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El fuego arrasa cerca de 6.000 hectáreas en Ourense en dos días

Las llamas devoran 800 hectáreas del parque natural de O Xurés y ponen en peligro núcleos de población

Miembros de la Unidad Militar de Emergencia realizan labores de extinción en el incendio de Entrimo.Foto: reuters_live | Vídeo: BRAIS LORENZO (EFE) / ATLAS

Las llamas acosan por todos sus frentes la provincia de Ourense. En apenas 48 horas, el fuego ha devorado cerca de 6.000 hectáreas, buena parte de ellas en zonas protegidas, de gran valor ecológico, poniendo en peligro núcleos de población. Desde el mediodía del martes, más de media docena de incendios forestales se ceban con esta provincia, la única del interior de Galicia, rural y envejecida.

Las zonas más afectadas hasta el momento se encuentran en los municipios de Oímbra, con más de 1.500 hectáreas arrasadas y de Entrimo, en donde el fuego permanece todavía descontrolado tras devastar 2.500 hectáreas y adentrarse en varios pueblos. En este último término municipal, las llamas penetraron en el parque natural de O Xurés, una joya ecológica declarada Reserva de la Biosfera que posee una decena más de calificaciones medioambientales. Pese a ello, según datos oficiales de la Xunta, solo entre 2002 y 2012 se registraron en este entorno protegido 2.200 incendios. Una sucesión de fuegos imparable hasta el momento.

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El alcalde de Entrimo, Ramón Alonso (PSdeG), ha denunciado este jueves la "falta de medios" y la actuación "descoordinada" del operativo en el incendio registrado en su municipio. Alonso asegura que de haberse atacado el fuego desde su inicio no habría alcanzado las consecuencias "desmedidas" tras mantenerse activo durante dos días. El regidor lamenta, además, la "escasa información" ofrecida por la Xunta y asegura que no ha recibido "ni una llamada" del Gobierno gallego en relación con el seguimiento de las tareas contra el fuego.

El gobierno gallego desactivó a mediodía de ayer la alerta que había decretado el martes en el Ayuntamiento de Muíños, incluida en el parque de O Xurés, por la proximidad del fuego a las viviendas. En ese municipio las llamas devoraron 800 hectáreas.

A media tarde, la Consellería de Medio Rural se veía obligada a decretar un nuevo nivel 2 en el municipio próximo de Entrimo —con una importante zona incluida en el mismo parque natural limítrofe con el Gerês portugués— en donde dos nuevos focos acechaban las casas de varias aldeas. A última hora de la tarde, las llamas avanzaban sin control hacia Portugal, según sostienen fuentes de las brigadas contraincendios.

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No han sido las únicas situaciones de peligro que se han registrado en esta provincia. La Xunta ha mantenido desde el martes el mismo nivel de alerta para otro incendio colosal que ha arrasado más de 1.500 hectáreas en el municipio de Oímbra, próximo también a Portugal. En la comarca de Verín, el fuego cercó también tres aldeas, arrasó 238 hectáreas y se aproximó al castillo medieval de Monterrei, municipio en el que esta mañana se ha desactivado la alerta 2. A estos fuegos se han sumado otros en Boborás, con 600 hectáreas afectadas, Carballiño y O Barco de Valdeorras.

La situación ha sido tildada de "apocalíptica" por el Comité de Defensa do Monte Galego —plataforma integrada por diversas asociaciones que reclaman una nueva política agroforestal de lucha contra los incendios— que a comienzos de verano denunció el "retraso en las labores de prevención" por parte del gobierno autonómico recalcando de que los incendios "se apagan durante todo el año", y alertó de carencias en los equipamientos básicos de los agentes forestales. La Xunta ha respondido a las denuncias defendido la "alta eficacia" del dispositivo contra incendios que, según el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, está "evitando males mayores" en los grandes fuegos registrados y que “han salvado situaciones muy complicadas”. El presidente, Alberto Núñez Feijóo, ha condenado la acción "intencionada y criminal" de los incendiarios para "crear alarma y destruir el patrimonio medioambiental". Feijóo ha subrayado la intencionalidad de prender fuego hacia el anochecer "sabiendo que para los medios aéreos que intervienen en las labores de extinción no es posible volar por la noche".

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