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Los bisontes de Valencia murieron por desnutrición antes de ser decapitados

La Fiscalía investiga al director de la reserva por un supuesto delito de maltrato animal

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El Seprona encuentra veneno en la reserva del bisonte decapitado
Investigan por maltrato animal a un responsable del parque de Benagéber

Los dos bisontes que aparecieron decapitados el pasado septiembre en la Reserva de Valdeserrillas de Benagéber (Valencia) murieron de desnutrición e inanición y posteriormente fueron descabezados. Así se desprende de los informes de los veterinarios, que se han hecho públicos este lunes. La Fiscalía ha imputado por un supuesto delito de maltrato animal a Carlos Álamo, uno de los responsables de la reserva. El investigado declarará esta semana, según ha confirmado la Guardia Civil.

El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues, ha informado de que los bisontes "no tenían suficiente alimentación" y que fueron descabezados después de morir. La decapitación de uno de ellos no fue fina, "la pudo haber hecho cualquiera", con lo que estiman que el responsable no pretendía exponer la cabeza, ya que en este caso "se habría hecho cuidadosamente". El segundo animal perdió la cabeza por descomposición, según el informe de los veterinarios.

La primera línea de investigación de la Guardia Civil apuntaba a que una o varias personas pusieron veneno en el comedero de los animales. Desde el Gobierno de la Comunidad Valenciana informan de que aún se están analizando en el Instituto de Toxicología las bolas de comida que encontraron junto a los bisontes, aunque los informes apuntan que la causa de la muerte fue la "desnutrición".

Los hechos se remontan al 16 de septiembre, cuando Sauron, el macho alfa de la manada de bisontes europeos de la Reserva de Valderresillas, de 800 kilos, apareció decapitado y otros tres ejemplares desaparecieron. El resto de la manada, compuesta por 12 machos, estaba enferma de diarrea. El 22 de septiembre, el Seprona encontró a un segundo animal descabezado en la reserva y localizó a los bisontes cuya pista se había perdido. 

La reserva de Valdeserrillas se encuentra en suelo público, propiedad de la Generalitat, aunque la gestión es privada gracias a una concesión para 20 años de explotación comercial con animales.

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