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Rajoy pretende pactar límites a la reforma constitucional

Ministros como Margallo y Catalá admitieron la posibilidad de actualizar las competencias autonómicas

El presidente en funciones, Mariano Rajoy.
El presidente en funciones, Mariano Rajoy.JULIÁN ROJAS

Una reforma de la Constitución con el mismo nivel de consenso que el conseguido en la Transición, sin prisa para que se elabore durante toda la legislatura que se inicia y, sobre todo, que de antemano se fijen los límites, hasta dónde se ha de llegar. Así es la propuesta de reforma de la Constitución que pretende Mariano Rajoy dentro de las conversaciones para la investidura, según fuentes del Gobierno en funciones. Durante toda la legislatura trabajará una comisión parlamentaria que acabará, si hay acuerdo, con un referéndum.

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Mariano Rajoy no quiere abrir la subcomisión del Congreso sin que antes se fijen los límites y, por eso, buscará un acuerdo sobre hasta dónde llegar. Se creará porque la mayoría del PP no puede bloquearla y bastará la propuesta de grupos como el PSOE o Podemos, que la defienden, para que inicie su trabajo.

La participación del PP es vital porque con sus votos puede bloquearla en el Senado. En todo caso, si la reforma formara parte finalmente del acuerdo de legislatura, el líder del PP expondría en su discurso ante el Congreso las líneas por las que pretende que discurra.

No hay una propuesta cerrada de Rajoy y el PP, pero hasta ahora las líneas que han barajado tienen que ver con la propuesta que empezó a tramitar José Luis Rodríguez Zapatero, es decir, cambios en el Senado, en la preferencia del varón en la sucesión a la Corona y, el más delicado, retoque de competencias para incorporar las transferidas a las comunidades y blindar las del Estado.

Ahora, podría incluir referencias a la financiación autonómica para cerrar ese asunto para el futuro o cambios en el sistema electoral a petición de grupos como Ciudadanos. Pero, en todo caso, estableciendo límites a los trabajos de esa comisión parlamentaria en la que comparecerían expertos constitucionalistas, para trabajar durante toda la legislatura.

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Hay otras variables que tendrían que ver con los pactos de investidura como la petición del PNV para blindar el Concierto vasco y la negativa a eliminar la disposición transitoria cuarta que habla de Navarra y que Rajoy propuso eliminar en algún momento de la campaña electoral.

Hace casi un año, el presidente del Gobierno en funciones admitió la posibilidad de esa reforma, aunque luego evitó el tema, haciendo referencia a las propuestas que hizo hace años Francisco Rubio Llorente, expresidente del Consejo de Estado y exvicepresidente del Tribunal Constitucional. Y en el Gobierno han defendido públicamente esa reforma los ministros de Justicia, Rafael Catalá, y de Exteriores, José Manuel García Margallo.

Diferentes propuestas

Las dificultades para llegar al consenso están en la variedad de propuestas de los partidos. Por ejemplo, el PSOE, además de querer avanzar hacia el federalismo, propone tocar el capítulo de derechos y libertades para actualizarlos. Y Podemos defiende el derecho de autodeterminación.

Ciudadanos, partido con el que el PP podría pactar la investidura de Rajoy, ha formulado otras propuestas como la reforma radical del modelo de Consejo General del Poder Judicial y, sobre todo, un cambio del sistema electoral al que la misma noche del 26-J Albert Rivera condicionó el acuerdo. La Constitución de 1978 tuvo apoyo de la derecha y de la izquierda más extrema que era entonces el PCE, pero con matices, como que Alianza Popular (antecedente del PP) se abstuvo en la votación en el Congreso del Título VIII, el referido al modelo territorial.

Fuentes del Gobierno en funciones explican que el detalle de todas esas propuestas quedaría supeditado al trabajo de la comisión. La idea sería establecer antes los límites que no se puedan traspasar.

Los cambios siguen en manos del PP

La reforma de la Constitución requiere el voto de 210 de los 350 diputados. Solo el PP puede bloquearla, pero porque tiene la mayoría del Senado.

Solo se han llevado a cabo dos reformas rápidas y sencillas, impuestas desde el exterior. Ahora los dos nuevos partidos, Podemos y Ciudadanos, tendrían capacidad para forzar un referéndum incluso sobre esas.

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