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Tres mujeres y cuatro hombres a la conquista de Ajuria Enea

Las designaciones de Nicolás de Miguel (Ciudadanos) y Ruth Hernández (Verdes) completan el plantel de candidatos para los comicios

Pedro Gorospe
El lehendakari Íñigo Urkullu y la candidata del PSE, Idoia Mendía en 2014 durante las negociaciones presupuestarias
El lehendakari Íñigo Urkullu y la candidata del PSE, Idoia Mendía en 2014 durante las negociaciones presupuestariasL RICO
Más información
El lehendakari y candidato del PNV, Iñigo Urkullu
Arnaldo Otegi, candidato de EH Bildu
Pilar Zabala, candidata de Podemos
Idoia Mendia, candidata del PSE
Alfonso Alonso, candidato del PP
Nicolás De Miguel, candidato de Ciudadanos
Ruth Hernández, candidata por Recortes Cero-Grupo Verde

El próximo 25 de septiembre, tres mujeres y cuatro hombres lucharán por la presidencia del Gobierno vasco, salvo que PP, Ciudadanos y UPyD impugnen, como han anunciado, la candidatura de Arnaldo Otegi (EH Bildu). Descartada, salvo sorpresa, la participación de Gorka Maneiro como el octavo candidato a lehendakari el 25-S, ante las dificultades de UPyD para lograr el único escaño que las encuestas dan ahora a Ciudadanos, las elecciones vascas tendrán que resolver si el PNV, Podemos o la Izquierda Abertzale consiguen, primero la representación suficiente en las urnas y, después, el mayor número de apoyos para investir lehendakari a sus cabezas de lista.

Íñigo Urkullu (Alonsotegi, 1961) profesor en excedencia, encabeza el PNV, la odontóloga forense Pilar Zabala (Tolosa, 1968) competirá por la coalición Podemos Equo y Ezker Anitza-IU, Arnaldo Otegi (Elgoibar, 1958) por la izquierda abertzale (EH Bildu), la abogada Idoia Mendia (Bilbao 1965) por el PSE, y el también abogado Alfonso Alonso (Vitoria, 1967) por el PP. Los últimos en incorporarse a la carrera han sido el historiador Nicolás de Miguel (San Sebastián 1963), elegido por las bases candidato a lehendakari por Ciudadanos la madrugada del jueves, y la licenciada en psicopedagogía, Ruth Hernández (Bilbao 1976) por la coalición Recortes Cero-Grupo Verde, quien ha anunciado este jueves que concurre en las tres provincias vascas. 

Las elecciones generales del 26-J, que son el antecedente más inmediato, dejaron un panorama rompedor. La formación morada ganó al PNV en escaños y en votos, abriendo la puerta a un cambio de ciclo en las autonómicas que desaloje a los nacionalistas vascos de Ajuria Enea, por segunda vez desde 1980. La primera fue en 2008, cuando el socialista Patxi López, con el apoyo del PP, acabó con la presidencia que Juan José Ibarretxe ostentaba desde 1999.

Sin posibilidad de segundas elecciones

Pese a la fragmentación y a que los resultados pueden ofrecer un panorama similar al del resto del Estado, sin mayorías absolutas, en Euskadi no habrá bloqueo. El reglamento del Parlamento no prevé la repetición de las elecciones. La investidura del lehendakari requiere mayoría absoluta en la primera votación. Pero si no la logra, se repite al día siguiente, y en la segunda vuelta solo se requiere mayoría simple. Es imposible que haya más votos en contra que a favor ya que al candidato solo se le puede apoyar o abstenerse. Íñigo UIrkullu fue elegido en 2012 por solo los 27 diputados del PNV, de los 75 que tiene la Cámara. Laura Mitegi, de Bildu, logró los 21 votos de la coalición abertzale y la abstención del resto de la Cámara.

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Otra cosa es la gobernabilidad posterior. Para que el lehendakari pueda sacar adelante los presupuestos y gobernar con cierta estabilidad, sí necesitará apoyos. Para Íñigo Urkullu (Alonsotegi, 1961) y el PNV, el apoyo de los socialistas vascos, una alianza casi histórica, sería lo ideal. Con 27 del PNV y 11 del PSE, lograrían la mayoría absoluta, algo que las encuestas consideran probable. Pero si la candidata de Podemos, la odontóloga forense Pilar Zabala, es capaz de mantener el electorado de Podemos de la elecciones generales, sigue sumando votos de la izquierda abertzale, y logra enganchar a algunos de los descontentos en la filas socialistas, la situación podría complicarse para los de Andoni Ortuzar.

El recambio de los socialistas para el PNV podrían ser los populares, si consiguen frenar el descenso con la impronta del exministro de Sanidad y presidente de los populares vascos, Alfonso Alonso. Pero un acuerdo PNV-PP no parece fácil.Eso salvo que se forme en Madrid un nuevo gobierno que abra el diálogo y empece a considerar lo que los nacionalistas consideran la agenda vasca, es decir, política penitenciaria, inversiones, actualización del Concierto Económico y avances en algún tipo de consulta pactada.

El papel de Otegi para frenar la sangría de votos de EH Bildu empieza a ser cuestionado. Es el líder llamado a resolver ese problema y a aglutinar a las facciones que cada vez con más fuerza cuestionan los giros en temas capitales para los independentistas, como los presos, o la territorialidad, pero no está claro que pueda hacerlo. La competencia que le ha surgido con Podemos y con el perfil de Pilar Zabala añade más incertidumbre. El PSE de Idoia Madía va a tener que luchar muy duro para consolidar un hueco y crecer en ese contexto. Nicolás de Miguel, que salió de UPyD tras criticar con dureza al partido que entonces controlaban Rosa Díez y Gorka Maneiro, va a luchar por el escaño de este último al que las encuestas le sacan del Parlamento vasco.   

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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