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La Guardia Civil investiga un supuesto correo de Diana Quer a SOS Desaparecidos

"Estoy bien, necesito pasar un tiempo fuera de España", dice el breve escrito

Javier Jambrina, Coronel de la Guardia Civil de A Coruña, durante una visita al equipo de investigadores en Boiro (A Coruña) el 30 de agosto.
Javier Jambrina, Coronel de la Guardia Civil de A Coruña, durante una visita al equipo de investigadores en Boiro (A Coruña) el 30 de agosto.ÓSCAR CORRAL

"Hola, Estoy bien necesito pasar un tiempo fuera de España. Saludos, Diana Quer".

Así, sin todas las comas bien puestas, yendo al grano para no dar demasiadas pistas sobre la veracidad o la falsedad de su mensaje, una supuesta Diana Quer envió un correo electrónico a SOS Desaparecidos el miércoles de madrugada. Su presidente, Joaquín Amills, fue alertado a las 3.30 horas y a las cuatro informó a la Guardia Civil en Madrid. La UCO (Unidad Central Operativa), que ahora lleva las riendas de la búsqueda de la joven madrileña, desaparecida de A Pobra do Caramiñal (A Coruña) desde hace 102 días, investiga el origen del escrito.

Amills ha confirmado a EL PAÍS que lo primero que se ha podido comprobar es que para hacer llegar el correo a SOS Desaparecidos, con un remitente de Gmail del que luego no han encontrado rastros, se recurrió a un complejo sistema para ocultar el punto de partida y preservar el anonimato. Supuestamente, para enviar el texto se utilizó "una pantalla ficticia ubicada en Estados Unidos" y un servidor de Canadá. Los dos países aparecen en el tránsito realizado por el mensaje hasta su destino, pero eso no quiere decir que la persona que lo escribió esté en ninguno de esos territorios. Podría estar en cualquier otro lugar, también en España.

El presidente de este colectivo integrado por familias que han perdido a algún ser querido de forma misteriosa explica que muy pocas veces reciben correos en los que alguien pretende suplantar la personalidad de aquellos a los que se busca. Al grupo le parece difícil que el escrito sea de puño y letra de la joven, por el tipo de lenguaje "frío" (y expresiones formales como la despedida, "saludos"); porque carece de los conocimientos técnicos necesarios para realizar este enrevesado envío; y porque lo normal, creen, sería que se dirigiese a su familia, que está sufriendo, antes que a SOS Desaparecidos.

"Tenemos claro" que no lo ha escrito ella en persona, "pero no tenemos claro si lo hizo alguien que está con ella, o cuál es el objetivo" del correo, comenta el presidente. "En cuanto recibimos el mensaje se lo comunicamos a la madre para que nos confirmara si ese texto podía haberlo redactado su hija... Pero que no lo haya escrito Diana no significa que ella no esté detrás", sigue razonando Amills. Podría ser también alguien que pretende desviar la atención, o con la peregrina idea de que no se siga investigando. "Eso sí, quien lo hizo se tomó demasiadas molestias" para buscar el anonimato. "Y además está arriesgando, porque la usurpación de identidad es un delito que está penado con entre seis meses y tres años de cárcel", advierte, "algo demasiado serio para ser una broma". El presidente de SOS Desaparecidos está seguro de que, con tiempo y medios técnicos, se podrá llegar al origen del mensaje: "Este fin de semana no vamos a parar de trabajar en ello".

En octubre, la madre de la chica, Diana López-Pinel, insistió en la creencia de que su hija seguía viva y pidió que también se la buscase, en concreto, en Estados Unidos. Su exmarido, Juan Carlos Quer, tachó sin embargo aquellos comentarios de "fantasías" y admitió que ya no albergaba grandes esperanzas de volver a ver a su hija mayor con vida. Amills no deja de insistir en que no se puede perder la esperanza porque, de momento, no ha aparecido ninguna señal de violencia, "ninguna prenda de ropa, ninguna gota de sangre": "Diana puede estar viva mientras no se demuestre lo contrario". La edad de 18 años es "un momento vital muy difícil" en el que se pueden tomar decisiones drásticas que "nadie del entorno espera". "Las desapariciones de personas entre 18 y 23 años suponen un 11% del total, y de entre esos jóvenes un 14% nunca vuelven a aparecer", recuerda el portavoz del colectivo que aúna y ayuda a las familias, "es un porcentaje altísimo, casi el doble de la media, que está en un 8% de casos no resueltos".

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Los investigadores, que tal y como no se cansan de insistir sus mandos mantienen "todas las hipótesis abiertas", siempre consideraron como una de las vías más fuertes la de una marcha voluntaria. Pero también siempre sospecharon que, de ser cierta esa huida de la chica de 18 años, en sus planes no habría estado el de ausentarse tanto tiempo. Algo, apuntan, se torció y truncó su regreso. El correo electrónico, falso o no, contradice esta idea.

Al margen de esto, en una amplia zona que comprende los municipios coruñeses de Boiro y Rianxo se han organizado algunos dispositivos de búsqueda en los que participó la policía local después de que a finales de octubre un mariscador hallase el teléfono móvil de la muchacha en el fango de la ría de Arousa, mientras faenaba muy cerca del lugar en el que las antenas de telefonía perdieron la pista de Diana en la madrugada del 22 de agosto.

En este tiempo, también ha trascendido que los agentes trabajaban ya con el perfil de un sospechoso, un hombre que habría recogido a la chica en el muelle de Taragoña (Rianxo, a pocos cientos de metros del punto de Boiro en el que se halló el IPhone 6 blanco), conductor de un coche presuntamente de grandes dimensiones y habilitado para vivir en él. Varios testigos que al principio incurrieron en contradicciones situaron en el apartado lugar dos vehículos. Uno, en el que la madrileña habría llegado acompañada de varias personas, y otro en el que luego se habría montado. Trece meses antes de desaparecer sin dejar rastro, en su cuenta de Twitter, Quer escribió "qué bien me vendría desaparecer una temporadita".

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