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La crisis interna del PSOE
Columna
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Paisaje antes de la batalla

Susana Díaz ha escenificado este jueves su voluntad de salir vencedora de la crisis que vive el PSOE

Susana Díaz, tras su intervención en el comité director del partido.
Susana Díaz, tras su intervención en el comité director del partido.PACO PUENTES (EL PAIS)

Susana Díaz ha escenificado este jueves su poderío y su voluntad de seguir hasta el final para salir vencedora de la crisis abierta que vive el PSOE. Pero lo ha hecho con más finura que otras veces; con mucho más sosiego, como queriendo dar una imagen de líder capaz de aglutinar a las distintas fuerzas que concurren a la lucha por el poder socialista. No se ha olvidado de responder a los ataques de Pedro Sánchez, al que no ha citado por su nombre, pero ha dejado una puerta abierta (más bien entornada) a solucionar las cosas por las buenas. Unir, coser, unidad y consenso fueron sus palabras.

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El discurso de la secretaria general de los socialistas andaluces, rodeada de sus fieles en Sevilla, era como el paisaje antes de una batalla que a estas alturas parece inevitable. De hecho, ya se han producido los primeros escarceos y no hay indicios de que vaya a firmarse la paz en el corto plazo. Al contrario, todo está preparado para la lucha en el comité federal.

La líder del PSOE andaluz empezó calificando la situación como grave, difícil, complicada... no ahorró calificativos. A estas alturas nadie duda de que ella misma forma parte del grupo de los críticos que han dicho “¡basta ya!”; que incluso los lidera. Por eso, algunos esperaban un anuncio importante con vistas a la reunión de mañana sábado. Pero no lo ha hecho.

Díaz ha intentado este jueves elevar el nivel del debate y huir, por lo menos públicamente, de los trazos gruesos de la discusión. Aunque no ha desaprovechado la ocasión para calificar de “temeridad y aventurismo” a la actual ejecutiva federal, y a Sánchez de “anteponer sus intereses personales a los de España y el PSOE”.

En un modo de actuar muy español, Díaz ha hecho la autocrítica a los demás. Ha destacado la sangría de votos que había sufrido el PSOE desde 2008 (seis millones) y se preguntó: “¿Por qué la gente no nos vota?”. Y ha respondido: “Porque nos hemos ido desconectando de la sociedad”. No sé si pretendía utilizar la tercera persona del plural en vez de la primera, pero ha aclarado que ella ha ganado y gobierna en Andalucía.

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Dos de las claves de su intervención han sido la posición ideológica y el recurso de acudir a los militantes para cerrar la crisis. Y en ambos casos ha sido muy explícita. La líder andaluza ha atacado a la derecha y a Podemos para situarse en esa posición de centro izquierda que llevó a Felipe González a gobernar durante casi 14 años. Recuperar un PSOE ganador.

Díaz ha querido cerrar la puerta a las consultas que pretende hacer Sánchez y ha dicho que “el PSOE no es patrimonio de sus militantes”. Ha puesto en valor a los electores y se mostró partidaria de la celebración de un congreso federal, aunque siempre después de que haya Gobierno.

Después de una semana durísima para el PSOE, unos y otros se preparan para enfrentar sus posiciones en el comité federal. Sánchez sigue encastillado en Ferraz y Díaz parece que ultima su estrategia para dejar de amagar, dar la cara, intentar liderar el partido y dejar de ser “la reina del penultimatum”.

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