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El juez del accidente de Santiago imputa por 80 homicidios a un jefe de Adif

El director de Seguridad en la Circulación de ADIF, citado el día 23 para explicar por qué no hizo nada tras ser avisado del riesgo que había en la curva de Angrois

Familiares de las víctimas del accidente observan el paso del Alvia en AngroisFoto: atlas | Vídeo: Oscar corral

El Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago de Compostela acaba de citar para el 23 de marzo como investigado (antigua figura del imputado) al director de Seguridad en la Circulación de Adif, Andrés María Cortabitarte López, como presunto responsable, por imprudencia grave, de 80 delitos de homicidio (los fallecidos) y 150 de lesiones (los heridos) en el accidente ferroviario del tren de alta velocidad Alvia acaecido en la curva de Angrois el pasado 24 de julio de 2013, a tres kilómetros de Santiago. El juez sostiene que fue avisado de los peligros que revestía la curva donde se produjo el accidente y que mantuvo la situación sin hacer nada.

Imputado por tercera vez

Sonia Vizoso

Cortabitarte no es un desconocido en la causa del accidente del Alvia en Santiago. El director de Seguridad en la Circulación de Adif cuando descarriló el tren fue imputado en dos ocasiones anteriores junto a otros cargos y técnicos del ente de gestión ferroviaria, pero nunca dio explicaciones ante el juez. La primera vez que fue citado como investigado la Audiencia Provincial de A Coruña le retiró las acusaciones a Cortabitarte y sus compañeros antes de comparecer delante del anterior instructor del caso, Luis Aláez, y en la segunda todos ellos se negaron en bloque a declarar, una actitud que indignó a las víctimas del descarrilamiento.

Esta vez el directivo del organismo dependiente del Ministerio de Fomento se sentará solo delante del magistrado Andrés Lago, encargado ahora de la investigación judicial. Y fuentes vinculadas al caso confían en que esta vez sí responda a las preguntas aportando una información que pueda extender las responsabilidades.

Hasta el momento, el único investigado era el maquinista, Francisco José Garzón, pero el juez añade que la culpa de la tragedia también es atribuible a Cortabitarte. Estaba informado de que en esa curva el tren podía descarrilar si el maquinista se despistaba, como sucedió, y el tren entraba en ella a más de 80 kilómetros por hora. Es decir, aparte del maquinista, en un tren de alta velocidad, debió establecer señales adicionales que cubrieran cualquier fallo humano en un convoy que ese día llevaba casi 220 pasajeros.

Inicialmente, el juzgado entendía que el único responsable del accidente era un fallo humano imputable al maquinista,pero la Audiencia de A Coruña dijo que se reabriese la investigación y se investigasen otras implicaciones. Para el maquinista el fiscal pedía cuatro años de prisión. La decisión del juez Lago de citar al directivo de Adif como investigado por homicidio llega después de que la Audiencia coruñesa revocase su decisión de abrir juicio oral por el accidente solo contra el maquinista. El tribunal consideró que el instructor no había indagado suficientemente en las posibles responsabilidades del organismo público a la hora de dar el visto bueno a la línea por la que transitaba el tren siniestrado.

Una vez reabierta la causa, el magistrado encargó nuevos peritajes a los tres expertos que trabajan en la investigación y que mantienen discrepancias sobre si la normativa obligaba o no a Adif a evaluar el riesgo, sobre todo ante la cerrada curva de Angrois en la que los maquinistas debían realizar una brusca reducción de velocidad. Si antes de la reapertura de las pesquisas el instructor había dado más peso a la opinión del perito que negaba esta obligación, tras los nuevos estudios el juez considera que el ente ferroviario no actuó correctamente.

El abogado del maquinista, Francisco José Garzón, celebra que por fin el instructor dictamine que Adif no evaluó los riesgos de la línea por la que circulaba el Alvia pese a que este estudio era obligatorio. “Celebramos que empiecen a darse cuenta de que esa línea férrea tenía que tener unas medidas de seguridad que no dependieran solo del maquinista, porque estos trabajadores son humanos”, ha señalado Manuel Prieto tras conocer el auto.

