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Los protestantes piden al Gobierno que declare festivo el 31 de octubre, fecha de la reforma luterana

“Los países menos corruptos son los que tienen una influencia protestante”, sostiene Pedro Tarquis, dirigente de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España

Una estatua de Lutero, en Alemania.
Una estatua de Lutero, en Alemania. Jens Meyer (AP)

España lideró hace 500 años el combate contra la reforma protestante, finalmente decisiva para el cristianismo moderno, y lleva camino de destacarse entre las naciones que se resisten a conmemorar la efemérides. "No nos han dado ni un sello conmemorativo del 500 aniversario, algo que ha hecho hasta el Estado vaticano", lamenta Pedro Tarquis, uno de los dirigentes de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), durante la presentación, en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid, de los actos centrales del V Centenario de la Reforma. Para ello, la organización, que agrupa a cientos de iglesias y en torno a dos millones de fieles, incluidos cientos de miles de residentes extranjeros, ha solicitado al Ministerio de Justicia que declare festivo el 31 de octubre, fecha en que se conmemora el momento en que Martín Lutero plantó sus famosas tesis en la iglesia de Wittemberg (Alemania), dando paso al Cisma de Occidente. La petición no ha tenido respuesta aún, señaló el pastor y coordinador de la Comisión Organizadora, Juan Carlos Escobar.

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Entre los actos organizados por Ferede destaca el VIII Congreso Evangélico, del 12 al 14 de julio en el WiZink Center de Madrid, al que han sido convocados mil líderes evangélicos. También se ha organizado un campamento para jóvenes y una Fiesta de la Esperanza el 15 de julio en Neptuno. Federe espera reunir a 50.000 protestantes de toda España.

En la historia de España, “la expulsión de los diferentes colocó a nuestro país al margen de la modernidad", lamentó Tarquis. Ocurrió con los judíos, los musulmanes y los protestantes. En su opinión, esas decisiones se han reflejado en el modo de entender la sociedad. “Los países menos corruptos son los que tienen una influencia protestante; los países europeos más afectados por la crisis económica global han sido los que se quedaron fuera de la Reforma (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España). No somos ni mejores personas ni mejor religión, pero los valores de la influencia de la reforma originan una sociedad diferente", apuntó el médico y portavoz evangélico. También defendió la aportación del protestantismo “a la sociedad española", pese al espacio de única confesión que, aún hoy, mantiene la Iglesia católica.

Las cosas están cambiando incluso con el Vaticano, donde el Papa Francisco ha promovido una nueva visión de Lutero y un reconocimiento a su figura. “Hay un diálogo, una valoración de lo positivo de cada confesión, sin que ninguna tenga que cambiar. Pero Lutero sigue excomulgado, el Concilio de Trento... El fondo de la ideología sigue siendo la misma, pero la relación personal se ha distendido", subrayó Tarquis.

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