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Condenado un ladrón descubierto al olvidar una figura del bautizo de su hija en la casa asaltada

El Supremo impone una pena de siete años y nueve meses de prisión al hombre

Fachada del Tribunal Supremo.
Fachada del Tribunal Supremo.Uly Martín
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El Tribunal Supremo ha condenado a siete años y nueve meses de prisión a un ladrón que fue descubierto al haber olvidado una figura del bautizo de su hija en una cama de la vivienda asaltada en Barcelona y que la víctima entregó a la policía.

"Difícilmente puede encontrarse una pista más incriminatoria", ha considerado el alto tribunal. La figura de bautizo permitió a la policía iniciar una investigación, que concluyó con la detención del condenado. La policía investigó todos los bautizos que se habían celebrado en Barcelona en los que se entregó el mismo recordatorio y localizó a la madre de la niña bautizada y expareja del acusado. La mujer les entregó una fotografía en la que aparecían algunos de los asistentes del bautizo. Los agentes mostraron la imagen a la víctima y al verla pudo identificar al asaltante.

El condenado denunció en su recurso la fiabilidad del reconocimiento fotográfico, ya que a la víctima solamente se le mostró una foto, en la que aparecen 10 personas de características muy diferentes. La Sala Segunda indica que no se vulneró la regla de mostrar una pluralidad de fotografías de los archivos policiales y que la víctima examinó la imagen "sin sugestión alguna".

Los hechos ocurrieron el 29 de octubre de 2013. Tres hombres se presentaron en casa de la víctima, que les abrió la puerta al creer que eran los mismos trabajadores que habían estado antes en la vivienda realizando unos trabajos para recoger unas herramientas. Los asaltantes, según la sentencia, se lanzaron violentamente sobre ella, le colocaron un cuchillo en el cuello, la  amordazaron y ataron. Después llevaron a la mujer a una habitación donde había una caja fuerte, de la que se llevaron 1.500 euros, y consiguieron a base de golpes que les entregara algunas joyas.

Finalmente, le taparon la cara con una toalla y le dijeron que estuviera 20 minutos sin moverse y sin llamar a la policía porque la matarían. La víctima pudo liberarse y llamó por teléfono a su hija que acudió al domicilio junto a los agentes. Los asaltantes se llevaron ordenadores y teléfonos móviles, joyas y dinero en efectivo.

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