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PULSO ELECTORAL
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Partidos ‘duros’ y ‘suaves’

El PP y Unidos Podemos generan mucho más rechazo en el electorado rival que el PSOE y Ciudadanos

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Nunca digas nunca jamás. En la vida cotidiana se cumple. Todos en algún momento hemos terminado haciendo algo que nunca imaginamos, es más, que siempre negamos que íbamos a hacer. Pero ¿pasa lo mismo en la política? ¿Acabaremos votando a un partido al que siempre negamos nuestro apoyo? A la vista de los datos del último sondeo de Metroscopia, los estados de negación o rechazo hacia los diferentes partidos son dispares. Simplificando, podríamos dividir las cuatro grandes opciones en dos grupos: marcas duras o menos aceptadas (PP y Podemos) y marcas suaves o más toleradas (PSOE y Ciudadanos).

Cuando a los posibles votantes del PP se les pregunta a qué partido no votarían en ningún caso, se muestran muy contundentes con Unidos Podemos (un 92%), pero sorprendentemente benevolentes con el PSOE (28%), y bajan totalmente la guardia con Ciudadanos: tan solo un 4% asegura que nunca les votaría. Sin embargo, si miramos el rechazo que el PP provoca en los votantes de los demás partidos, vemos que es bastante más alto: un 98% entre los de Unidos Podemos, un 81% entre los del PSOE y, aunque desciende en el caso de Ciudadanos, dada la cercanía ideológica, el rechazo se mantiene en un estimable 37%.

Si saltamos a las filas de Unidos Podemos, la otra marca dura, nos encontramos con que, entre sus votantes, el 98% asegura que nunca votaría al PP, pero la intolerancia baja significativamente al 32% en el caso de Ciudadanos y aún más para el PSOE: 24%. Otra cosa es el rechazo que Unidos Podemos provoca, que casi iguala al del partido de Rajoy. Nunca le apoyaría un 92% de votantes del PP, un 78% de Ciudadanos y un 40% del PSOE, cifra esta última elevada dada la cercanía ideológica, pero por lo mismo explicable al ser percibido Unidos Podemos por los socialistas como un competidor nuevo, como una amenaza casi letal.

Frente a las pétreas convicciones de populares y podemistas, que se miran entre sí desde muy lejos, y que son también observados por los demás desde una fría distancia, nos encontramos con una mayor permisividad en las filas del PSOE. Es verdad que los socialistas muestran un nivel de rechazo alto al PP (un 81% nunca le votaría), y que respecto a Unidos Podemos esa negación alcanza el 40%, pero se dulcifica absolutamente para Ciudadanos, situándose en un bajísimo 9%. Si hablamos del rechazo que provoca el PSOE, encontramos una interesante asimetría, ya que solo un 28% de votantes del PP no le votarían nunca, un 24% de Unidos Podemos y un 14% de Ciudadanos.

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Los posibles votantes de la formación de Albert Rivera son incluso más permisivos, especialmente con sus aledaños ideológicos, tanto por su derecha (solo un 37% no votaría nunca al PP) como por su izquierda (un 14% no votaría nunca al PSOE). Solo crecen las reticencias cuando se les pregunta por Unidos Podemos: un 78% nunca votaría a este partido. Y, quizá en consonancia, Ciudadanos es la opción que menos rechazo provoca: solo un 4% entre los posibles votantes del PP, un 9% entre los del PSOE y un 32% entre los de Unidos Podemos.

Tolerancia o debilidad

Nos encontramos pues ante dos marcas (Partido Popular y Unidos Podemos) que, salvo entre sus votantes, generan un alto nivel de rechazo. Y otras dos (PSOE y Ciudadanos) que son percibidas con mucha más benevolencia incluso por los que no les van a respaldar.

Pero en política el buen rollo no siempre es rentable, y lo que para algunos es un síntoma de tolerancia puede ser para otros —los más firmes defensores de una ideología o marca partidaria— una debilidad. Los datos parecen indicar que se es del PP o de Unidos Podemos, como se es del Madrid o del Barça: hasta la muerte, pase lo que pase y sin posibilidad de “traición”. El 26-J las urnas decidirán, pero de momento los sondeos colocan a los duros (PP y Unidos Podemos) a la cabeza de las probabilidades de victoria.

Gumersindo Lafuente es analista de Metroscopia.

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