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Calvo Sotelo, febrero de 1981, una sesión bajo amenaza

La regulación del divorcio y la OTAN centraron el debate "Hay que poner a los ciudadanos y a los grupos sociales ante esta realidad por amarga y dura que nos parezca"

J. G.
Leopoldo Calvo Sotelo y Adolfo Suárez se abrazan en el debate de incestidura de 1981.
Leopoldo Calvo Sotelo y Adolfo Suárez se abrazan en el debate de incestidura de 1981.M. Flórez

La España de los ochenta recibía cada vez más influencias del exterior por su apertura democrática, las incipientes relaciones internacionales y el turismo extranjero. Eso hizo impostergable ciertas regulaciones, especialmente las que centraron el debate de investidura de Calvo Sotelo, sucesor de Adolfo Suárez tras su dimisión. La primera era social: el pueblo se preocupaba por el divorcio y los políticos por la regulación del divorcio, pues el futuro presidente no contaba con los apoyos necesarios para conseguir una mayoría absoluta y en el debate de investidura no quiso posicionarse sobre la ley que preparaba para impedir la ruptura de su partido. La segunda, entre política y económica, era la entrada en la OTAN, duramente criticada por la oposición. El fallido intento de golpe de Estado del 23-F irrumpió en el debate de investidura.

Nuebe de palabras del discurso de investidura de Leopoldo Calvo Sotelo.
Nuebe de palabras del discurso de investidura de Leopoldo Calvo Sotelo.
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Sobre la firma

J. G.
Reportero en la sección de Narrativas Visuales. En el periódico también ha cubierto la actualidad en la sección de última hora y contó su vuelta al mundo en El Viajero. Es licenciado en Derecho y Periodismo y máster de Periodismo de EL PAÍS.

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