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Rajoy marca su prioridad en las cuentas públicas y la ley educativa

Las medidas pactadas con Ciudadanos son urgentes, pero los pactos de Estado los quiere con el PSOE

Javier Casqueiro
Mariano Rajoy durante el juramento este lunes.
Mariano Rajoy durante el juramento este lunes.Pool (Getty Images)

El presidente del Gobierno más veterano de esta etapa democrática y que más tiempo se ha tomado para formar su Consejo de Ministros quiere empezar a partir de mañana, tras la toma de posesión y la primera reunión de su Gabinete, a fijar con urgencia sus prioridades. La primera meta de Mariano Rajoy es conseguir apoyos parlamentarios para sacar adelante la ley de estabilidad y el techo de gasto de las Administraciones y la segunda poner en marcha la ponencia sobre otra ley educativa. Son compromisos adquiridos con Europa y con Ciudadanos, que será el socio principal a cuidar el resto de la legislatura.

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Rajoy sí ha hablado en las últimas semanas con sus ministros, su equipo más cercano en La Moncloa, algunos diputados y ciertos presidentes autonómicos pero no sobre la composición de su Gobierno. Como recomienda él mismo a algunos de sus interlocutores que han tenido que formar también equipos de gobierno esa es una responsabilidad intransferible que deben asumir solo los líderes. Lo que sí le han formulado han sido algunas ideas coincidentes y que suenan al tópico del buen político de cualquier ideología: “Que se rodee ahora de gente con paciencia, mano izquierda, más política que de gestión, dialogante, con capacidad de negociación y buenos comunicadores”. La consigna se repite estos días por todos los rincones de la España del PP.

Rajoy escucha y apenas replica. Sabe la legislatura que le espera, especialmente en el Parlamento, y se ha tomado precisamente estos cinco días para cuadrar el puzle. No tiene de entrada ningún apoyo regalado y sí una serie de compromisos con fecha límite en el calendario. Son objetivos que en gran parte están en su programa electoral, en su acuerdo de investidura de 150 medidas con Ciudadanos y en su idea de pactos de Estado a intentar con el PSOE.

El primer Rubicón lo tiene marcado en el día 30 de noviembre. Antes de esa fecha deberá poner en marcha con urgencia algunas iniciativas que no admiten demora. En el segundo Consejo de Ministros (viernes 11) se nombrará a la mayoría de los secretarios de Estado y otros altos cargos de confianza e inmediatamente después se abordará la ley de Estabilidad y el techo de gasto que se fija para todas las Administraciones para 2017, que es un paso obligado para confeccionar luego los recortados presupuestos generales que mandar a Bruselas.

El portavoz económico de Ciudadanos, Luis Garicano, aclaró ayer que su partido está recibiendo datos e información previa y avanzada sobre el estado de las cuentas públicas pero también que no han empezado a negociar entre otras razones porque desconocen quién será el ministro titular de esa parcela. Garicano apuntó que la nominación ahí del actual ministro de Economía, Luis de Guindos, les parecería “una buena noticia”. El dirigente de la formación naranja apuntilló también las tres prioridades ahora de su partido: inversión en educación, en regeneración frente a la corrupción y para erradicar la pobreza infantil y salarial con un complemento económico.

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El guion es muy similar al que se ha marcado Rajoy en sus últimos discursos e intervenciones: ley de estabilidad, pacto educativo, nuevo modelo de financiación autonómica, pensiones, regeneración política y defensa de la unidad de España.

El error de Wert

El calendario pactado entre PP y Ciudadanos ya señala que deberán impulsar este mismo mes en su primer apartado la subcomisión sobre la nueva ley Educativa. El presidente del PP de Andalucía, Juan Manuel Moreno, uno de los barones territoriales con más proyección en ese partido, admitió ayer que la LOMCE (ley de calidad educativa) del exministro José Ignacio Wert fue un error porque no se dialogó ni se hizo por consenso. Y Moreno no gobierna en Andalucía. La opinión de los presidentes autonómicos es aún más dura.

Fraguar un acuerdo sobre las bases del sistema educativo para los próximos 20 años es la tarea que le encomendará Rajoy al nuevo ministro y una de las razones por las que algunos apuestan por la continuidad en el puesto de Íñigo Méndez de Vigo, que no ha levantado tantas polémicas como sus antecesores. Los presupuestos y otros proyectos se podrían sacar solo con Ciudadanos u otras alianzas. En el caso de la nueva ley educativa, de la futura ley electoral y del nuevo modelo de financiación autonómico el apoyo expreso del PSOE, el otro gran partido de Gobierno en España, se considera imprescindible.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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