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Iglesias quiere conservar la facultad de convocar a las bases frente a la “burocracia” de Errejón

El documento organizativo del líder incluye la cláusula antifusión que quería Errejón más reforzada

El líder de Podemos, Pablo Iglesias.Foto: atlas | Vídeo: Víctor Lerena Efe | ATLAS
Elsa García de Blas

Pablo Iglesias se resiste a ceder el grueso de los amplios poderes que atesora en su cargo de secretario general de Podemos. El líder quiere mantener la competencia de convocar consultas a las bases, una prerrogativa clave que los otros dos sectores, el del número dos, Íñigo Errejón, y el de Anticapitalistas, piden que pierda en favor del órgano de dirección. En su propuesta para el congreso, Iglesias mantiene su capacidad de disolver cualquier organización territorial, aunque sin la facultad de destituir a dedo a su ejecutiva. El sector de Errejón ve con preocupación que no resuelva el problema del órgano de garantías.

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"Este documento defiende proteger la democracia directa en Podemos frente a cualquier tendencia burocratizadora y, por ello, entiende que el principio de participación debe estar por encima del principio de representación”. Con este argumento, que acusa indirectamente a Errejón y a Anticapitalistas de querer “burocratizar” el partido, Iglesias defiende preservar su facultad como secretario general para convocar consultas a las bases. La prerrogativa, que el líder ha utilizado tres veces para resolver las diferencias en la dirección —la última vez sobre las reglas del congreso, pero antes sobre el no a la investidura de Pedro Sánchez y el a la alianza electoral con IU—, es una de las facultades más relevantes del secretario general.

Errejón y Anticapitalistas defienden que la pierda en favor del máximo órgano de dirección (el consejo ciudadano). El secretario político y sus afines quieren evitar que Iglesias use esa competencia para llevar a cabo “plebiscitos” y ganar todas sus posiciones aunque no tenga mayoría en los órganos, con la posibilidad de dirigir las preguntas de las consultas. Su temor es que, en la práctica, reduzca la dirección a un órgano consultivo. Pero no hay acuerdo.

Iglesias se reserva además otra competencia clave que el sector errejonista y el de los anticapitalistas le piden que pierda: la facultad para disolver organizaciones territoriales o poder cambiar el sentido de sus decisiones. El líder mantiene en su propuesta organizativa para Podemos que el secretario general pueda “convocar por cuestiones de especial trascendencia una asamblea ciudadana de cualquier nivel territorial”. Así, por ejemplo, si una organización autonómica o municipal de Podemos decidiera una alianza con la que el secretario general no estuviera conforme, este podría convocar una asamblea de cualquier tipo, bien a modo de consulta (estatal, por ejemplo, que preguntara a las bases de todo el país por la decisión de esa comunidad) o bien a modo de renovación de órganos de esa comunidad. Una amplísima facultad que le asegura el control de las decisiones territoriales, si bien no la ha usado hasta la fecha.

Destitución de la ejecutiva

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El líder sí se resta a sí mismo la competencia que ahora tiene para destituir unilateralmente a los miembros de su ejecutiva, como hizo con el exsecretario de Organización Sergio Pascual. Según los estatutos que propone, esas destituciones pasarían a ser decisión del máximo órgano de dirección, el consejo ciudadano, que hasta ahora refrendaba los nombramientos y no intervenía en las destituciones.

Pero el sector errejonista recibió con preocupación, sobre todo, que el documento de Iglesias establezca un modelo continuista para la cuestionada comisión de garantías democráticas, el órgano disciplinario del partido. La semana pasada, un manifiesto de más de 60 cargos de las tres corrientes pidió un acuerdo de consenso sobre este órgano, acusado internamente de parcial y opaco.

El manifiesto pedía que se regularan incompatibilidades para los miembros de la comisión y los errejonistas pedían que la elección de sus miembros estuviera desvinculada de las candidaturas a la dirección, que pudiera actuar de oficio y que sus resoluciones fueran públicas. Nada de ello se contempla en la propuesta de Iglesias, que firma la presidenta actual del órgano, Gloria Elizo.

A cambio, entre los aspectos de consenso se encuentra la cláusula para impedir la fusión con IU o las medidas de descentralización territorial. El miércoles, Iglesias se reunirá con Errejón y Miguel Urbán, referente de Anticapitalistas, este próximo miércoles, en su primera reunión para evitar la confrontación en el congreso de los días 10, 11 y 12 de febrero.

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Sobre la firma

Elsa García de Blas
Periodista política. Cubre la información del PP después de haber seguido los pasos de tres partidos (el PSOE, Unidas Podemos y Cs). La mayor parte de su carrera la ha desarrollado en EL PAÍS y la SER. Es licenciada en Derecho y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid y máster en periodismo de EL PAÍS. Colabora como analista en TVE.

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