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Iglesias necesita a los anticapitalistas para tener pleno control en Podemos

Iglesias cuenta con mucho apoyo autonómico y Errejón revela su fuerza en capitales clave

Francesco Manetto

El mapa territorial de las relaciones de fuerzas de Podemos está dividido. El líder, Pablo Iglesias, cuenta, al menos sobre el papel, con el apoyo de la mayoría de las direcciones autonómicas, pero necesita el respaldo del sector anticapitalista para controlar el partido en comunidades clave como Andalucía y Cataluña, la primera y la cuarta con más agrupaciones de militantes. Los fieles a Íñigo Errejón tienen, en cambio, más fuerza en algunas de las principales ciudades.

Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, en el Congreso.
Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, en el Congreso. Ballesteros (EFE)

El manifiesto difundido el pasado viernes por el sector errejonista de Podemos ayuda a aclarar el alcance del poder de los principales líderes de la formación cuando faltan dos meses para la celebración de su congreso nacional. Los dirigentes autonómicos y municipales siempre han sido más fieles a una corriente, pero ahora comienzan, en algunos casos con matices, a alinearse para tratar de inclinar la balanza. Así es la geografía interna de Podemos. 

Iglesias y las comunidades. El entorno del secretario general del partido destaca por su fortaleza en las comunidades del interior. Además de Madrid, Iglesias tiene desde el principio el apoyo de los dirigentes de Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura. A esa circunstancia hay que añadir el esfuerzo que ha hecho su equipo para recabar apoyos y promocionar su marca personal en el territorio. Esa tarea empezó tras las elecciones municipales y autonómicas de 2015 con la llamada Ruta del cambio, una gira por los Ayuntamientos gobernados por las candidaturas de la izquierda alternativa, y ha culminado en los últimos meses con una iniciativa para revitalizar a los círculos conocida como Vamos!.

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Iglesias ha ido ampliando su esfera de influencia y ahora cuenta con el respaldo del aragonés Pablo Echenique, secretario de Organización nacional. La responsable de la formación en Canarias se consideran más próxima al secretario general y últimamente se encuadra en esa corriente a la gallega. Otros, aun siendo cercanos a él, han evitado pronunciarse públicamente al respecto. No obstante, las disputas en las direcciones regionales, donde a menudo conviven varias sensibilidades, y la autonomía de los militantes de base dibujan un panorama más indefinido, donde resultan fundamentales las ejecutivas municipales, en contacto directo con los círculos y los simpatizantes.

Errejón y las ciudades. Los errejonistas hacen hincapié en esos matices. “Ninguna comunidad autónoma es del secretario general autonómico. Hay que bajar a la ciudad y de ahí ver cómo se reparten las cosas”, opinan fuentes de ese sector, que de momento ha obtenido el apoyo a su llamamiento de los líderes de la Comunidad Valenciana, de Murcia y de la estructura de Euskadi. Tendría, por tanto, a escala regional, un respaldo notablemente inferior al de Iglesias. No obstante, Errejón ha logrado movilizar en favor de sus tesis a una veintena de capitales o municipios importantes: entre ellos, Barcelona, Zaragoza, Sevilla, Málaga, Granada, Santander, Pontevedra o Avilés.

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Mientras tanto, la división del voto que reflejaron las últimas primarias en la Comunidad de Madrid indica que, además de un hipotético enfrentamiento entre Iglesias y Errejón, en el congreso de Podemos resultará decisivo el poder de convocatoria del sector encabezado por el eurodiputado Miguel Urbán, la líder andaluza, Teresa Rodríguez, y la diputada autonómica en la Asamblea de Madrid Isabel Serra: los anticapitalistas.

La balanza anticapitalista. Con una proyección creciente dentro de la organización, la antigua Izquierda Anticapitalista cuenta con dirigentes en Andalucía, en Cataluña, en Navarra y en La Rioja y puede inclinar la balanza en la Comunidad de Madrid, en Baleares y en Aragón. Su proyecto político de creación de un partido-movimiento coincide con el de Iglesias, pero su modelo organizativo está en varias cuestiones más cerca del que ahora propone Errejón. Todos buscarán, de alguna manera, su complicidad.

Errejón: "No podemos sustituir el debate de ideas por una competición entre compañeros"

LUCÍA BOHÓRQUEZ

El número dos de Podemos, Iñigo Errejón, considera que "hay que normalizar" el debate abierto en la formación sobre el rumbo que el partido tomará tras la asamblea ciudadana prevista para el mes de febrero. "No podemos sustituir el debate de ideas por una competición entre compañeros" ha señalado momentos antes de participar en un acto ante simpatizantes y militantes en Palma de Mallorca. Errejón insiste en que Podemos se merece "un debate de altura" que permita construir una alternativa para "devolver las instituciones a la gente" y cree que es un error enfocar el camino previo al congreso de Vistalegre como "una medición de fuerzas" porque argumenta que es el momento de que todo el mundo "exprese su lealtad con el proyecto político". "Tenemos que caminar hacia un país más descentralizado, plural y abierto y tenemos que aplicarnos lo mismo hacia adentro" ha subrayado. Al ser preguntado sobre si Pablo Iglesias sigue siendo el líder de Podemos, Errejón ha recalcado que "por supuesto" es el secretario general, candidato y presidente del grupo, algo que dice "no está en discusión" porque el debate abierto es sobre "cómo ponemos las mejores ideas sobre la mesa no para pelearnos, sino para debatir y cooperar".

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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