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La Asamblea del Consejo de Europa retira el mandato al español que la preside

Pedro Agramunt queda en un limbo legal al negarse a dimitir por su visita a el Asad en Siria

Lucía Abellán
El diputado ruso Leonid Slutsky, Bachar el Asad y Pedro Agamunt, en marzo, en una foto subida al Facebook de Slutsky.
El diputado ruso Leonid Slutsky, Bachar el Asad y Pedro Agamunt, en marzo, en una foto subida al Facebook de Slutsky.FACEBOOK

El senador español Pedro Agramunt ha perdido la confianza de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa para seguir presidiendo este organismo que defiende los derechos humanos en el continente. Agramunt, del Partido Popular, se ha negado a dimitir, como le pedía la institución, que ha acabado retirándole todas sus potestades, según un comunicado oficial. Una buena parte de la cámara, representativa de 47 países europeos, le reprochó que hubiera acudido a Siria a reunirse con el presidente, Bachar el Asad, invitado por el Parlamento ruso en marzo.

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El político conservador ha quedado en un limbo legal: las normas de la asamblea no contemplan la destitución de su presidente, pero Agramunt ya no la representa. Él lo niega y se dispone a seguir en el cargo hasta que expire su mandato, el próximo mes de enero, según un portavoz.

La situación ha adquirido tintes grotescos, sin precedentes en el Consejo de Europa. El senador, al frente de la Asamblea del Consejo de Europa desde enero de 2016, fue cuestionado en el pleno el pasado martes.  Antes de recibir las críticas por su viaje a Siria, Agramunt se disculpó —alegando ser víctima de manipulaciones— y después se ausentó del pleno. Pero prometió comunicar una decisión definitiva este viernes, algo que el buró de la Asamblea (vicepresidentes, jefes de grupos políticos y otros cargos representativos) interpretó como un avance de su dimisión.

La primera sorpresa llegó el jueves, cuando Agramunt no acudió a la cámara para acompañar al rey Felipe VI en su primera visita a la institución, con sede en Estrasburgo, con motivo del 40º aniversario de la pertenencia de España a este organismo. La idea de postergar la dimisión se interpretó como un deseo de salvar sin controversias una visita institucional que él mismo había impulsado. Pero el senador valenciano no se presentó porque “los socialistas no le garantizaron que no pudiera haber altercados con él”, según justifica un portavoz de Agramunt. Tampoco ha presidido la sesión este viernes.

Sin funciones

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“El presidente eligió no presentarse al buró y no ha presentado ninguna carta de dimisión”, explica el conservador británico Roger Gale, uno de los vicepresidentes de la institución, en el comunicado oficial que le despoja de sus funciones. Por eso se le prohíbe asistir a ninguna reunión o representar de algún otro modo a la Asamblea del Consejo de Europa.

Agramunt lo atribuye todo a conspiraciones en su contra, pese a que la decisión de retirarle la potestad lleva el sello del Consejo de Europa. “Di todas las explicaciones [respecto del viaje a Siria], pero he sido manipulado por un grupo muy particular de diputados”, se defiende en un comunicado, que concluye: “Les animo a recuperar el camino del consenso para alcanzar nuestros objetivos fundacionales y a trabajar para que esta situación no se vuelva a producir”. Agramunt sigue defendiendo que visitó a El Asad “como senador español”, aunque el Gobierno sostiene que le dijo que no podía acudir como representante público a Siria.

El senador popular ya ha visto cuestionada su función en la asamblea por un turbio episodio anterior. Durante meses frenó una investigación independiente, que finalmente se hará, para determinar si varios miembros de la Asamblea participaron en la llamada diplomacia del caviar. Se trataba del intento de compra de votos por parte de Azerbaiyán, un país rico en petróleo y miembro del Consejo de Europa, para silenciar informes críticos con sus gobernantes. El laboratorio de ideas European Stability Initiative, que ha investigado durante años este episodio, destaca la “gran pasión” de Agramunt por Azerbaiyán, adonde ha viajado en numerosas ocasiones.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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