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Las negociaciones para formar gobierno

La decoración también manda mensajes políticos

El cambio de la mesa en la reunión entre Rajoy y Rivera es un signo discreto de que algo se mueve

A la izquierda, reunión entre Rajoy y Rivera el 11 de febrero. A la derecha, su encuentro del 3 de agosto.
A la izquierda, reunión entre Rajoy y Rivera el 11 de febrero. A la derecha, su encuentro del 3 de agosto.Congreso / Bernardo Pérez

Las negociaciones para formar un nuevo Gobierno están en el limbo. A falta de avances sustanciales, queda fijarse en el decorado. En las reuniones entre el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, hubo al menos dos cambios sustanciales entre febrero y agosto. Con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, los cambios fueron solo de actitud.

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La elección de la sala es un pequeño examen en comunicación política, a menudo con detalles poco sesudos. Las reuniones públicas tienen su peso: “No haces una reunión con fotógrafos si no quieres mandar un mensaje”, dice Nacho Corredor, consultor de comunicación. Los cambios de sillas, mesas, alfombras o cuadros los acuerdan los partidos con el permiso de protocolo del Congreso, que no accede a todo. El criterio de los funcionarios es que no comprometa la imagen institucional del Congreso.

En sus reuniones de febrero, julio y agosto en el Congreso, Rajoy y Sánchez, se han visto siempre en la misma sala: la antesala del comedor de gala. Es un espacio institucional que se utiliza para tomar algo cuando hay comidas de honor. Aunque cuentan en el Congreso que a Federico Trillo se le veía comer a menudo allí.

El gesto más notable fue en febrero, cuando Rajoy no devolvió el encaje de manos que le ofrecía Sánchez. Se abrochó la chaqueta mientras Sánchez estiraba el brazo. Ambos partidos rebajaron luego la gravedad. En aquel momento, Pedro Sánchez era quien tenía el encargo del Rey para formar Gobierno.

En julio y, sobre todo en agosto, la situación se ha revertido. Está todo calculado, pero también pueden escaparse ademanes: “Cada uno proyecta lo que lleva dentro o lo que piensa”, dice Luis Marañón, consultor político. Sánchez da la mano y parece afable. El motivo podría ser que la agresión ya está hecha: ha prometido y repetido que no va a investirle. “Eso es ya bastante agresivo, no le hace falta serlo más”, dice Corredor. Rajoy está a su vez más relajado: “Quiere transmitir la idea de que es alguien con quien se quiere pactar”, dice Marañón.

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Rajoy y Sánchez entran juntos al lugar de reunión, donde les esperan los fotógrafos. Ese inicio truncado de encuentro tiene también interpretación: parece que los protagonistas hayan estado ya hablando en privado y lleguen al espacio de la foto solo para la imagen.

Cuadro y mesa nuevos

El espacio donde se reúnen Sánchez y Rivera con Rajoy es distinto porque así no parece que uno convoca y los otros acuden. La distinción da sensación de campo neutral. Las reuniones de Rajoy con Rivera son en la sala Comedor de una de las ampliaciones del Congreso. En febrero tenían detrás de sus cabezas el cuadro “Jeu de Paume”, de Antoni Tàpies. En la parte central de la imagen hay presuntamente un signo de sumar. La metáfora era para niños: “Rajoy + Rivera”.

Aunque Tàpies no se quejaría porque su cuadro se hubiera interpretado como el signo de sumar, esa cruz es más bien otra cosa: “Tàpies tiene un artículo donde explica que la cruz puede ser una cruz cristiana pero también es la T de Tàpies y la T de su mujer Teresa”, dice Eulalia Tort, autora de una tesis sobre el pintor. “También es la conjunción de dos opuestos como el ying-yang”.

En julio lo cambiaron. Fuentes de ambos partidos dicen que consensuaron cambiar el cuadro por “renovar la imagen”, sin que hubiera una iniciativa específica de una de las formaciones. A Tàpies le ha sustituido otro pintor informalista, Martín Chirino, con su “Raíz del viento”.

En la reunión del pasado miércoles, hubo otro cambio: la mesa y las sillas. Hasta ahora, los encuentros habían sido en pequeños sillones con una mesa baja. La interpretación era simple: vamos a charlar, sin más pretensiones. La mesa alta y las sillas en cambio implican trabajo. “Ahora lo que faltan son unos papeles”, dijo Rajoy al entrar ante las cámaras. “La mesa es símbolo de donde se toman las decisiones importantes y se alcanzan acuerdos. En la mesa se igualan los pares de una negociación”, dice Albert Medrán, experto en comunicación política y director de comunicación de Change.org.

La metáfora del inicio de una negociación y de ponerse a trabajar es aplastantemente evidente. Ciudadanos ha presumido siempre de responsabilidad y apertura a negociar. La mesa de trabajo no es una imagen que parezca molestarles, aunque desde el partido de Rivera dicen que la iniciativa del cambio de mesa fue del PP. Desde el Partido Popular parecen confirmarlo: “Más allá de quien haya sido la iniciativa de las modificaciones en la sala, lo importante es que los cambios se han consensuado”, dicen. Algún acuerdo han logrado.

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