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Condenado a 45 años de cárcel el parricida de Ubrique

El jurado considera que Juan Márquez Fabero mató a cuchilladas a sus dos hijos en octubre de 2014

Juan Márquez Fabero, conocido como el parricida de Ubrique, poco después de su detención, en 2014.
Juan Márquez Fabero, conocido como el parricida de Ubrique, poco después de su detención, en 2014.

La sección octava de la Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado este martes a 45 años y seis meses de cárcel a Juan Márquez Fabero, conocido como el parricida de Ubrique, por apuñalar hasta la muerte a sus dos hijos, de 19 y 16 años, en el domicilio familiar de la localidad gaditana. Les dio 40 cuchilladas. Los crímenes se cometieron la madrugada del 6 de octubre de 2014. 

Tras seis horas de deliberación, el jurado ha declarado por unanimidad culpable a Juan Márquez Fabero de todos los delitos que se le imputan: dos delitos de asesinato con alevosía —el de su hija mayor, Laura, con ensañamiento— y un delito de abandono familiar. El jurado ha pedido al tribunal que se reconozca que la que entonces era su novia mintió durante el juicio.

Algunos miembros del jurado y de la familia de las víctimas no han podido evitar romper a llorar tras la lectura del veredicto, mientras el acusado ha permanecido impasible durante todo el proceso. Márquez ha insistido en su último turno de palabra en que fueron sus hijos los que "se mataron entre ellos".

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Tanto el fiscal como la acusación particular y la popular han solicitado este lunes que el acusado fuese condenado a 25 años por el asesinato de su hija Laura, a 20 años por el asesinato de su hijo Juan Pablo y a seis meses de prisión por el abandono de este último, menor de edad.

Los hechos se produjeron unos diez meses después de que muriera de cáncer la esposa del parricida y madre de las víctimas. Tras el fallecimiento de la mujer, Juan Márquez comenzó una relación sentimental con una joven marroquí vecina de Ubrique.

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La negativa de los hijos a que esta mujer se instalara en la vivienda familiar desató el enfado del parricida, que, según han relatado las acusaciones, desatendió por completo las necesidades más básicas de los hijos, mientras a su novia le alquilaba un piso y le pagaba una cirugía estética en las mamas. La desatención de sus hijos fue tal, que Laura, de 19 años, tuvo que dejar sus estudios universitarios en Sevilla para regresar a Ubrique y ocuparse de su hermano, de 16 años.

El crimen se produjo días después de que Juan Márquez recibiera una carta en la que los servicios sociales del Ayuntamiento de Ubrique le citaban para intentar una conciliación familiar. El proceso lo inició su hija Laura en un intento de conseguir ayuda ante su desesperación por la imposibilidad de hacer entrar en razón a su padre.

El parricida cogió el cuchillo con el que despedazaba cerdos en las matanzas y atacó a sus hijos reiteradamente, cerró la puerta de la casa con llave y huyó al monte, a unos seis kilómetros del pueblo, después de arrojar el cuchillo.

Allí fue capturado horas después de cometer el crimen por agentes de la Guardia Civil, a los que confesó que había matado a sus hijos porque le tenían "harto". Juan Márquez Fabero ha cambiado después esta confesión por una nueva versión que las acusaciones han tachado de "delirante", y el fiscal, de "vil cobardía".

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