Los radares también van en moto

Arranca una nueva operación salida. A las tres de la tarde de este viernes ha empezado el despliegue especial de la DGT con motivo de las vacaciones de verano, durante el que se esperan 84 millones de desplazamientos de largo recorrido. En esta ocasión, los efectivos de la Guardia Civil de Tráfico contarán con un nuevo instrumento para cazar a los conductores infractores: 60 radares ligeros que pueden trasladar los propios agentes en su motocicleta. "Estos cinemómetros, cuyo coste asciende a 1 millón de euros, darán una mayor versatilidad a la actuación de los guardias civiles. Podrán compatibilizar el control de la velocidad con el de otro tipo de infracciones", explicaba este martes la DGT.

Esta nueva operación salida llega en un complicado contexto de siniestralidad vial. El mes de junio ha acabado con 98 fallecidos en las vías españolas, frente a los 82 que se registraron en el mismo periodo de 2015. Esto supone una nueva subida de las víctimas este 2016: en cinco de los primeros seis meses del año —en todos, excepto en mayo— se ha producido un alza en comparación con el ejercicio anterior. En total, el primer semestre acumula ya 544 muertos, un 8% más que los 503 contabilizados en el mismo intervalo de tiempo de 2015.

Y los conductores se lanzan este viernes a la carretera, justo el día en que se cumplen diez años de la entrada en vigor del carné por puntos. "El balance desde la implantación de esta medida es indudablemente positivo. Sin embargo, vemos un amortiguamiento de esa dinámica", apunta Francisco Canes, presidente de la asociación de víctimas DIA, en referencia al frenazo que ha sufrido el descenso de la siniestralidad en España en los últimos tres años. "Algunos conductores salen de los cursos como han entrado. Hay que liberalizar los cursos de sensibilización y reeducación, para que dejen de ser un monopolio y se expandan", apostilla el máximo representante del colectivo.