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España pagó unos 10 millones por la liberación de los periodistas secuestrados en Siria

Un rotativo turco cercano al Gobierno asegura que la primera cifra exigida por los captores fue de 25 millones de dólares. El Gobierno asegura que no tiene constancia

Andrés Mourenza
Antonio Pampliega, uno de los periodistas liberados el pasado 8 de mayo, se abraza a un familiar a su llegada al aeropuerto de Madrid-Barajas.
Antonio Pampliega, uno de los periodistas liberados el pasado 8 de mayo, se abraza a un familiar a su llegada al aeropuerto de Madrid-Barajas. HANDOUT (REUTERS)

España pagó unos 10 millones de euros a fin de obtener la liberación de los periodistas Antonio Pampliega, José Manuel López y Ángel Sastre, secuestrados en Siria por el Frente al Nusra, vinculado a Al Qaeda. Según el diario Yeni Safak, cercano al actual Gobierno islamista de Turquía, el Ejecutivo español pagó 3,7 millones de dólares (3,25 millones de euros) por cada uno de los tres informadores, una cantidad corroborada por otras fuentes de seguridad y sobre el terreno en Siria.

El CNI no quiso hacer ayer ningún comentario sobre esta información. Preguntado por el asunto, el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García Margallo, ha declarado esta madrugada en La Habana: "No tengo ninguna constancia de que eso haya sido así".  Y ha añadido con sorna "El Ministerio tendría que vender su sede para hacer un pago de ese tipo", informa Miguel González.

El rotativo turco publicó este lunes un extenso artículo explicando algunos de los detalles de la negociación que el pasado día 8 de mayo puso fin al cautiverio de diez meses sufrido por los tres informadores. En cuanto se conoció la captura de Pampliega, López y Sastre, España “solicitó la ayuda de Turquía y Qatar”, escribe Yeni Safak sobre los dos estados a los que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría agradeció su cooperación cuando se conoció la liberación. En lugar de negociar directamente con Al Nusra, el Ejecutivo de Ankara se puso en contacto con “un grupo opositor moderado” que ofreció los mediadores encargados de establecer los contactos.

La primera cifra que exigieron los secuestradores fue la de 25 millones de dólares (unos 22 millones de euros), que finalmente redujeron a los 3,7 millones por cabeza además de ayuda humanitaria para los campamentos de desplazados del lado sirio de la frontera. Esta última demanda fue transmitida por Turquía a España pero se desconoce si Madrid hubo de pagar algún monto extra por ello o si de verdad se llevó a cabo y cómo.

De acuerdo a diversas informaciones a las que ha tenido acceso este diario, se produjeron varios altibajos en las negociaciones, debido en parte a la desconfianza en los primeros mediadores que conectaron a ambas partes. La inquietud aumentó cuando a inicios de año se intensificó la campaña de bombardeos rusos y del régimen de Bachar el Asad sobre las provincias noroccidentales de Idlib y Alepo, donde se sospechaba que la organización yihadista los mantenía retenidos. Finalmente, un vídeo grabado a los rehenes como prueba de vida y que llegó a manos del CNI a finales de febrero, aceleró los contactos. Según Yeni Safak, “más de seis reuniones” entre las diversas partes tuvieron lugar “en Turquía y Catar” hasta que se llegó a un acuerdo, de cuyo cumplimiento se hicieron garantes las autoridades de Ankara y Doha.

El periódico islamista asegura que los tres españoles secuestrados fueron entregados a “representantes cataríes” en el interior de Siria una vez los mediadores hicieron llegar el dinero a la filial de Al Qaeda, y que fueron estos cateríes los que los llevaron al paso fronterizo de Cilvegözü –que comunica las provincias siria de Idlib y turca de Hatay-, donde se les entregó a una delegación española compuesta de miembros de los servicios secretos y Exteriores, protegida por militares turcos. Una versión contradictoria con lo que se sabía hasta ahora: que fueron los propios yihadistas quienes llevaron a Pampliega, López y Sastre hasta la frontera.

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El papel de Turquía también fue importante en la puesta en libertad de otros periodistas españoles –Marc Marginedas, Javier Espinosa y Ricard García Vilanova-, que estuvieron secuestrados durante seis meses, en este caso por el Estado Islámico (ISIS). Desde el inicio de la guerra civil en Siria, el Gobierno de Ankara tomó partido por la oposición a Asad y las armas que llegaban a los combatientes sirios lo hicieron en su mayoría a través de territorio turco. Además, diversos operativos de la Organización Nacional de Inteligencia de Turquía (MIT) trabajan infiltrados en el noroeste de Siria. Varios periodistas turcos han sido secuestrados por bandas armadas en Siria desde el inicio de la contienda, pero la mayoría han sido rápidamente liberados. En cambio, el ISIS mantuvo secuestrados a 49 empleados del consultado turco en Mosul (Irak) durante tres meses y actualmente tiene en sus manos a un soldado turco, capturado mientras patrullaba en la frontera con Siria.

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