Alcaldes y feligreses se alzan contra el obispo de Lugo en defensa de un párroco
Los regidores de Friol y Guitiriz, de PP y PSOE, secundan una manifestación contra el traslado del cura
Dos alcaldes del PP y el PSOE de la provincia de Lugo se han unido a los feligreses de varias parroquias contra la “decisión dictatorial” del Obispado de Lugo de trasladar al cura que en los últimos años ha atendido sus iglesias. La indignación de los vecinos de los municipios lucenses de Friol (4.100 habitantes) y Guitiriz (5.600 habitantes) es tal que este sábado han convocado una manifestación ante la sede del episcopado en la capital provincial. Los regidores ya han anunciado que no solo acudirán a la protesta, sino que sus Ayuntamientos fletarán autobuses para que sea lo más multitudinaria posible.
La mecha de la rebelión de los fieles se prendió cuando el Obispado de Lugo, encabezado por Alfonso Carrasco Rouco, sobrino del exarzobispo de Madrid Antonio María Rouco Varela, anunció cambios en la distribución de los curas que atienden los templos de la provincia. La Iglesia informó de que uno de los afectados por los cambios es José Ramón Pérez García, responsable de varias parroquias de Friol y Guitiriz, que pasaría a ocuparse de la zona de Ribas de Sil. Quienes hasta ahora han sido los feligreses de este sacerdote, muy implicado en labores sociales, se oponen frontalmente a su traslado.
La tensión entre las autoridades eclesiásticas y los políticos por esta medida no ha dejado de crecer. El popular José Ángel Santos, alcalde de Friol, municipio en el que sacerdote relevado atendía 12 parroquias, considera que el traslado es una “decisión dictatorial, totalitaria y sectaria”. Santos ha descrito al párroco como “una persona involucrada con la sociedad y muy querida por la gente, que está metido en el día a día del Ayuntamiento ayudando a varias familias necesitadas”.
La socialista Regina Polín, regidora de Guitiriz, donde el afectado lleva dos parroquias, también ha cargado duramente contra el Obispado de Lugo por lo que califica como una “injusticia”. Polín advierte que la reacción de los vecinos es una “revolución social”. “Ese cura tiene un carisma especial, algo de lo que no queda. Hace tareas humanitarias y las gentes de las parroquias, tanto religiosas como no, valoran ese trabajo”, señala Polín.
Desde el Obispado insisten en puntualizar que no es un cambio “obligado” y que pretende una organización más racional del clero, aunque este jueves el propio sacerdote ha admitido que se hace "en contra" de su voluntad. El regidor popular de Friol asegura que el propio obispo, Alfonso Carrasco Rouco, le confesó que “fue una orden directa sin contar con su opinión [la del párroco]”. El alcalde popular ha acusado, además, al vicario general de mantener una actitud “dictatorial” que “no cuenta con la postura del pueblo”. “No compartimos que una institución tome una decisión de este tipo generando un problema donde no lo hay”, alega Santos.
La Diócesis de Lugo ha replicado que las palabras del alcalde de Friol “no se corresponden con la verdad”, ha insistido en que el cura dio “libremente su acuerdo a la propuesta realizada” para que cambiara de parroquias y ha acusado al político popular de lanzar “descalificaciones sin base real”.
Los opositores al traslado del sacerdote han reunido unas 5.000 firmas contra la decisión del Obispado y su protesta cuenta con el apoyo, entre otros colectivos, de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Lugo. Las asociaciones vecinales exigen al obispo que “reconsidere su postura” porque “es arbitraria y va contra la voluntad de todos los vecinos”. El sábado estarán en la protesta apoyando a los feligreses de Friol y Guitiriz.
