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La fiscalía mantiene la petición de cuatro años para María Antonia Munar

La expresidenta del Parlamento balear pide perdón en el derecho a la última palabra

La expresidenta balear, Maria Antònia Munar.
La expresidenta balear, Maria Antònia Munar.CATI CLADERA (EFE)

La Fiscalía Anticorrupción mantiene para la expresidenta del Parlamento balear María Antonia Munar la petición de cuatro años de cárcel y multa de siete millones de euros en el proceso por jurado popular que se sigue contra ella y otras cuatro personas en la Audiencia Provincial de Palma por el cobro de un soborno para adjudicar un solar edificable. El proceso ha quedado en manos de las once personas que forman el jurado que decidirá si la expolítica se beneficia de una rebaja de las penas como pide su defensa, después de haber reconocido que exigió y cobró parte de un soborno de cuatro millones de euros por una adjudicación pública. Los fiscales Juan Carrau y Ana Lamas defienden que Munar no puede beneficiarse de ninguna circunstancia atenuante.

La exmandataria ha sido la única de los cinco acusados que ha querido hacer uso de su derecho a la última palabra. "Pido perdón, lo siento. María Antonia Munar es una cosa y Unió Mallorquina es otra", ha dicho a los miembros del jurado con la voz entrecortada. La presidenta del tribunal, Rocío Martín, hará entrega del objeto del veredicto al jurado, que se retirará a deliberar hasta alcanzar un acuerdo.

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Durante su informe final, el fiscal Carrau ha pedido a los miembros del jurado que no se sientan "intimidados" a la hora de imponer a Munar una pena de cuatro años sin atenuantes porque "el dolor que lleva aparejada la prisión no es responsabilidad suya", sino del que cometió del delito.

"Escuchando a la señora Munar es muy difícil no sentirse emocionado o sensible ante la situación", ha señalado el fiscal, que reconoce que la prisión "es durísima" tanto para el preso como para la familia. "La responsabilidad de ese sufrimiento no es de los que hacen cumplir la ley, sino del que se aprovechó del cargo público para saltarse la ley". Munar ha seguido la exposición del fiscal en este punto entre sollozos.

Según Carrau, no concurre la atenuante de confesión porque la expresidenta del Parlamento regional no ha ayudado con su relato al esclarecimiento de los hechos. Ha puesto el ejemplo del traficante que confiesa antes de pasar el control del aeropuerto que lleva droga en la maleta y de quién lo reconoce cuando la policía la encuentra en el equipaje tras realizar el registro. "Eso no tiene valor ninguno, no sirve para rebajarle la pena, lo dice el sentido común y el Tribunal Supremo".

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Sobre la consignación de 150.000 euros para reparar el daño, el fiscal tampoco está conforme porque el dinero ha sido puesto a disposición de la Audiencia Provincial para saldar las posibles multas, pero no ante el Consell de Mallorca que fue la institución perjudicada. En este punto, Carrau ha sido contundente: "Yo no sé de negocios, pero es de las mejores inversiones que hay. Devolviendo un 7% de lo cobrado del soborno, que podría ser casi lo que estos fondos le han producido de rentabilidad en los bancos, va a conseguir una rebaja de pena desproporcionada". 

Trato injustificable

El abogado de Munar, José Antonio Choclán, ha sido sustituido al estar participando en el juicio por el caso Gürtel, algo a lo que Munar manifestó tener que resignarse. El abogado Jesús Villamor ha censurado el "injustificable trato" que, a su juicio, la exlíder de UM ha recibido por parte del Ministerio Público. "Mi defendida ha realizado una confesión sólida, sincera y veraz", ha afirmado Choclán, quien defiende que Munar pueda beneficiarse de una circunstancia que rebaje su futura condena.

Considera el letrado que Munar ha sufrido un agravio comparativo con respecto al resto de coacusados, para quienes la fiscalía solicita penas menores a los dos años de cárcel y multas menos cuantiosas. "No hay más pruebas contra ella que su confesión", ha relatado Villamor ante los miembros del jurado, a quienes ha recordado que Munar es una "ciudadana más, como otra".

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