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El lucrativo contrabando con caballitos de mar

La Guardia Civil se incauta en Marbella de 2.133 hipocampos. Su destino era China, donde se usan como afrodisíaco

Parte de los hipocampos decomisados, en las instalaciones del Aula del Mar de Málaga.Foto: atlas | Vídeo: ATLAS

La cita se fijó en la estación de autobuses de Marbella para finales de noviembre. Los compradores eran una pareja de Cádiz y los vendedores una familia portuguesa —padre, hijo y la esposa de este último—. La mercancía ilegal, un cargamento de caballitos de mar de más de siete kilos ocultos en tres maletas.

El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) de Málaga detuvo a estas cinco personas cuando estaban a punto de cerrar la venta por unos 10.000 euros en la estación. Para protegerse, incluso, utilizaron una furgoneta que hacía las labores de lanzadera y vigilaba por si en el camino desde Portugal se topaban con algún control policial.

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En total, los agentes se incautaron de 2.133 ejemplares secados, cuyo peso era de 7,12 kilos, según el informe elaborado por el Aula del Mar de Málaga para la Guardia Civil. Se trata, señalan varios especialistas, del mayor cargamento ilegal de este pez localizado hasta ahora en España. A los cinco detenidos se les acusa de "un delito contra la flora y la fauna por tráfico ilegal de especies amenazadas", afirma Carlos Plaja, el sargento del Seprona de Málaga encargado de la operación.

El destino último del cargamento, según Plaja, era China, donde los caballitos de mar se trituran y se emplean para la elaboración de mejunjes de la llamada medicina tradicional. Se les atribuyen, entre otros efectos, propiedades afrodisíacas.

"No hay ningún estudio científico que demuestre que tenga propiedades de ninguna índole", zanja Miquel Planas Oliver, responsable del Grupo de Biología y Fisiología Larvaria del Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC y uno de los mayores especialistas en España en este animal. Pero, aunque no existen evidencias científicas, los hipocampos se siguen empleando en Asia y su comercio es un lucrativo negocio que está poniendo en peligro su supervivencia en algunos lugares del planeta. "Se estima que al año se capturan 25 millones de caballitos de mar para el mercado chino", detalla el biólogo Planas.

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En España, explica este investigador, el Hippocampus guttulatus —la especie que se encuentra en el Mediterráneo y el Atlántico— está incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. Los más de 2.000 ejemplares intervenidos en Marbella pertenecían precisamente a esta especie, según se indica en el informe del Aula del Mar. Juan Antonio López, director de esta entidad y presidente del Comité Español de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), alerta de que el caballito de mar es una "especie muy vulnerable". "Es como si se hubiera matado de golpe a 40 linces", dice sobre los siete kilos decomisados en Marbella.

El informe del Aula del Mar concluye que los dos millares de ejemplares intervenidos podrían haberse vendido en el mercado asiático por entre 4.045 y 20.223 euros.

El destino parece claro. Pero, ¿de dónde procedían los 2.133 caballitos? "No se tiene constancia de una concentración tan grande de caballitos en ningún punto del litoral andaluz", apunta Juan Jesús Bellido, miembro también del Aula del Mar. "Los detenidos nos dijeron que el padre es pescador de arrastre en Portugal y que los había capturado con sus redes", indica el sargento Plaja.

Esta familia procede de la localidad de Olhão, al sur de Portugal, cerca del municipio de Faro. Allí se encuentra el Parque Natural de la Ría de Formosa. "Esta zona protegida es el mayor santuario de toda Europa de caballitos de mar. Los hay a miles", señala Planas. Viven en las praderas de posidonia. Y para capturarlos las redes de arrastre también terminan con esas praderas marinas, donde los caballitos de mar se ocultan de los depredadores.

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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