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Detenidas 18 personas por falsificar miles de recetas para sintetizar droga vendida en Marruecos

Los arrestados producían karkubi, un alucinógeno popular en las clases bajas del país vecino

Jesús A. Cañas
Interior de una farmacia.
Interior de una farmacia.JOAN SÁNCHEZ

El karkubi es bien conocido entre los más desfavorecidos de Marruecos como una vía rápida y barata para evadirse de la realidad. Provoca alucinaciones y conductas psicopáticas, y merma sus capacidades cognitivas. Es un quebradero de cabeza para las autoridades marroquíes que en España se ha convertido en negocio de una trama que falsificaba recetas de benzodiacepina. El objetivo era convertir este medicamento en la popular droga marroquí. La Guardia Civil ha detenido a 18 personas por falsificar prescripciones, adquirir y vender benzodiacepina en Cádiz y otros puntos del país.

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La red operaba desde hace dos años y en ese tiempo fue capaz de manipular 50.000 recetas. Con ellas, compraban benzodiacepinas en distintas farmacias del territorio nacional. El medicamento era vendido posteriormente a Marruecos, donde lo sintetizaban como uno de los componentes fundamentales del karkubi. Los agentes creen que los 18 detenidos participaron en la falsificación, distribución de recetas, adquisición y venta del medicamento. Por ello, están imputados por un delito contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y falsedad documental.

La Operación Despedida comenzó en abril de 2015, a raíz de una inspección en una farmacia de Cádiz. La Inspectora de Farmacia de la Delegación Territorial de Cádiz detectó un incremento en la falsificación de recetas médicas privadas para obtener un medicamento que contenía clonazepam como principio activo, un fármaco del grupo de las benzodiacepinas. Además, la denuncia de un psiquiatra gaditano propició una investigación similar. El facultativo había detectado que empleaban su nombre y número de colegiado para usar sus recetas privadas del Colegio de Médicos de Cádiz.

Para ese entonces, ya se había detectado la existencia también de recetas falsificadas en las provincias de Sevilla, Granada y Almería. Fue entonces cuando la Guardia Civil y la policía cruzaron los datos recabados en la fase inicial de sus pesquisas en el Centro de Inteligencia Contra el Terrorismo y Crimen Organizado (CITCO).

La investigación conjunta permitió detectar un repunte en la obtención de este medicamento mediante la presentación de recetas falsificadas en varias farmacias del área gaditana del Campo de Gibraltar, en localidades como Algeciras y La Línea de la Concepción, indica un comunicado de ambas Fuerzas de Seguridad.

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Poco tiempo después descubrieron recetas falsificadas en las comunidades autónomas de Extremadura, la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Madrid, Galicia, La Rioja, Cantabria, Castilla y León, Galicia y Murcia. Los miembros de la trama se enfrentan a penas de entre tres y seis años de prisión por falsificación documental y de entre cuatro y ocho años por pertenecer a una organización criminal.

El karkubi lleva años convertida en una de las drogas populares de las clases más desfavorecidas de Marruecos. Es barata (se puede conseguir entre 30 y 80 dirhams, unos 2,5 y 7 euros). Se le conoce también como cartucho, ampolla roja o recarga y, en ocasiones, se mezcla con hachís en polvo, lo que incrementa sus efectos. El principal componente de esta droga, cuyo consumo está también extendido en las prisiones, son las benzodiacepinas. Consumidos en grandes cantidades y sin control, estos fármacos producen alucinaciones. Entre sus peligrosos efectos secundarios se encuentra la capacidad para sumergir al individuo en ideas suicidas, asesinas y que llevan a la automutilación, según detalla Efe. Además, la merma de las capacidades cognitivas lleva a que muchos consumidores acaben siendo víctimas de traumatismos por caídas o atropellos.

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Sobre la firma

Jesús A. Cañas
Es corresponsal de EL PAÍS en Cádiz desde 2016. Antes trabajó para periódicos del grupo Vocento. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Sevilla y es Máster de Arquitectura y Patrimonio Histórico por la US y el IAPH. En 2019, recibió el premio Cádiz de Periodismo por uno de sus trabajos sobre el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar.

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