Dos provincias en pie de guerra contra la gestora del PSOE gallego
La dirección ignora los recursos de Pontevedra y Ourense y registra unas listas con cambios de última hora
Primero fue Pontevedra y ayer, a punto de acabarse el plazo, Ourense. Las dos provincias del sur de Galicia se han levantado contra la gestora del PSdeG-PSOE, después de que la dirección acordase de forma unilateral, sin consultar a las bases, cambiar varios nombres de las listas para las elecciones autonómicas del 25-S y variar en ellas, además, el orden de los candidatos. Las históricas fricciones entre las distintas familias del socialismo gallego han empezado a producir chispas desde que el pasado viernes se supo que el candidato a la presidencia de la Xunta, Xaquín Fernández Leiceaga, de la mano de Ferraz, asumía la responsabilidad sobre unas candidaturas que desdecían a las consensuadas en cada provincia.
Contra esto, primero la dirección del PSdeG en Pontevedra —con el todopoderoso alcalde de Vigo, Abel Caballero, dirigiendo desde la trinchera— y después la de Ourense —con el ex secretario general Pachi Vázquez en la trastienda—, presentaron recursos que la dirección (una gestora provisional nombrada tras las imputaciones masivas del exlíder José Ramón Gómez Besteiro) ha ignorado. Ayer por la tarde, el PSOE gallego registraba las listas para las elecciones autonómicas en la Junta Electoral sin enmendar ni una sola de las modificaciones introducidas de forma unilateral.
En el caso de Ourense se alteró el orden de los puestos. La representante del partido en la capital provincial, Carmen Rodríguez Dacosta, afín a Leiceaga, ascendió hasta el número tres, relegando a la quinta plaza a la secretaria de Organización provincial, María Quintas, próxima a Pachi Vázquez. En Pontevedra, las listas que contaban con el respaldo de las bases fueron cambiadas de una forma más profunda, al irrumpir en ella tres nombres que habían sido descartados. Estos candidatos repescados por la dirección son Patricia Vilán (nueva portavoz parlamentaria tras la dimisión de José Luis Méndez Romeu a causa de su derrota en las primarias contra Leiceaga); Julio Torrado, de Vilagarcía, y Gonzalo Caballero, sobrino de Abel Caballero y a la vez la voz más crítica con el alcalde en la ciudad de Vigo. Abel Caballero, presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, se revuelve contra este cambio que sitúa a su pariente como número cinco, puesto de salida, en la lista por Pontevedra. Según acaba de publicar esta tarde La Voz de Galicia, en protesta por el desplante de la gestora, varias personas de la órbita del alcalde de Vigo han renunciado a ir en la candidatura, aunque ocupaban algunos de los últimos puestos.
Las Xuventudes Socialistas enviaron este fin de semana una carta de protesta porque no se les tuvo en cuenta. "Nos sentimos traicionados, engañados y defraudados", afirman. Según la organización juvenil del PSOE en Galicia, a ellos se les dan las "sobras" después de "repartirse los puestos según las familias socialistas que existen".
Esta mañana, María Quintas, rebajada a la quinta posición en Ourense, ha convocado una rueda de prensa para confirmar que acatará su nuevo puesto y seguirá "trabajando" por el partido, a pesar de que se trata de una "decisión arbitraria, injustificada e inexplicable que no representa el sentir de la mayoría de los militantes". Quintas ha puesto, además, en entredicho la autoridad de una gestora que "no ha sido elegida" por las bases y que, "no se sabe por qué motivo", "sigue dirigiendo el PSdeG" de forma provisional "después de demasiados meses". "No vamos a consentir", ha advertido, "el desprecio" y "la falta de respeto" a los militantes de Pontevedra y Ourense.
Por su parte, desde Vigo, Abel Caballero ha vuelto a arremeter públicamente, como en los últimos días, contra la comisión gestora y se ha declarado "decepcionado" con todos los que avalaron esta decisión, en referencia a los órganos federales del PSOE. "La estructura del partido tomó su decisión", ha dicho, "sin escuchar siquiera la voz de los alcaldes socialistas, de la presidenta de la Diputación de Pontevedra y de los militantes" que habían propuesto una lista "pactada, dialogada y consensuada".
Las candidaturas, ha recordado Caballero, han sido esta vez "cambiadas en los despachos, en contra de las bases, en contra de los que ganaron elecciones". Y luego ha seguido abundando: "Llevo toda la vida en el PSOE, que yo recuerde nunca se cambió una lista para las autonómicas en contra de las agrupaciones. Ahora parece que eso ya no es así". "No podemos hacer discursos públicos de que respetamos a las bases y de que somos diferentes al PP cuando eso no existe", ha lamentado por su parte desde Ourense María Quintas.
Mientras tanto, Xaquín Fernández Leiceaga acudía esta mañana a un acto preelectoral en Betanzos (A Coruña) con motivo de la salida de la etapa de la Vuelta Ciclista a España, pasaba página y hablaba de turismo: "Tenemos que poner en valor nuestros atractivos, como la naturaleza, la gastronomía, la cultura y nuestra identidad". También lanzaba un mensaje por el cambio: "El PSdeG apuesta por abrir un nuevo tiempo y una nueva etapa, con un proyecto renovado para atender las demandas de los ciudadanos y ser una alternativa sólida al PP... Galicia necesita un nuevo impulso desde valores progresistas". Al final, y solo ante la insistencia de los periodistas, hablaba de la crisis interna, invitando a los sublevados a tener la "mente abierta", "mirar hacia delante" y pensar "en el futuro". Y ha defendido, en referencia a Abel Caballero: "También en Pontevedra se ha hecho un esfuerzo por mantener los equilibrios internos".
La guerra en las filas del PSOE gallego a menos de un mes de las elecciones autonómicas no hace más que tupir de rosas el camino de Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta y candidato popular, hacia las urnas. Los roces dentro de los otros partidos (además de la situación de la formación del Gobierno de España) son una de las armas favoritas del PP en esta precampaña. Mientras Podemos y En Marea se debatían hace unos días entre coalición e integración, y ahora que los diferentes clanes socialistas evidencian su enfrentamiento en una sucesión de actos públicos, Feijóo se hace fuerte repitiendo hasta la saciedad que el PP está "unido", que de sus filas nadie se sale ni levanta la voz más de la cuenta. Mientras tanto, según él, sus rivales se pierden en "líos y vendettas".
