¿De qué depende el futuro de Feijóo?
El candidato del PP en Galicia se ha comprometido a seguir en su comunidad si gobierna pero es la mejor baza popular tras Rajoy
“Depende” no es solo una respuesta tópica que se atribuye a la indefinición de los gallegos para mojarse ante cualquier dilema. Según Alberto Núñez Feijóo es también una filosofía. En el cierre de campaña, el viernes en Vigo y delante del gallego Mariano Rajoy y de otros 1.000 paisanos, el candidato del PP a la Xunta de Galicia aportó su propia teoría sobre por qué los foráneos “no nos entienden” cuando un gallego contesta “depende” si se le interroga sobre cuál es la playa más bonita o la mejor comida: “A los gallegos no nos interesan las respuestas y sí las preguntas”.
Este domingo la cuestión básica que se plantea en Galicia es sobre su futuro político y el candidato, su partido y sus simpatizantes responden hasta con una canción de Los Limones que “En Galicia sí”. Eso no quiere decir, tajantemente, que Feijóo solo tenga carrera por delante en su comunidad aunque en la campaña se haya comprometido varias veces a que su contrato político será con Galicia hasta 2020.
El futuro de Feijóo también depende, claro y en primer lugar, de su resultado en las urnas este domingo, de cuánto aguante Mariano Rajoy al frente de su presente en funciones y del PP nacional y de cómo se aborde de abierto el próximo congreso nacional del partido, donde la mayoría de los nuevos dirigentes quieren resolver ese enigma con sus primarias.
Feijóo, mientras tanto, se deja querer por todo su partido y por sus símbolos porque es de hecho su mejor baza ante una nueva era postRajoy. Es el único presidente autonómico con mayoría absoluta. Ayer pasó parte de su jornada de reflexión tomando un café en un moderno chiringuito de la emblemática Alameda de Santiago con el histórico expresidente gallego Gerardo Fernández Albor, que acaba de cumplir 99 años. Feijóo le recordó a su antecesor en el cargo una visita que éste le efectuó en 2008 cuando aún era un diputado raso en la oposición y le auguró que sería presidente porque había nacido en septiembre como él y como John Fitzgerald Kennedy. Las enciclopedias reflejan que JFK nació en mayo.
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