Laureano Oubiña ya es libre
La Audiencia Nacional autoriza al narcotraficante a viajar a Galicia mientras seguirá colaborando tres meses con una ONG en la reinserción de extoxicómanos
La Audiencia Nacional ha confirmado la libertad condicional para el narcotraficante gallego Laureano Oubiña tras revocar la sanción disciplinaria que le impuso la cárcel de Navalcarnero (Madrid), donde el interno pasó los últimos meses cumpliendo una condena de casi 5 años de prisión por blanqueo de dinero.
En un auto firmado este miércoles, el juez central de Vigilancia Penitenciaria levanta la prohibición de viajar a Galicia al famoso transportista de hachís pero le exige que continúe realizando la labor de voluntariado en la reinserción de extoxicómanos y acogida de inmigrantes para una ONG hasta el 7 de julio, cuando haya cumplido las tres cuartas partes de la condena.
“Se considera importante desde el proceso de reinserción que el interno trabaje en la atención a personas que en su momento entraron en el mundo del consumo de tóxicos”, señala el auto. Y subraya que “debe mantenerse esta regla de conducta” para Oubiña que a partir de ahora tendrá que someterse al calendario y franja horaria que estipule la Asociación San Francisco de Asís de Guadalajara con la que se comprometió a colaborar para obtener la libertad condicional, pero cuyo incumplimiento paralizaría la ejecución del auto.
La excarcelación de Laureano Oubiña se fundamenta en varios criterios, como su avanzada edad, acaba de cumplir 71 años, la proximidad del cumplimiento de la condena, su arraigo familiar y el “buen uso” de los permisos penitenciarios que ha venido haciendo en los últimos veinte años que de forma ininterrumpida ha pasado en prisión cumpliendo tres condenas por narcotráfico.
También el juez José Luis Castro valora en el auto el reconocimiento de la responsabilidad delictiva por parte de Oubiña y señala que desde que abandonó la prisión en marzo pasado ha desarrollado sin incidencias el trabajo de voluntario en la citada asociación dirigida por un sacerdote. Esta oferta de trabajo fue para el magistrado un requisito imprescindible para que el penado pudiera abandonar la prisión.
La decisión irrevocable del juez Castro ha contado con el informe favorable de la Fiscalía de la Audiencia Nacional pero en contra del criterio de la Junta de Tratamiento de la prisión que alegó “factores de inadaptación” del preso. Navalcarnero se opuso sistemáticamente a que Oubiña se le concediese el tercer grado penitenciario, valorando su reincidencia delictiva, alarma social y tiempo de la condena que le queda por cumplir, además del “escaso efecto intimidatorio de la pena”.
La libertad condicional de Oubiña quedó paralizada por un incidente que había tenido el interno días antes con un funcionario cuando este le llamó la atención por haberse recortado la barba en una de las salidas que el interno hacía al hospital donde recibe tratamiento oncológico.
La prisión reprochó “el tono altanero y chulesco” de reo y le abrió un expediente disciplinario por falta grave que interrumpía 60 días la obtención del tercer grado penitenciario. Sin embargo otro auto posterior del juzgado central de Vigilancia Penitenciaria, y en base a la resolución de la Fiscalía Antidroga, se estimó el recurso de alzada que había presentado la defensa de Oubiña contra la sanción.
La juez María Reyes Jimeno no consideró los hechos recogidos en el expediente como una infracción disciplinaria, ni prueba de cargo suficiente contra Oubiña que ya anunció que presentará una demanda contra la prisión. “Esto es un Estado dentro de otro Estado”, había dicho el narcotraficante tras abandonar la prisión.
