La justicia española escucha a la primera víctima del régimen sirio de El Asad

La guerra de Siria ya está sobre la mesa de la Audiencia Nacional. Amal Hag-Hamdo Anfalis, la mujer que presentó la primera querella por terrorismo de Estado contra el Gobierno de Bashar El Asad, ha declarado como testigo este lunes ante el juez Eloy Velasco, al que ha detallado que identificó a su hermano entre los detenidos, torturados y ejecutados por el régimen. "Es importante este testimonio. Por la relevancia del caso y porque, para estas personas, supone un alivio que la justicia les escuche", ha explicado la abogada que lleva la acusación y que imputa delitos de lesa humanidad a nueve miembros de las fuerzas de seguridad y de la inteligencia sirias.

Hag-Hamdo ha relatado que su hermano, un transportista de frutos secos, no pertenecía a la disidencia ni participaba en política cuando lo trasladaron en 2013 a un centro de detención ilegal de Damasco. Según han explicado fuentes presentes en su declaración, la testigo ha precisado que su sobrino fue el primero en identificar a su padre entre las víctimas, gracias a los datos y fotografías de los reclusos facilitados por la comunidad siria en el exilio.

Hace dos semanas, Velasco aceptó a trámite esta querella por terrorismo de Estado después de rechazar la tesis de la Fiscalía, que afirmaba que España no tenía competencia para investigar el asesinato de esta persona al no ser ciudadano español. Un argumento que desestimó el magistrado, que entiende que sí puede asumir el caso porque la hermana de la víctima tenía nacionalidad española en el momento en que se cometieron los hechos. En este sentido, el juez destacó la necesidad de aplicar "vías alternativas para obtener justicia", tras el veto de China y Rusia a que la Corte Penal Internacional aborde estos crímenes.

La querella, redactada por el equipo de abogados Guernica 37, señala que el Estado sirio puso en marcha en marzo de 2011 un plan de represión ante la proliferación de manifestaciones espontáneas por la Primavera Árabe. Con el objetivo de acallar a los disidentes, el Gobierno diseñó un programa de detenciones, desapariciones forzadas, torturas y ejecuciones sistemáticas. Entonces, las fuerzas de seguridad comenzaron a fotografiar los miles de cadáveres provenientes de estos centros de detención ilegal. En una de esas imágenes, Hag-Hamdo identificó a su hermano.

"Los hechos denunciados responden a la implementación de un plan de seguridad terrorista desarrollado por altos cargos de las fuerzas de seguridad con el objetivo de sembrar terror e intimidar a la población civil", expuso Velasco en su auto, donde señaló que las más de 50.000 fotografías de personas ejecutadas revelaban "claras señales de tortura". Un terror que no acaba: Hag-Hamdo teme que el régimen de El Asad tome represalias contra varios de sus hermanos que aún no han podido salir de Siria.