Santamaría: “La estabilidad está por encima” de casos como Gürtel
La vicepresidenta minusvalora las confesiones de Correa sobre los 90 frente al futuro y la gobernabilidad
La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, situó este viernes en dos planos totalmente distintos y muy alejados la corrupción que asoló a numerosos cargos del PP, según las confesiones y revelaciones de Francisco Correa en sus declaraciones en el macrojuicio de la primera época de la trama Gürtel, de la presumible y aún pendiente gobernabilidad del país. Santamaría quiso precisar bien "de qué estamos hablando" en el caso Gürtel cuando se le preguntó si las denuncias y aclaraciones de Correa podrían poner en peligro la presunta sesión de investidura de Mariano Rajoy. La número dos del ejecutivo opina que son dos asuntos que no tienen nada qué ver o muy poco y en el que además debe prevalecer el Gobierno de España.
"Por un lado estamos hablando de un proceso judicial abierto sobre unos hechos que ocurrieron hace bastantes años, en los 90, y sobre los que habrá que esperar a ver qué deciden los tribunales, y por otro de la previsión de un Gobierno (para España) a partir de 2016, 2017 y en adelante", ha remachado Santamaría. La vicepresidenta considera que "la estabilidad está por encima de los procesos de distintos partidos en distintos tribunales" y enmarcó así el caso que afecta de lleno al PP en varios lustros con los asuntos judiciales que han padecido otras formaciones, y especialmente el PSOE con el caso de los ERE en Andalucía. "La corrupción ha sido de todos y ha afectado a muchos", indicó.
Luego Sáenz de Santamaría ha añadido, de manera genérica, que "en España no hay impunidad porque no la hay" y también en alusión a que el juicio sobre esa época de Gürtel se está produciendo, aunque hayan pasado siete años y medio de instrucción. Y ha apostillado: "Respetamos los procesos judiciales".
Sáenz de Santamaría ha efectuado estos comentarios en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que ha rechazado explayarse sobre detalles o pormenores de la declaración judicial de Correa porque defiende que al Gobierno "no le corresponde" entrar en "la estrategia de defensa o de acusación de quienes forman parte de un proceso". Y ha agregado que quién debe dar "valor o credibilidad a unos u otros son los jueces".
En el entorno más directo de Rajoy tanto en La Moncloa como en el PP están más que aliviados tras comprobar cómo Correa se ocupó de precisar en la Audiencia Nacional que Rajoy no fue "cómplice" de la trama en los años en que trabajaron a destajo en ese partido y pagaron comisiones y sobornos y que tampoco ha aportado datos sobre la financiación ilegal de los populares. Correa sí ha dado mucha información sobre cómo su organización operó en varias campañas electorales y muy directamente durante años con el tesorero nacional, Luis Bárcenas. En varios de esos años Rajoy fue miembro del Gobierno como ministro de José María Aznar y vicesecretario nacional y hasta secretario general y responsable de campañas del PP.
Santamaría mantiene que Rajoy ya ofreció sus explicaciones varias veces en sede parlamentaria sobre su nula implicación en las tareas de gestión y económicas del PP en esa etapa porque estaba en la dirección política.
El Consejo de Ministros aprobó, además, este viernes el proyecto de prórroga presupuestaria que exige Bruselas dentro del procedimiento de déficit excesivo que tiene abierto a España, que será una actualización de las cuentas de 2016 conforme al último cuadro macroeconómico e incluirá una estimación de déficit para 2017.
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