Intervenidas 13 narcoembarcaciones en siete operaciones en Cádiz
Los 15 detenidos cambiaron su estrategia tras la barrera antinarcos instalada en el río Guadarranque
Eran las subcontratas de los narcos. Alquilaban embarcaciones de gran potencia en las que los traficantes transportaban la droga desde Marruecos hasta las costas de Cádiz. Contaban hasta con embarcaderos propios en el río Guadarranque (entre San Roque y Los Barrios) y naves en las que ocultar las lanchas para no despertar sospechas. Pero todo cambió con la instalación de una barrera de estacas antinarcos en la desembocadura del río. La inconveniencia les obligó a cambiar el paso. Justo ese cambio de planes es el que ha aprovechado el Cuerpo Nacional de Policía para intervenir 13 narcoembarcaciones y detener a 15 personas en siete operaciones antidroga realizadas en tan solo un mes.
En un comunicado, la policía explica que las lanchas intervenidas, mayoritariamente en La Línea, eran utilizadas para el transporte de hachís desde Marruecos hasta la zona del Campo de Gibraltar. Los arrestados están acusados de los delitos de tráfico de drogas, falsificación de documentos oficiales y pertenencia a organización criminal.
Las pesquisas de la policía comenzaron el pasado octubre, después de que la barrera antinarcos del Guadarranque entrara en funcionamiento en septiembre. Las estacas instaladas en la desembocadura obligaron a los detenidos a buscar otros puntos de donde ocultar las embarcaciones. La policía aprovechó para realizar distintas operaciones con “la principal finalidad de desmantelar la infraestructura logística de estas organizaciones, las cuales se han visto afectadas debido a que han perdido los medios utilizados para transportar el hachís desde Marruecos hasta la Península”.
Registros en días consecutivos
Los primeros registros arrancaron el 6 de octubre en el Polígono Industrial El Zabal, en La Línea. Allí localizaron dos lanchas. De las siete operaciones, esta zona industrial protagonizó cuatro registros más en los que se decomisaron más de 10 embarcaciones. La última actuación se llevó a cabo el 16 de noviembre, en este caso, en el Polígono Industrial Cortijo Real de Algeciras. En ese lapso de algo más de un mes, hubo operaciones que se realizaron en días consecutivos, como fueron los registros en el área industrial de La Línea el 18 y 19 de octubre.
En los distintos decomisos, la policía se hizo con 13 lanchas semirrígidas de gran potencia. Cada una de embarcaciones está valorada en 200.000 euros, lo que eleva el importe de la intervención a 2,6 millones. Algunas de ellas alcanzan los 12 metros de eslora y están provistas de hasta tres motores. A bordo de estas lanchas recogían los fardos de hachís en la costa marroquí y los transportaban hasta diferentes puntos de la costa gaditana, donde terceras personas se encargaban de alijarla para, después, distribuirla. Posteriormente, las embarcaciones “regresaban sin carga a otras zonas donde eran izadas y transportadas de nuevo a las naves industriales hasta su siguiente acción delictiva”.
Además, las investigaciones han terminado con la detención de 15 personas, con edades comprendidas entre los 20 y los 40 años. Cada uno, desempeñaba un papel en la organización, algunos están acusados de actuar como testaferros de las organizaciones, ya que cedían sus datos para figurar como titulares de los bienes de las redes investigadas. Otros realizaban tareas de guarda y custodia de las embarcaciones en las naves industriales y locales donde se ocultaban. Aunque algunos han alegado que solo se encargaban de dar un servicio auxiliar contratado por los narcos, se las considera responsables de los delitos de tráfico de drogas, falsificación de documentos oficiales y pertenencia a organización criminal. Todos los arrestados han sido puestos a disposición de los Juzgados de Instrucción de la Línea.
El traslado de los narcoembarcaderos
No es la primera gran operación que realiza la policía contra los encargados de la guarda y custodia de las lanchas. Ya en mayo de 2014, se hicieron con una flota de 29 embarcaciones, con motores fueraborda que llegaban a sumar hasta 750 caballos. Todas ellas solían zarpar desde garajes-embarcaderos, construidos en fincas privadas aledañas a la desembocadura del río Guadarranque. Las lanchas eran ocultadas en naves industriales, desde donde unos camiones las trasladaban hasta las tres fincas con narcoembarcaderos, ubicadas en Los Barrios.
Ese golpe a las organizaciones de la droga llegó justo en el máximo apogeo del Guadarranque como río de la droga. De hecho, los narcos incluso llegaban a desarrollar sus actuaciones delictivas a plena luz del día y ante cámaras de televisión. Eso generó un importante malestar en los vecinos de la zona que reclamaron una solución a la aparente impunidad de los traficantes. Fue entonces cuando se planteó la instalación de una barrera antinarcos que, tras distintos retrasos, quedó culminada el pasado septiembre. Está conformada por un sistema de 25 pilotes de acero (de 80 centímetros de diámetro) y 1,2 centímetros de espesor rellenos de hormigón y fijados sobre el lecho del río a una profundidad de hasta 15,10 metros para mantener su verticalidad y con una separación entre sí de unos 2,4 metros.
Su instalación llevó a la mayor parte de las organizaciones a abandonar ese punto del río como lugar de narcoembarcadero o de alijo de droga, un cambio aprovechado ahora por la policía para estas nuevas operaciones. Sin embargo, en estas semanas ya ha habido otros narcos que se las han ingeniado para seguir operando en la zona. Para ello, tal y como han sido capaces de grabar los vecinos en vídeo, han preferido emplear lanchas de menor eslora que consiguen traspasar los pilotes de la barrera.
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