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“Pospongo mis decisiones y mi agenda institucional al resultado de las primarias”

El distanciamiento entre Page y Sánchez fue progresivo hasta terminar en una ruptura política total

Anabel Díez
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.Ignacio Lopez
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Emiliano García-Page (Toledo, 1968), presidente de Castilla-La Mancha y secretario general del PSOE de esa región, ha vivido en primera persona la crisis del PSOE al formar parte de la ejecutiva que dirigía, como secretario general, Pedro Sánchez. El distanciamiento fue progresivo hasta terminar en una ruptura política total con el que fuera líder de su partido, junto al resto de los presidentes autonómicos socialistas, con la excepción de la presidenta de Baleares, Francina Armengol.

En la disputa por la secretaría general del PSOE apoya a la presidenta andaluza, Susana Díaz. Sus declaraciones del pasado sábado, a las puertas del comité federal de su partido, cuando dijo que vinculaba su futuro al resultado de las primarias solo le comprometen a él, según asegura en conversación con EL PAÍS, en la que no menciona directamente a Sánchez aunque tras sus reflexiones críticas, o sus admoniciones, aparece constantemente el último secretario general.

“El proyecto y el líder que salga de las primarias condicionará el futuro del PSOE”. Y “de todos los niveles del partido”, incide el presidente castellano-manchego. “De lo que dije en un corrillo con los medios de comunicación se ha hecho una interpretación más allá de lo que quise decir”.

Ese ir más lejos ha supuesto que se le atribuya un paso atrás en su decisión de ser candidato en las elecciones autonómicas de 2019 si Sánchez gana las primarias y se convierte de nuevo en secretario general del PSOE. “Yo de la política no me retiro pero lo que ocurra en el partido sí condicionará mis pasos de manera consecuente. Sí, pospongo mis decisiones y mi agenda institucional al resultado de las primarias”. Dicho resultado va a afectar a toda la organización, “a todas las escalas”, advierte. A la pregunta directa sobre qué diferencias observa entre los proyectos que representan Sánchez, Susana Díaz y Patxi López no responde directamente, pero trasluce su rechazo al que encarna el primero. “Respeto a los compañeros que apoyan a Pedro Sánchez pero también pido ese respeto, sobre todo en las redes sociales, a los que pensamos de otra manera”.

Es categórico al señalar que la elección para liderar el PSOE “es la más trascendente que ha habido en democracia”. Pide a los militantes que no opten por un proyecto “en negativo”. “Un partido no puede pasar de considerar a Podemos el adversario a que seamos su sucursal”. Esta atribución a Sánchez la complementa con la supuesta actitud del anterior secretario general con la historia de su partido. “Alguien que está a disgusto con el PSOE de ayer mismo, que es el de José Luis Rodríguez Zapatero, y con el de Felipe González representa un proyecto que no puedo compartir: el cambio no es renegar de nuestro pasado”. García-Page reivindica su legitimidad para hacer estas aseveraciones porque su adversario en la región es el PP y tiene que sostenerse en el Ejecutivo gracias a los dos votos de Podemos, que le requieren negociar paso a paso. Nada ha dicho Sánchez desde hace tres meses sobre Podemos. Entonces señaló que se había equivocado al no entender que quizá debía haber hecho más esfuerzos por negociar con esa fuerza política.

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Cabeza y corazón

Esa reflexión hecha por el exsecretario general en La Sexta junto a la llamada a la “unidad de acción de las fuerzas de izquierda y de los sindicatos” de su documento sobre la renovación de la socialdemocracia sustentan la crítica de Page, aunque Sánchez no alude a Podemos en sus intervenciones. La crítica del presidente castellano-manchego se sostiene sobre el mismo argumento : “Pedro Sánchez nos llevaba a un callejón sin salida; no se puede pasar de pactar con Ciudadanos, cuando antes decía que eran de derechas, llamar populistas a Podemos y luego pedirles perdón”. García-Page se dirige a los afiliados que votarán el próximo 21 de mayo: “Pido a mi partido que se conduzca con la cabeza y el corazón, no con las tripas, y busque superar el conflicto en el que llevamos dos años”.

No hay reproches para Patxi López con lo que se pone de manifiesto que el enfrentamiento sin paliativos se centra en el anterior secretario general. El pasado sábado en el comité federal del PSOE pudo observarse el trasvase de apoyos de Sánchez al político vasco entre los miembros de dicho comité, de manera que las intervenciones críticas mermaron considerablemente. ¿Y si las primarias las gana Sánchez? El presidente castellano-manchego dice que, “por supuesto”, respetará el resultado y seguirá trabajando por su partido, “como siempre”.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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