Rajoy acusa al Parlamento catalán de “despreciar a las víctimas de ETA”
“Podrán aplaudirles y reírse de la gente pero nunca tendrán la razón”, asegura el líder del PP sobre la visita de Otegi a la Cámara
El presidente en funciones, Mariano Rajoy, ha viajado este sábado a Durango para homenajear a los concejales del PP durante los años duros de ETA y alertar contra “los extremistas que ahora vuelven a aparecer en la política española”. El líder del PP ha acusado al Parlamento de Cataluña de “despreciar a las víctimas” por acoger esta semana a Arnaldo Otegi. “Se rindieron a la CUP y a los extremistas”, ha lamentado. También ha dirigido duras críticas a los diputados vascos que despidieron con aplausos a Hasier Arraiz, presidente de Sortu inhabilitado por pertenencia a la banda terrorista. “Podrán aplaudirlo, jalearlo, reírse de mucha gente, pero nunca tendrán la razón legal ni moral”, ha asegurado Rajoy. “Cuando vemos que instituciones albergan a personas como Otegi que tanto sufrimiento ha causado solo podemos reafirmar nuestro compromiso de que ni los terroristas ni sus cómplices se verán legitimados nunca”.
El líder del PP ha aprovechado la entrega del premio Jesus Mari Pedrosa, asesinado por ETA hace casi 16 años, para homenajear a los concejales de su partido que “nunca se achicaron ante el terror” . “Así hemos doblegado a ETA y así hemos quedado vacunados para siempre contra la intimidación de radicales y extremistas que ahora vuelven a aparecer en la política española”, ha dicho.
El presidente en funciones ha insistido en que la derrota de la banda terrorista “ha sido un triunfo de la ley”, pero ha advertido contra quienes pretenden ahora imponer su relato y justificar de manera retrospectiva cuarenta años de violencia. “Tenemos el deber de hacer que ETA deponga las armas y no solo deje de actuar, sino de existir. Y tenemos el deber de recordar. De decir a las generaciones más jóvenes que nuestra democracia fue ganada al más alto de los precios”. El reciente experimento promovido por el Gobierno vasco en las aulas vascas mostraba sorprendentes lagunas en el grado de conocimiento de los jóvenes sobre el pasado violento.
En la misma línea, el presidente del PP vasco y ministro de Sanidad en funciones, Alfonso Alonso, ha acusado al PNV de tener “mala conciencia” y “abrazarse y enaltecer a quienes han sido inhabilitados por pertenecer a una banda terrorista”. “Yo he pasado mucho miedo. Había días verdaderamente duros. Por eso es mucho más bonita ahora la sensación de libertad, el poder decir: ‘Tú eres un asesino y has perdido'. Están derrotados y lo único que se les pide es que no falseen su derrota”.
“La gente nos tenía miedo”
Carmen Carrón, concejal en el Ayuntamiento de Bilbao, recordó su etapa como edil en el municipio de Derio, entre 1999 y 2007. “Me afilié al PP en 1996 como acto de rechazo al asesinato de Gregorio Ordóñez. No tenía ninguna relación con la política. Fueron unos años muy duros para todos los concejales del PP y del PSOE. La gente no se atrevía a acercarnos a nosotros por miedo. No conseguí conocer a ninguno de mis votantes porque nadie se acercaba. Estuve 16 años con escolta. Cuando conocí al que ahora es mi marido tuve que decirle que íbamos a ser tres y me casé fuera del País Vasco porque no quería pasar ese día rodeada de los escoltas de mis invitados. Aunque ahora intenten reescribir la historia, tenemos que estar muy contentos por lo que hicimos y defender la memoria de nuestros compañeros”, dijo.
Florencio Domínguez, director del memorial de víctimas, recordó cómo una viuda del terrorismo había contado durante años que su marido había fallecido en un accidente de tráfico porque no quería que se supiera que eran víctimas de ETA. “Eso te convertía en un apestado social. Y las víctimas se hacían invisibles o se marchaban fuera”. Ahora, explicó, “se ha abierto una pugna por tratar de condicionar el relato de los años pasados, para diluir la responsabilidad de los terroristas y justificarla de manera retrospectiva. Hay una labor de pedagogía que hacer. Frente a la tentación de pasar página y olvidar debemos defender la necesidad del recuerdo. Que no se pueda decir que las víctimas de ETA murieron en vano y que los supervivientes les olvidamos”.
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