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La silenciosa lucha de España contra la yihad

Mil personas están en el radar policial, 259 investigados y 500 teléfonos intervenidos

José María Irujo

España está en el centro de la diana de la amenaza yihadista, un terrorismo global y multiforme que ha encontrado en Europa un territorio en el que golpear. Un silencioso “ejército” de más de 3.000 agentes de las Fuerzas de Seguridad, espías, fiscales, jueces y analistas trabajan en la sombra para evitar que la yihad golpee de nuevo en nuestro país, precisamente donde los terroristas lograron en 2004 su zarpazo más letal, su récord más macabro.

Lahcen Ikasrrien, condenado por enviar combatientes a Siria, al ser detenido en 2014.
Lahcen Ikasrrien, condenado por enviar combatientes a Siria, al ser detenido en 2014.Álvaro García
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Jihadist terrorism: Could there be a new attack on Spanish soil?

Hoy, más de mil personas están el radar policial, 259 personas están siendo investigadas judicialmente y 500 teléfonos están intervenidos en decenas de investigaciones sobre sospechosos de formar parte de un monstruo de mil cabezas imposible de controlar, según información confidencial a la que ha accedido EL PAÍS. La misión es tan difícil que en sus informes al Gobierno los servicios antiterroristas llegan a una inquietante conclusión: un nuevo atentado es inevitable.

¿Qué estamos haciendo para prevenir la amenaza? ¿Cómo se combate a un enemigo que carece de estructura y organización? Los ataques del 11-M en 2004 lo cambiaron todo. Entonces nadie creía en la amenaza yihadista y solo 140 agentes, entre Guardia Civil, Policía Nacional y Centro Nacional de Inteligencia (CNI), investigaban a las células del Grupo Islámico Armado (GIA) o a los grupos salafistas que hacían proselitismo y reclutaban muyahidines a sus anchas.

Un “ejército” de agentes, espías, jueces, fiscales y analistas trabajan para evitar un atentado

Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, uno de los fundadores de Al Qaeda en España, despedía en Barajas a los combatientes que enviaba a hacer la yihad a Bosnia, Chechenia o Afganistán. Y recibía a los heridos y los conducía a hospitales de la Seguridad Social. El sirio español conducía a sus ovejas con total impunidad. Nadie percibía a aquellos barbudos que regresaban formados en armas y explosivos como un peligro para nuestra seguridad.

La ceguera ante la amenaza terminó el día en que se recogieron los cadáveres de los 192 muertos en los trenes de Atocha. Desde entonces España está en la vanguardia de esta lucha en Europa: más de 700 detenidos, decenas de condenados y 120 presos la sitúan en cabeza de todas las estadísticas. En los últimos 13 años no se ha vuelto a registrar un nuevo ataque y se han evitado varios, la mayoría en fase de elaboración, no de ejecución.

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Entender al enemigo

Esa es la misión principal del CNI. Centenares de agentes rastrean las redes sociales, meten la nariz en las pequeñas mezquitas, captan a confidentes y analizan en sus despachos al Estado Islámico (ISIS), Al Qaeda y sus acólitos. El servicio secreto no revela cuáles son sus efectivos, pero la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría acaba de anunciar que contratarán para la División Contraterrorista a 600 nuevos agentes hasta el 2020 solo para combatir al yihadismo. Esta división es la que más rápido ha crecido y su presupuesto de gastos reservados el mayor de los asignados.

El 41 por ciento de la División Contraterrorista del CNI son mujeres

El 41% de los miembros de esta división son mujeres y algunos musulmanes. “Es uno de nuestros mejores valores”, afirma una fuente autorizada del centro refiriéndose a estos últimos. Son equipos multidisciplinares de técnicos en inteligencia: economistas, filólogos, abogados, historiadores, ingenieros, informáticos y periodistas. Cuentan con la ayuda de expertos en Think Tank y del mundo académico. “Intentamos entender el fenómeno desde su origen. Entrar en su psicología, en sus técnicas, tácticas, reclutamiento, captación y acción”. Hay más agentes trabajando sobre el terreno, reclutando fuentes humanas dentro y fuera de España, pero la plantilla de analistas crece sin cesar. “Nuestra misión, además de prevenir un atentado es entender el fenómeno”, destaca un representante del centro.

