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El PP fuerza la norma para asegurarse los Presupuestos

Populares y Ciudadanos vetan 4.000 enmiendas de los demás grupos

Intervención de Mariano Rajoy en una sesión de control al Gobierno.
Intervención de Mariano Rajoy en una sesión de control al Gobierno. Uly Martín
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El Gobierno quiere asegurarse la aprobación sin sobresaltos de los Presupuestos y, con la colaboración de Ciudadanos, ha establecido un sistema de cribas y vetos en el Congreso. Para eso, fuerza las normas y el Reglamento con el malestar manifiesto de partidos como PSOE y Podemos que ven como muchas de sus enmiendas ni siquiera serán sometidas a debate y votación.

El primer filtro se produce en la mesa de la Comisión de Presupuestos donde PP y Ciudadanos han eliminado unas 4.000 enmiendas. Se basan en el principio de que no puede desajustarse el Presupuesto y que cada aumento de gasto debe llevar aparejado una subida de ingresos, según el artículo 134 de la Constitución. Y que una enmienda no puede afectar a secciones diferentes.

Por eso, el PSOE y Podemos recurrieron a la llamada sección 31, un fondo de contingencia para imprevistos. El PP asegura que las enmiendas de los demás partidos a ese fondo supondrían un gasto de 46.900 millones, pese a que solo tiene 15 millones de euros.

La Ponencia de la Comisión de Presupuestos ya aprobó este jueves la incorporación de siete enmiendas al proyecto de los Presupuestos Generales del Estado, seis de ellas por un valor de 15 millones de euros, dejando esas 4.000 enmiendas de la oposición fuera del debate.

Se han incorporado cuatro enmiendas del PSOE, a propuesta de UPN, ya que prevén inversiones en Navarra; otra de Unidos Podemos que contempla dotación adicional para chalecos antibalas, otra conjunta de Ciudadanos y el PP; y una al articulado para recoger desgravaciones fiscales en un acto del 40 aniversario de la Constitución. Todo ello con el respaldo del PP, Ciudadanos, PNV y UPN, con mayoría en la Ponencia

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El socialista Pedro Saura asegura que sus enmiendas incluyen la dotación paralela de ingresos vía impuestos de ese fondo y, por eso, habla de "felonía" del PP. Irene Montero, de Podemos, habló de “cacicada”. El popular Jaime Olano explica que los Presupuestos no pueden crear impuestos y, por eso, se produce esa criba en la Mesa de la Comisión. Añade que las enmiendas no pueden crear unos Presupuestos distintos a los originarios, sino solo rectificarlos.

PSOE y Podemos recurrirán a la Mesa del Congreso y no descartan ir al Tribunal Constitucional, aunque para cuando haya resolución habrán pasado varios años.

El siguiente filtro o dique es el del veto directo del Gobierno. Se basa en al artículo 134.6 de la Constitución que asegura que "toda proposición o enmienda que suponga aumento de los créditos o disminución de los ingresos presupuestarios requerirá la conformidad del Gobierno para su tramitación". En los próximos días, La Moncloa comunicará qué enmiendas veta directamente.

El siguiente paso y filtro es el de la Comisión de Presupuestos. El PP con Ciudadanos, PNV y UPN como representante del Grupo Mixto tiene mayoría para rechazar todas. El PSOE sospecha que el PP quiere asegurar previamente con los vetos esas votaciones para evitar errores y para que los partidos que le apoyan no se vean en la tesitura de rechazarlas. El presidente de la Comisión, Francisco Latorre, de Ciudadanos, abandonó su posición institucional para justificar los vetos y decir que el PSOE "se podemiza".

El diputado del PDeCAT en la Comisión, Ferrán Bel, abandonó la reunión de la ponencia por discrepancias con el criterio de ponderación del voto asignado a su formación, integrada en el Grupo Mixto. "Es un escándalo y un una falta de cintura y talante democrática indignante", ha asegurado.

El dictamen que salga de la comisión tendrá que pasar por el filtro de la coherencia presupuestaria, es decir, que antes de llegar a Pleno se compruebe que cuadran sus cifras de gastos e ingresos. Podría ser devuelto a la comisión si se comprueban errores.

El siguiente filtro es el de la aprobación en el Pleno, donde deben votarse una a una todas las secciones los primeros días de junio. Serán unas 30 votaciones en las que el PP necesita 176 síes, uniendo el de Pedro Quevedo de Nueva Canarias. Una sola votación perdida daría al traste con los Presupuestos.

El Gobierno da por hecho que Quevedo apoyará finalmente los Presupuestos. Estos días avanzan las negociaciones que deberán culminar antes del 30 de mayo.

En el Senado puede retocarlo el PP con su mayoría absoluta, pero debe ratificarlo luego el pleno del Congreso por mayoría absoluta.

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