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El PP homenajea a Miguel Ángel Blanco y pide un fin de ETA con “vencedores y vencidos”

Los asistentes al Congreso regional de Madrid ovacionan a Mari Mar Blanco

Juan José Mateo
Casado, Cifuentes y Feijóo, en el Congreso del PP de Madrid.
Casado, Cifuentes y Feijóo, en el Congreso del PP de Madrid. Mariscal (EFE)

Cientos de personas se han puesto en pie este sábado para homenajear en el Congreso autonómico del PP de Madrid a la diputada Mari Mar Blanco, hermana de Miguel Ángel, el concejal del partido al que ETA asesinó en el verano 1997. Un día después de que la banda terrorista anunciara su disolución unilateral, el partido que sustenta al Gobierno ha establecido con rotundidad sus objetivos en el proceso que debe poner fin a décadas de terror. "Defenderemos siempre que haya una historia escrita con vencedores y terroristas absolutamente vencidos", ha dicho Pablo Casado, vicesecretario general de comunicación de la formación de Mariano Rajoy. "A ETA le pedimos que se disuelva, pida perdón a las víctimas y ayude a esclarecer los asesinatos".

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Blanco, presidenta de la Fundación víctimas de terrorismo, forma parte de la mesa que regula el buen funcionamiento del Congreso regional del PP. El secuestro de su hermano provocó una reacción sin precedentes en la sociedad española, que inundó las calles para pedir su liberación y luego para condenar su asesinato. Los compromisarios del PP han rendido este sábado homenaje a su compañero asesinado con una larga ovación. 

El 10 de julio de 1997, Blanco, de 29 años, cogió el tren de las 15.20 horas para volver a su trabajo en la empresa Eman Consulting, según recoge la sentencia de la Audiencia nacional que juzgó a sus asesinos. A las 15.30, nada más salir de la estación, fue abordado por Irantzu Gallastegi Sodupe, y conducido hacia un vehículo de color oscuro estacionado en una calle adyacente. Tres horas más tarde, ETA telefoneó a una radio para anunciar que el concejal del PP en Ermua sería ejecutado si el Gobierno no trasladaba a sus presos a las cárceles del País Vasco antes de las cuatro de la tarde del sábado 12 de julio. Entonces se inició una tensa cuenta atrás que acabó con su asesinato. La sociedad española lo vivió al minuto con angustia. Fue el nacimiento del Espíritu de Ermua. Durante aquellas horas, todos los españoles fueron Miguel Ángel Blanco. Y la condena contra el terrorismo se extendió por toda España.

"Aún recuerdo cuando en Nuevas Generaciones salíamos a la calle o fletábamos autobuses a la tumba de tu hermano", le ha dicho Casado a Blanco, rodeada por los aplausos del público. Al borde de las lágrimas, la diputada se ha puesto en pie para agradecer el recuerdo. "Éste es tu partido y hoy más que nunca estamos con tu familia recordando el legado de tu hermano, pero sobre todo dejando muy claro que el PP va a defender siempre que haya historia escrita con vencedores y terroristas absolutamente vencidos", ha añadido Casado.

Como presidenta de la Fundación víctimas del terrorismo, Blanco opinó el viernes con claridad sobre el anuncio del fin de ETA. "Nada le debemos y nada le daremos", dijo. "Es de justicia que las familias cierren su duelo con la identificación de los asesinos de sus familiares", añadió en referencia a los más de 300 asesinatos terroristas aún sin esclarecer.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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