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Javier Fernández y el reto demográfico

El presidente de Asturias y de la gestora del PSOE reclama una "solución coordinada" frente a la despoblación

El Rey saluda al presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández.
El Rey saluda al presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández.Sergio Barrenechea (EFE)

El reto demográfico, con 10 de las 17 comunidades autónomas con un saldo vegetativo negativo, ha inquietado especialmente a los presidentes de las regiones del interior peninsular y la cornisa cantábrica. La voz cantante la ha llevado el presidente de Asturias y de la gestora del PSOE, Javier Fernández. De las siete autonomías presididas por ejecutivos socialistas, Aragón, Castilla-La Mancha y Extremadura también están afectadas de forma directa.

“Solo Japón tiene una demografía con una deriva más negativa que la nuestra”, ha advertido Fernández. El presidente del Principado ha recordado que Mariano Rajoy señaló en su comparecencia la pérdida de población y su envejecimiento como uno de los principales problemas que afronta España. Fernández ha señalado que el reto es de tal magnitud que requiere una solución coordinada con múltiples factores. Desde el paro juvenil, a la tercera edad, pasando por la dificultad para acceder a la primera vivienda. La dispersión territorial, ha dicho, encarece el mantenimiento de unos servicios públicos que afrontan el estrés de una población envejecida en uno de los países con mayor esperanza de vida. En 2015 fue mayor el número de defunciones que el de nacimientos.

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El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, coincide con las tesis de Fernández. Para exponer la complejidad que implica la dispersión territorial, observó que el coste de los cinco centros de salud de la ciudad de Fuenlabrada (Madrid), de casi 200.000 habitantes, es similar al que su comunidad destina a los habitantes de la provincia de Cuenca, donde se esparcen 35 centros de salud.

Aragón, presidido por Javier Lambán, ha resaltado que la población también va ligada a la actividad económica. Y ha puesto como ejemplo que la provincia de Teruel ha perdido unos 10.000 habitantes durante la crisis.

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