Sánchez quiere que la elección de delegados al congreso refleje el resultado de las primarias del PSOE
Díaz es partidaria de que los militantes participen "libremente" en las asambleas socialistas
La ebullición continúa en todas las federaciones socialistas por la elección entre hoy y el próximo domingo de los delegados que irán al congreso federal para elegir a la nueva ejecutiva del PSOE y el resto de los órganos federales. En los prolegómenos se observa disparidad de criterios respecto a si la batalla que se ha dado entre los candidatos a la secretaría general continúa o si se intenta hacer listas únicas que reflejen los resultados de las primarias en cada federación.
La situación varía según se aprecia en el mapa de las federaciones respecto a cómo afrontan la segunda parte de proceso congresual del PSOE. Una vez elegido el secretario general en primarias, las federaciones tienen que elegir a un millar de delegados, de acuerdo con su representación numérica de militantes, que serán quienes elijan en el 39º congreso del PSOE, los días 16 y 18 de junio, a la comisión ejecutiva que trabajará con Pedro Sánchez.
Desde hoy se votará a los delegados en las agrupaciones que, a su vez, serán elegidos en una lista cerrada el domingo en los llamados congresillos. Estos concluirán con listas enfrentadas o con lista única acordada. Esta última opción significará que los militantes han empezado a cerrar heridas con la elaboración de una lista que represente a los partidarios de Sánchez y Susana Díaz.
En una primera aproximación no parece existir disposición en Andalucía para que haya una lista proporcional al resultado de las primarias, como plantean los partidarios del vencedor de las primarias. “Ya todos estamos con Pedro [Sánchez] y, a partir de este momento, se acabaron los bandos y los militantes que libremente participen en las asambleas”, manifestó ayer Díaz antes del inicio proceso de la elección de delegados para el congreso federal. Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, responsable de Comunicación y Estrategia de la candidatura del secretario general electo, señaló que no percibe una “voluntad negociadora real” para consensuar unas listas comunes con vistas al congreso socialista. La presidenta de Andalucía y secretaria general del PSOE-A obtuvo un apoyo del 63,16% en su federación, por el 31,66% de Sánchez.
Una situación similar a la de Andalucía podría producirse en Aragón cuyo presidente, Javier Lambán, pidió “lealtad mutua” al secretario general. El presidente maño consideró ayer que “no es excesivamente democrático inhabilitar a los militantes para que elijan libremente a quien quieran”. En Aragón, como en todas las federaciones salvo Andalucía y País Vasco, ganó Sánchez pero por un margen de dos puntos —45,86% y Díaz el 43,70%— por lo que quizá Lambán estime que puede dar la batalla y conseguir una lista de afines mayoritaria. La secretaria de Organización de Aragón, Pilar Alegría, ha sido de las integrantes de la candidatura de Díaz que ha ganado más presencia en la campaña.
En Extremadura las voluntades apuntan a la pacificación como ha señalado desde la noche del domingo su presidente y secretario general, Guillermo Fernández Vara. En Asturias y la Comunidad Valenciana también parece que habría un clima propicio a llegar al congreso federal con listas únicas. Lo mismo sucedería en Castilla-La Mancha.
Veteranos que conocen el funcionamiento del partido y que respaldaron a Díaz en estas primarias en federaciones distintas a la andaluza creen que se impondrá el diálogo y no habrá fricciones en los territorios donde los socialistas gobiernan. Un factor a tener en cuenta es que después del congreso federal se celebrarán los congresos de las distintas federaciones, en un plazo inferior a 60 días (agosto es inhábil). Los secretarios generales autonómicos que opten a la reelección abordarán entonces su proceso de primarias con el secretario general y su ejecutiva en funcionamiento. Sánchez, para quien es prioritaria la estabilidad de los Gobiernos regionales del PSOE, que preside siete comunidades, afronta por tanto el congreso de junio con una ventaja estratégica notable. Si encuentra obstáculos en el congreso, podría dar respuesta en la elección de los líderes de los territorios que hubieran cuestionado su liderazgo.
Otra cosa es lo que pueda suceder en los congresillos de los territorios sin poder institucional, donde la falta de poder institucional facilitaría que hubiera listas enfrentadas. Un caso sería el de Madrid, una federación con fama de convulsa y donde los afines a Sánchez y Patxi López pueden cerrar un acuerdo. Pero la falta de un interlocutor claro entre los proclives a Díaz y la división entre las familias que la aglutinan dificulta una lista unitaria.
