Pedro Sánchez, marzo de 2016, un intento inédito y fracasado
Los resultados electorales más fragmentados de la democracia llevaron a un bloqueo político "No entendí el encargo del Rey Felipe VI como una invitación que pudiera rehuir, sino como un deber ineludible"
Los votantes entregaron a los políticos los resultados electorales más fragmentados de la democracia, con cuatro partidos repartiéndose 322 escaños. El Partido Popular, con 123 diputados, había cosechado el peor resultado obtenido por un partido ganador de las elecciones en la historia democrática. La economía impregnaba el discurso político: la tasa de desempleo antes de los comicios ascendía al 21,28%, con 4,8 millones de parados. El PIB, por su parte, había crecido en 2015 un 3,2%, el mayor aumento del valor añadido que generaba la economía española desde 2007. Mariano Rajoy no se presentó a la sesión de investidura; PSOE y Ciudadanos habían firmado un acuerdo insuficiente para gobernar por el número de diputados y Podemos negaba su apoyo a Sánchez. El socialista Pedro Sánchez pedía en el Congreso de los Diputados un “Gobierno del cambio y del diálogo” que terminase con una situación de bloqueo político: así se llegaba a la primera sesión de investidura infructífera de la historia constitucional.