Combatir a las células

El peso principal en la lucha para prevenir los atentados recae en la Guardia Civil y en la Policía Nacional. Al igual que en el CNI la mayoría de los agentes que se dedicaban a la lucha contra ETA integran ahora los equipos que combaten la yihad. Estas semanas están en alerta máxima porque el aparato de propaganda del ISIS ha ordenado atentar en Ramadán, como ha ocurrido este sábado en Londres. “Quieren un Ramadán sangriento. Este es uno de los periodos más peligrosos del año”, afirma uno de los comisarios con mayor experiencia en terrorismo islamista.

Los ataques en otros países demuestran la dificultad del desafío. EL MI5 y MI6 británicos habían sido advertidos cinco veces sobre el suicida Salman Abedi que atentó en el Manchester Arena.“Recibimos tal volumen de avisos que es imposible atenderlos todos”, reconoce un responsable policial. Solo en una ciudad como Melilla los objetivos son centenares. “Entre personas de Marruecos y Melilla, tanto objetivos como relacionados, tenemos a 400 personas en el radar, aunque no quiere decir que todos son potenciales terroristas. Invertimos mucho en inteligencia”, confiesa un agente operativo de la Guardia Civil. En los 12 kilómetros cuadrados de esta ciudad hay cinco servicios trabajando: el Centro Nacional de Inteligencia, Policía Nacional, Guardia Civil, la DST marroquí y el Mosad apoyando a la comunidad hebrea.

Manipuladores se acercan a los jóvenes para testar quien va a dar el salto a la violencia

En Ceuta, el radar se amplía a 600 personas, muchas entran y salen por la frontera del Tarajal. Una tropa de “manipuladores” pagados con fondos reservados se acerca a los jóvenes del barrio de El Príncipe para testar quiénes están dispuestos a dar el salto. "El factor humano es imprescindible en esta lucha, pero hay un gran problema en este campo. Los manipuladores de estas fuentes tienen que dedicar mucho tiempo para estudiar los comportamientos de cada secta del islam. La contraprestación no solo es económica para estos confidentes, tenemos que darles seguridad a ellos y a sus familias", relata un agente. ¿Hay colaboración en estos barrios? "Si, mucha", responde el oficial.

De Ceuta salieron los primeros suicidas que viajaron a Siria e Irak, jóvenes como el taxista Rachid Wahbi, de 33 años, que generó un caldo de cultivo que arrastró a otros. “Hacen falta más medios técnicos ya que donde se meten estos objetivos es muy difícil entrar. Toman muchas medidas de seguridad y en cuanto pasan la frontera perdemos la pista”, confiesa un agente operativo. Chavales jóvenes “y muy comprometidos” son los que emplea la Guardia Civil para estos seguimientos.

Las ciudades donde residen los 150 combatientes que han viajado a Siria (Madrid, Barcelona, Ceuta y Melilla), se consideran las más peligrosas. “La zorra nunca ha cazado en su territorio. Son ciudades pequeñas, controladas y podrían morir musulmanes”, pronostica un comisario refiriéndose a estas últimas. Informes de inteligencia advierten al Gobierno de posibles atentados en lugares concurridos de Madrid y Barcelona. Los conciertos de verano son otros escenarios calientes.

¿Por qué no hay atentados en los últimos 13 años?

“Las detenciones anticipativas tienen mucho que ver, la comunidad musulmana y el nivel de radicalización no son el mismo, la xenofobia no ha calado y el riesgo es proporcional al número de combatientes que han ido a Siria o Irak. En nuestro caso son muy pocos”, reflexiona el mando policial. “Es una combinación de factores. Aquí no tenemos guetos como en Francia. La integración de la población musulmana es mayor y hay una incipiente segunda generación. La radicalización es menor. Si hubiera integración al cien por cien no existiría el fenómeno”, especula un analista de la lucha antiterrorista..

Todos coinciden en que la colaboración con Marruecos es una de las claves para responder a esta pregunta. “Es un compañero de viaje cómodo y noble. Nos ha dado todo”, afirma un oficial de la policía que trabaja codo a codo con la DST (Servicio de Inteligencia marroquí). Aunque agentes operativos de la Guardia Civil en Ceuta y Melilla no tienen una visión tan positiva de sus colegas marroquíes. "Siempre que la DST comunica algo hay que preguntarse por qué en esa fecha o que pasa en Marruecos o qué les interesa. Es complicado saber los intereses de la DST", afirma uno de sus operativos.

