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Conde trae papeles de Suiza para avalar que el dinero no era de Banesto

El exbanquero mantiene que los millones proceden de la venta de Antibióticos S. A. a Montedison Los fondos fueron transferidos desde el país helvético a Londres a través de una firma panameña

Mario Conde, a la derecha, tras salir de la cárcel.
Mario Conde, a la derecha, tras salir de la cárcel.MARISCAL (EFE)

Asesores del expresidente de Banesto Mario Conde trabajan contra reloj para tratar de justificar el origen de la fortuna del exbanquero encarcelado el pasado abril por el presunto blanqueo de 13 millones de euros. Tras salir de prisión bajo fianza de 300.000 euros, abogados de confianza de Conde viajaron a Suiza para recabar abundante documentación bancaria que supuestamente acreditaría que los 13 millones que el empresario repatrió a España durante 17 años no proceden del saqueo de Banesto, tal y como sostiene la Fiscalía Anticorrupción en la querella que precipitó la detención del hombre que encarnó a finales de los ochenta la cultura del pelotazo.

La documentación facilitada a los letrados de Conde por la banca helvética revela supuestamente que fue el propio exbanquero quien, en 1987, antes de desembarcar en la presidencia de Banesto, en noviembre de 1988, realizó dos transferencias a Suiza: primero, una de 20.000 dólares y, después, otra de 13 millones.

Según fuentes del entorno de Conde, ese dinero procedía de la venta del laboratorio Abelló y Antibióticos S. A. a la firma italiana Montedison. Un negocio de 400 millones de dólares (362 de euros) que permitió a Conde hacerse con la presidencia del banco con ayuda del empresario Juan Abelló. La documentación recabada por los letrados en Suiza será aportada en breve al juez Santiago Pedraz, instructor de la causa, quien cotejará ante las autoridades helvéticas la veracidad, o no, de los extractos bancarios y las fechas de las transferencias. El exbanquero ya fue condenado en 2002 a 20 años de cárcel por apropiación indebida de fondos de la entidad.

Según la versión ofrecida por Conde a su entorno, una vez colocado el dinero en Suiza, se transfirió a una cuenta en Reino Unido a nombre de una sociedad panameña. Ese capital, subrayó el exbanquero, fue repatriado a España para solventar las necesidades financieras de empresas participadas por sus dos hijos, Mario y Alejandra. Junto a Conde, también ingresó en prisión, el pasado abril, su abogado, Francisco Javier de Vega, acusado de urdir la operativa societaria para traer a España el dinero desde Reino Unido. El letrado montó empresas instrumentales en varios países para canalizar esos fondos antes de reenviarlos a España, donde fueron invertidos en las compañías del entorno de Conde a través de falsos préstamos y ampliaciones de capital.

Colaborador del CNI

En el registro de la Guardia Civil en el despacho de este abogado había abundante documentación reservada del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Los agentes se llevaron esos papeles, ignorando que una parte de la información estaba relacionada con operaciones del CNI en el extranjero. De Vega colaboraba con este organismo creando sociedades que realizaban pagos con fines secretos. Esta información se encuentra ahora en la causa sobre Conde, pero no será entregada a las partes y se devolverá al CNI.

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De Vega declaró ante la Guardia Civil, tras ser detenido, que la hija de Mario Conde, Alejandra, le contó que el dinero bajo sospecha procedía de una herencia de sus abuelos maternos.

Si se confirma que los 13 millones repatriados no proceden de Banesto, el delito de blanqueo de capitales que atribuye a Conde la Fiscalía Anticorrupción quedaría comprometido, según fuentes jurídicas. Pero no así, a priori, los delitos fiscales que se le imputan. Tampoco, al menos de momento, los de insolvencia punible. El exbanquero solo ha pagado 12 de los 26 millones de euros que debe abonar a Banesto por la condena derivada del saqueo (pues está condenado por llevarse 900 millones de las antigua pesetas cuando era su presidente).

Fuentes jurídicas sostienen, no obstante, que habría prescrito una parte de los siete delitos fiscales que se le imputan (el dinero no declarado de los rendimientos en el extranjero). Y no ven factible jurídicamente que se pueda aplicar al exbanquero un blanqueo de capitales (aflorar fondos de procedencia ilícita) por el dinero ilícito no declarado al fisco que se depositó en Suiza en 1987 y ahora aflorado.

A sus 68 años, Conde fue detenido el pasado 12 de abril por blanqueo y delitos fiscales en el marco de la Operación Fénix. El exbanquero, según Anticorrupción, recurrió a testaferros (sus dos hijos y colaboradores) y levantó un entramado de ocho sociedades radicadas en Suiza, Reino Unido, Países Bajos, Luxemburgo y Emiratos Árabes Unidos para retornar el dinero, según la investigación.

El exbanquero está en libertad desde el pasado 14 junio tras abonar 300.000 euros, que pagó su procurador en esta causa, Argimiro Vázquez. La fianza la iba a desembolsar inicialmente, en nombre de Conde (avalando el pago con cuatro fincas), Jaime Ignacio Alonso García, presidente de la Fundación Francisco Franco. El juez rechazó ese aval al entender que era insuficiente. El dinero finalmente lo depositó en nombre de Conde el procurador Argimiro Vázquez. De esta forma, el exbanquero evitó que el juez pudiera seguir el rastro de esos 300.000 euros, al ser Vázquez su representante jurídico en la causa.

Algunas acusaciones querían que se indagara la procedencia de estos fondos. El juez ha rehusado hacerlo para no vulnerar el derecho de defensa del exbanquero.

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