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El primer paseo de la oso panda Chulina

La hembra de oso panda, nacida en el zoo de Madrid, sale al exterior después de cumplir siete meses

Esther Sánchez

Chulina (Tesoro entre bambú), una hembra de oso panda gigante, vino al mundo en el Zoo Aquarium de Madrid el 30 de agosto del año pasado con un peso de 180 gramos. Ayer, esa osita, ya convertida en un bebé de más de siete meses tipo peluche en blanco y negro, dio sus primeros pasos por la pradera, el exterior del habitáculo donde vive, ante la atenta mirada de su madre, de la Reina Sofía y del embajador de la República Popular China, Lyu Fan.

De izquierda a derecha, las osas Huai Zui Ba y Chulina, en el zoo de Madrid.
De izquierda a derecha, las osas Huai Zui Ba y Chulina, en el zoo de Madrid.Daniel Ochoa de Olza (AP)

Nadie se quería perder su presentación en sociedad, porque, aunque ella no lo sepa, es famosa. Primero, por la especie a la que pertenece, de la que sobreviven en libertad 1.864 ejemplares en China, y segundo, por ser la primera hembra de oso panda nacida en el zoológico madrileño. Tanta es su popularidad, que Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, no dudó en abandonar una sesión plenaria en enero para no perderse su bautizo.

A partir de ahora, saldrá todos los días a la pradera “siempre que ella quiera” y deleitará a los visitantes. Los cuidadores suponen que pasará mucho tiempo fuera, porque Chulina está “encantada”. Con solo siete meses, ya hace valer su carácter. “Más fuerte que el de su hermano, Xing Bao, nacido en 2013, que siempre ha sido mucho más tranquilo”, explican sus cuidadores. Se nota porque no “para quieta”, hasta en ocasiones “cansa a su madre”, que es una muy buena progenitora.

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Su comportamiento es como el de un bebé, “imita a su madre, se sienta como ella, y come pequeñas hojas de bambú encaramada a un árbol”, aunque todavía mama. Los osos panda son dependientes hasta los tres años. Cada día que pase aprenderá a trepar mejor. Ahora, con su corta edad, todavía se “pega muchos trastazos, es como un niño aprendiendo a andar”.

Se la bautizó como Chulina en honor al inolvidable Chulín, el primer ejemplar de su especie que nació en 1982 por inseminación artificial en Europa, y lo hizo en estas mismas instalaciones. Tras su muerte, el 25 de abril de 1996, pasaron 11 años antes de que otro panda volviera a pisar suelo madrileño. En 2007, el Zoo Aquarium recibió a una nueva pareja procedente de Chengdu, la hembra Hua Zui Ba y el macho Bing Xing, que han sacado adelante a cuatro descendientes. Los gemelos Po y De De, nacidos en 2010, fueron trasladados en 2014 al centro de reproducción chino de Chengdu.

De momento, Chulina solo mastica algunas pequeñas hojas de bambú, pero cuando crezca se zampará entre 40 y 50 kilos diarios, como hacen sus padres y su hermano. La empresa cuenta con una pequeña plantación, y el resto lo importan o lo reciben de una finca madrileña. La falta de alimento debido a la pérdida del hábitat es uno de los grandes problemas a los que se enfrenta la especie. Su casa, en las regiones montañosas del sudoeste de China, ha sido fragmentado, forzando así su aislamiento y la reducción de las poblaciones, explica WWF, cuyo emblema es un oso panda desde 1961. Las principales alteraciones son la conversión de los bosques en áreas agrícolas, la recolección de hierbas medicinales, las talas, la cosecha del bambú y las actividades como el desarrollo de la energía hidráulica, la minería y la construcción de carreteras, concreta la organización ecologista.

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El zoológico madrileño colabora con instituciones chinas en un programa de reforestación, que cubre más de 2,5 millones de hectáreas protegidas en los bosques donde residen, en las provincias chinas de Sichuan, Shaanxi y Gansu. Los esfuerzos para la protección de la especie han dado su fruto y el año pasado la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) rebajó la amenaza que se cierne sobre ella y la situó en la categoría de “vulnerable”. En Europa hay 14 ejemplares en cautividad: cuatro se encuentran en Madrid, tres en Viena, dos en Edimburgo, dos en Beauval (Francia) y tres en Pairi Daiza (Bélgica).

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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