno gallego estimó en un principio (35.500) que habían sido pasto de las llamas en los días negros de octubre. La Consellería de Medio Rural ha anunciado hoy esta nueva cifra, que da por definitiva, después de completar el proceso de georreferenciación del territorio afectado durante la ola de fuegos de octubre en la que el dispositivo de lucha contra incendios forestales de Galicia tuvo que hacer frente por los 264 incendios contabilizados, muchos de los cuales pusieron en jaque decenas de poblaciones, destruyeron viviendas y otras propiedades, mataron gran cantidad de animales y acabaron con la vida de dos mujeres y dos hombres.

Las últimas mediciones, según informa la Xunta de Galicia, indican que la superficie calcinada en esa ola de fuegos que puso en alerta a la comunidad durante algo más de un fin de semana fue de 49.171,59 hectáreas, con daños de diversos grados. El 53,08% del total corresponde a monte arbolado (26.098,13 hectáreas) mientras que la superficie rasa representa el 46,92% (23.073,46 hectáreas). En esos escasos días, por provincias, Ourense fue la más afectada con 22.623,23 hectáreas; seguida de Pontevedra con 20.085,86; Lugo con 5.734,45; y A Coruña con 728,05. El 23,14% de las hectáreas (11.376,69) prendieron en Red Natura. Ourense, con 6.769,39, y Lugo, con 4.523, fueron las provincias con espacios protegidos más dañados.

2017 es, en superficie quemada, el año más negro registrado en la comunidad autónoma desde 2006. Este año inacabado, a las 49.171 hectáreas del trágico fin de semana de octubre hay que sumar las otras 12.600 que ardieron desde enero. El 2006, la superficie calcinada fue de 95.947,5 hectáreas, y el año anterior, 2005, 57.452 hectáreas. Estos tres han sido los peores años de este siglo en cuestión de incendios forestales.

En su última nota de balance, la Xunta recuerda que "ahora toca trabajar en la consolidación de suelos y restauración de zonas quemadas, priorizando aquellos incendios de más de 300 hectáreas que hubo a lo largo del año 2017 y que ascienden a 32 casos". Según avanza, "ya se iniciaron las inspecciones sobre el terreno para obtener las primeras aproximaciones de la situación en el monte y en los bancos marisqueros". Además, "se está ya trabajando con actuaciones de mulching (suelta de paja) en diversas zonas con el fin de evitar el arrastre de cenizas". Para estos fines, el Gobierno gallego anuncia una partida de siete millones de euros, además de otro millón y medio que se destinará a reparar "infraestructuras y equipaciones privadas, y daños en las explotaciones agrícolas y ganaderas".

Por su parte, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha anunciado 2,3 millones en actuaciones de emergencia en los ríos. Esta cantidad se repartirá entre tres demarcaciones diferentes: para el area de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, 1,35 millones; para la del Duero, 515.000 euros; y para la del Cantábrico, 430.000 euros.

Mientras estas Administraciones anuncian diferentes actuaciones y partidas económicas, están en marcha en toda Galicia abundantes iniciativas solidarias, muchas de carácter privado, y no han decaído las jornadas de voluntariado que surgieron ya en los primeros momentos. El próximo domingo, por ejemplo, se celebra una "quedada" en la sierra de San Mamede (Arnuide, municipio ourensano de Vilar de Barrio) para limpiar y construir barreras vegetales en la cumbre. El Ayuntamiento de Ponte Caldelas (Pontevedra) ha convocado para mañana sábado a todas aquellas personas que quieran trabajar repartiendo paja para combatir en la medida de lo posible el tan temido arrastre de cenizas que contamina los acuíferos y acaba llegando al mar. En Ponte Caldelas empezaron la semana pasada a distribuir 30 toneladas de paja y todavía quedan siete por repartir.

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