 La lucha judicial

Los jueces y fiscales de la Audiencia Nacional son otros los actores principales de la batalla. Javier Zaragoza, fiscal jefe de este organismo durante los últimos 11 años y un referente en la lucha contra el terrorismo, lo explica así. “¿Cómo se previene esta amenaza? Actuando antes. Adelantándonos a la respuesta. Evitando los ataques antes de que se produzcan. Esa es la clave del éxito”. El resultado son las 700 detenciones desde 2004, más que en ningún país europeo, las numerosas condenas judiciales y los 120 expulsados de España por motivos “de seguridad nacional”, una vez cumplidas su pena, y durante diez años. Ninguno ha regresado. El año pasado siete terroristas fueron devueltos a sus países de origen.

Desde 2004 se ha expulsado de España a 120 terroristas tras cumplir sus pena

Sin las reformas del Código Penal de 2010 y 2015 esta tarea hubiera sido imposible. Se tipificaron como delitos la colaboración, captación y el auto adoctrinamiento. El traslado a países en guerra como Siria o Irak ahora es un delito. “Durante muchos años el terrorismo de ETA ha sido nuestro principal problema criminal. Esa experiencia nos ha ayudado mucho. Y nuestras reformas legales nadie las discute”, dice Zaragoza. “La nueva tipología penal nos ha dado herramientas de trabajo”, se congratula el mando policial.

Dolores Delgado, la fiscal coordinadora de terrorismo en la Audiencia Nacional, reconoce que no estamos libres de sufrir un nuevo ataque, pero asegura que España es uno de los países “que mejor trabaja la información” y que mejor metodología ha establecido desde el ámbito policial y judicial. “No dejamos un solo dato sin investigar. Se nos puede escapar algo, por supuesto, pero tenemos muy claro lo que buscamos. Creo que estamos en la vanguardia. Nos hemos adelantado a las directivas europeas y mantenemos un equilibrio entre libertad y seguridad”, afirma la fiscal. En 2016 hubo 16 sentencias condenatorias en la Audiencia Nacional y una absolutoria.

Desde la comunidad musulmana se elogia la actuación policial, pero se piden más medidas. “La Policía lo está haciendo bien, la captación se está frenando, pero todo el esfuerzo está volcado en la seguridad y no en la educación. Necesitamos medidas sociales”, pide Laarbi Mateis, secretario de la Comisión Islámica en Ceuta.

España es un objetivo prioritario porque el 11-M ya mostramos nuestra debilidad y por el ánimo de venganza ante el goteo detenciones. La derrota del ISIS en Siria e Irak convierte al monstruo en más peligroso. Necesitan demostrar que están ahí y Europa es el escenario elegido.

16 fallecidos al año por atentados terroristas desde el año 2000

Kiko Llaneras

Desde el año 2000, en España han muerto 16 personas al año por atentados terroristas. La mayoría víctimas del 11 de marzo de 2004. La tasa de muertes por esos ataques es de 0,035 por 100.000 personas. Dado que la tasa es de 837 para todas las causas de muerte, eso significa que los ataques terroristas solo suponen una de cada 24.000 muertes.

La diabetes por ejemplo causa 638 veces más muertos: tienes 638 veces más probabilidades de morir de diabetes que en un ataque terrorista. No el doble, ni el triple, ni diez veces más, ni siquiera 100 veces, sino 638 veces más. También matan muchísimo más las caídas (164 veces), los accidentes de tráfico (124 veces), los suicidios (235 veces), los ahogamientos por accidente (22 veces) o el resto de homicidios (17 veces). El terrorismo sería responsable de alrededor del 5% o el 6% de todos los homicidios.

Los datos no cambian si miramos toda Europa Occidental. Su tasa de víctimas terroristas desde 2000 es de hecho inferior a la española: 0,012 por cada 100.000 personas. Si tomamos como referencia las causas de muerte de la Unión Europea —una aproximación razonable—, eso eso significa que el terrorismo en Europa Occidental causa una de cada 85.000 muertes. De nuevo es mucho más probable morir en un accidente de tráfico (492 veces), una caída (874), por suicidio (950) o en un homicidio de otro tipo (58 veces).

Fuentes. Los datos de víctimas terroristas provienen de la Global Terrorism Database, excepto para los años 2016 y 2017, que provienen de informaciones de prensa. Las cifras de causas de muerte para España y la Unión Europea son datos de 2014 de Eurostat.

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Sobre la firma

José María Irujo
Es jefe de Investigación. Especialista en terrorismo de ETA y yihadista, trabajó en El Globo, Cambio 16 y Diario 16. Por sus investigaciones, especialmente el caso Roldán, ha recibido numerosos premios, entre ellos el Ortega y Gasset y el Premio Internacional Rey de España. Ha publicado cinco libros, el último "El Agujero", sobre el 11-M.

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