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Un tribunal insta a seguir investigando al líder del PP en Almería

La Audiencia da luz verde a indagar si Amat benefició a un entramado de 103 empresas y 56 familiares

Joaquín Gil

La investigación que indaga si el hombre fuerte del PP en Almería, Gabriel Amat Ayllón, cometió prevaricación, cohecho y tráfico de influencias recibió este martes un balón de oxígeno. La Audiencia Provincial de Almería rechazó un recurso de apelación de Amat dirigido a enterrar las pesquisas que pretenden esclarecer si este político benefició desde el Ayuntamiento de Roquetas de Mar, donde es alcalde, a un entramado de 103 empresas conectado a 56 familiares. 

El presidente del PP de Almería, Gabriel Amat, en un acto de su partido en noviembre de 2012.
El presidente del PP de Almería, Gabriel Amat, en un acto de su partido en noviembre de 2012.EFE / Carlos Barba

Las prebendas se habrían sustanciado en adjudicaciones, contratos y licencias urbanísticas. Entre los agraciados por las decisiones municipales figuraría el propio alcalde, que llegó a darse contratos a sí mismo, según reveló EL PAÍS. Amat preside el PP provincial, la Diputación de Almería y el Comité Electoral de su formación en Andalucía, donde se proponen los candidatos al Senado.

El tribunal respalda ahora la idea de reforzar una investigación que arrancó en 2012. Una tesis que también sostienen la fiscalía y la acusación que ejerce la Asociación Mediterránea Anticorrupción y Transparencia (AMAyT), que sitúa a Amat en el epicentro de un supuesto clan que saqueó de las arcas municipales más de 100 millones de euros en dos décadas. La Audiencia recuerda en un auto notificado este martes que la causa apunta a la existencia de un “entramado social” vinculado a Amat que habría obtenido “cuantiosos beneficios” gracias a “decisiones urbanísticas cuestionables”

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Amat se opuso a que el Juzgado de instrucción número 1 de Roquetas de Mar preguntara a Hacienda si la maraña societaria eludió impuestos. No quería tampoco que el Ayuntamiento de Roquetas de Mar, que preside desde 1995, informara al juzgado sobre las relaciones jurídicas de las 103 compañías bajo sospecha. Y tampoco estaba dispuesto a que se analizaran sus declaraciones de incompatibilidad. La acusación había solicitado escrutar este documento al entender que, cuando Amat accedió a la Diputación de Almería, en julio de 2011, su declaración solo recogía intereses agrarios y de automoción (el político preside una empresa que gestiona concesionarios de Volkswagen). Y pasaba por alto que tuviera acciones en las firmas inmobiliarias Complejos Apocalipsis (100 %), Industrias Químicas del Beiro (25 %) y Vallparis (10 %).

La Audiencia de Almería justifica la decisión de reforzar la investigación aludiendo al contenido de un informe de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO), que apuntó en 2015 a la existencia de “posibles delitos continuados de estafa, cohecho, prevaricación y tráfico de influencias”. Y señalaba que la telaraña societaria podría extenderse a más de 300 firmas a través de nexos comerciales. La policía indicó también un posible trato de favor y uso de información privilegiada.

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Las pesquisas indagan maniobras como las realizadas para favorecer presuntamente al primo del político, Andrés López —al que la policía atribuye relación con 28 sociedades— y que es el familiar más privilegiado por la gestión del hombre fuerte del PP almeriense. El Ayuntamiento presidido por Amat concedió a Marinas de Roquetas, una firma sin empleados, una licencia para construir 30 viviendas. En febrero de 2006, otra de las compañías con las que los investigadores conectan al familiar del político, Agrupaejido, recibió un permiso para construir otras 10.

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Sobre la firma

Joaquín Gil
Periodista de la sección de Investigación. Licenciado en Periodismo por el CEU y máster de EL PAÍS por la Universidad Autónoma de Madrid. Tiene dos décadas de experiencia en prensa, radio y televisión. Escribe desde 2011 en EL PAÍS, donde pasó por la sección de España y ha participado en investigaciones internacionales.

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