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La última voluntad de los Meabe

La familia del fundador de las juventudes socialistas, Tomás Meabe, Julia y su hijo León, descansarán unidos en Bilbao después de 102 años

Pedro Gorospe
De izquierda a derecha el historiador Enrique Moral, el pesidente de la Fundación Indalecio Prieto, Alonso Puerta, Txema Urquijo, uno de los responsables de Memoria Histórica en Madrid, Diego Tomás, el sobrino nieto de Julia Iruretagoyena, Chus Greciet de las Juventudes Socialistas y Rafael Simancas. El último de la derecha es Aurelio Martín, director del Archivo de la Fundación Pablo Iglesias.
De izquierda a derecha el historiador Enrique Moral, el pesidente de la Fundación Indalecio Prieto, Alonso Puerta, Txema Urquijo, uno de los responsables de Memoria Histórica en Madrid, Diego Tomás, el sobrino nieto de Julia Iruretagoyena, Chus Greciet de las Juventudes Socialistas y Rafael Simancas. El último de la derecha es Aurelio Martín, director del Archivo de la Fundación Pablo Iglesias.Fundación Pablo Iglesias

Volver a estar juntos. Esa fue la última voluntad que la activista republicana Julia Iruretagoyena (1886-1954) trasladó en México D. F. a sus familiares cuando estaba a punto de morir, después de años de exilio. Una utopía. En España se vivían los años centrales de la Dictadura, y, su marido y su hijo, cuyos restos reposaban a miles de kilómetros no eran precisamente de la cuerda del generalísimo.

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Julia, hija del alcalde republicano de Irún, León Iruretagoyena Camino, se casó en 1911 con el escritor y fundador de las Juventudes Socialistas, Tomás Meabe quien después de varios destierros falleció el 4 de noviembre de 1915, en Madrid, en un piso de la calle Ponzano 32, en compañía de Indalecio Prieto. Sus restos fueron trasladados a Bilbao, al cementerio de Derio, en 1925.

Momento en el que extraen la caja con los restos de León Meabe.
Momento en el que extraen la caja con los restos de León Meabe.FUNDACIÓN PABLO IGLESIAS

Tres años antes de morir tuvo un hijo con Julia al que llamaron como al abuelo materno, León. Estudió químicas y empezó a fabricar bombas para el bando republicano. Una de ellas le estalló en las manos al inicio de la Guerra, el 30 de septiembre de 1936. Los escasos restos de su buzo de miliciano y otros de su cuerpo fueron enterrados en una caja en el cementerio de La Almudena, en Madrid, en un lugar indeterminado.

Julia, amiga íntima y colaboradora activa de la abogada republicana Victoria Kent, -la primera mujer en ingresar en el Colegio de Abogados de Madrid en 1925, durante la dictadura de Primo de Rivera- tuvo que huir a Francia cuando estalló la Guerra Civil para, a continuación, iniciar un largo exilio en México junto con su familia. Sus restos resposaban desde entonces en uno de los cementerios de México D. F.

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“Es muy emocionante poder cumplir la última voluntad de una familia que ha marcado el devenir del socialismo, y acariciar ese momento en el que los tres vuelvan a estar juntos”, dice el diputado socialista por Madrid Rafael Simancas. El martes 28 se puso en contacto con el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Bilbao, Alfonso Gil. “Es un orgullo para mí y para todos nosotros trabajar para que ese momento se pueda producir lo antes posible”, aseguró este miércoles Gil. “Es impresionante pensar en la vuelta a casa de León y de Julia”, explica emocionado.

Pero, ¿qué le dijo Simancas a Gil? Le contó que después de más de 18 meses de intensa búsqueda y las gestiones de Aurelio Martin, el director del Archivo de la Fundación Pablo Iglesias, habían encontrado e identificado la caja con los restos de Leon, que los habían exhumado y que una vez incinerados ya estaban en la Fundación, en Madrid, preparados para hacer el último viaje a Bilbao.

La exhumación de los restos de León se produjo el lunes 27 de marzo. Una comitiva formada por los últimos familiares de Meabe-Iruretagoyena, y de varias fundaciones socialistas se trasladaron al cementerio de La Almudena para identificar la caja con sus restos. Era lo que quedaba del joven al que su padre, el escritor, el traductor de obras clásicas, le había dedicado numerosas enseñanzas en los últimos días. Notas que Indalecio Prieto recogió en “Apuntes de un moribundo”. 

¿Y los de Julia? En 2015, el año del centenario de Tomás Meabe, cuatro sobrinos nietos de la activista comentaron a Martín y al resto de los miembros de la Fundación que la última petición que hizo en vida Julia Iruretagoyena era la de reposar con su hijo y marido en Bilbao. Prácticamente en ese mismo momento se pusieron manos a la obra y gracias a las gestiones de una de las sobrinas de Julia dieron el primer paso para convertir sus sueños en una realidad. Lograron los permisos para exhumar e incinerar los restos en México D. F., y trasladarlos a Madrid. Desde esta semana están juntos en manos de la Fundación.

"Si todo va bien en unas semanas podremos reunir a la familia ya en Bilbao", cree Gil. Finales de mayo, principios de junio, podrían ser los días del reencuentro, justo cuando la primavera se acerca al verano y el verde del cementerio de Derio es más impresionante, describe. "En una esquina, junto a la valla perimetral reposan los restos de Tomás", dice el socialista vasco. En esa esquina junto a la valla perimetral "estará dentro de poco toda la familia" gracias a los esfuerzos de toda su familia, "su gran familia socialista", explica Simancas. 

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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