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Adif generó y toleró "una situación de riesgo"

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Señala el juez en su auto: "Existen indicios suficientes para concluir que la Dirección de Seguridad en la Circulación de Adif, a quién en principio compete la labor de evaluar los riesgos inherentes a la circulación (...) no cumplió con dicho cometido, generando y tolerando una situación de riesgo que finalmente cristalizó en el accidente que costó la vida y la salud a múltiples usuarios del tren".   Y añade: "Cortabitarte, teniendo conocimiento de dicha situación de riesgo en virtud de los informes (Hazard Log) remitidos por la UTE y por INECO (ISA) a su Dirección, no consta que haya hecho u ordenado medida alguna destinada a evaluar y gestionar dicho riesgo". El juez dictamina que "el fundamento de su imputación reside en el incumplimiento de la obligación de evaluar y gestionar una situación de riesgo inherente a la puesta en funcionamiento de la línea 082".

Según el juez, "a estas alturas de la instrucción, se han recabado indicios suficientes para poder imputar penalmente" de las muertes de la tragedia "al hasta ahora único investigado [el maquinista] Sr. Garzón Amo que, al no conducir el tren con la diligencia que le era exigible, puesto que mantuvo la conducción del mismo a una velocidad excesiva y no acorde a las exigencias de la señalización; hasta que, al llegar a la fatídica curva [de Angrois], no pudo frenar a tiempo para evitar el descarrilamiento del mismo, con las consecuencias ya conocidas". El tren tomó la curva al doble de la velocidad que podía circular en ese tramo (80 kilómetros hora).

Antes de decidir si imputaba a Adif, el juez ha analizado si "por parte de Adif se hizo una correcta evaluación de los riesgos, y más en concreto, del riesgo de descarrilamiento en la citada curva motivado por el posible fallo humano y, en caso de existir tal evaluación, si se adoptaron o no las medidas preventivas necesarias para conjurar dicho riesgo". Ha concluido que no. Y se basa en informes periciales aportados a la causa.  Afirma el juez que "la imprudencia grave en este caso consiste en la omisión de elementales normas de cuidado que cualquier persona debe observar en los actos de la vida ordinaria. Y se caracteriza, en suma, por imprevisiones que eran fácilmente asequibles y vulgarmente previsibles. (...) Se trata, pues, "del nivel más alto de la imprudencia", lo que se llama "culpa con previsión".

El juez ha dado crédito a un informe pericial que determina que "la UTE AVE O-S", constructora de la obra del tren, "comunicó a Adif (...) que en dicha curva existía una amenaza o riesgo (descarrilamiento en caso de exceso de velocidad)". Es decir, "que en caso de exceso de velocidad derivado de fallo humano el subsistema de control, mando y señalización (...) era insuficiente para conjurar dicho riesgo o amenaza".

El instructor exculpa "a los técnicos de la UTE", puesto "que cumplieron su cometido: señalar las limitaciones de su sistema de control, mando y señalización y comunicar al dueño de la obra (ADIF) dichas limitaciones, para que sea Adif quién, aplicando los métodos de evaluación de riesgos aplicables, decida el modo y la forma en que han de conjurarse tales riesgos". Pero no lo hizo. Y señala que el responsable de esa fatal inacción fue este alto cargo de Adif.

La imputación por el accidente del Alvia no es la única que arrastra Cortabitarte. El exresponsable de Seguridad de Adif está encausado junto a otros cargos del ente por el siniestro que acabó con la vida de un maquinista en Arévalo (Segovia) en 2010. El directivo de Adif fue también perito judicial del accidente del metro de Valencia en 2006 en el que perdieron la vida 43 viajeros. En su declaración en la comisión de investigación de las Cortes Valencianas sobre esta tragedia, en abril del año pasado, el entonces subdirector de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Adif reconoció que con una baliza que limitara la velocidad a 40 kilómetros por hora en la curva en la que se produjo el siniestro este se hubiera evitado, pero alegó que “no era previsible” porque nunca se habían registrado incidencias.

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