La juez envía a prisión a los cuatro yihadistas de Pinto y Ciempozuelos
Los imputados, tres marroquíes y un español, se dedicaban supuestamente a adoctrinar y captar terroristas en Internet
La juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha enviado este jueves a prisión a los cuatro supuestos yihadistas detenidos el pasado martes en las localidades madrileñas de Pinto y Ciempozuelos y en la capital de España. La juez, que mantiene el secreto sobre las actuaciones, les imputa delitos de terrorismo por supuestamente captar y adoctrinar a través de Internet a combatientes para el Estado Islámico.
El grupo se dedicaba a difundir propaganda yihadista a través de redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea. De los cientos de personas a los que llegaban sus comunicaciones seleccionaban posteriormente a aquellas personas que se mostraban más permeables a sus tesis, a los que sometían posteriormente a un proceso de radicalización más intenso.
Los cuatro detenidos, tres de ellos de nacionalidad marroquí y el cuarto de nacionalidad española, habían llegado incluso a adoctrinar a futuros combatientes de manera presencial. Los sospechosos ejercían sobre sus objetivos un control férreo de sus actividades y les llegaban a interpelar no solo sobre la forma en la que debían interpretarse determinadas noticias sino sobre el modo correcto en que debían desarrollar casi cualquier actividad de la vida cotidiana.
Las redes, virtuales o presenciales, de captación y adoctrinamiento son la principal fuente que tienen los grupos terroristas para captar adeptos, según el Ministerio del Interior. El empleo de tecnologías de comunicación segura a través de Internet ha posibilitado no solo la potenciación de la propaganda, sino la capacidad para mantener contactos seguros con otros militantes en zona de conflicto, y la posibilidad del uso de estas estructuras logísticas como apoyo para acciones terroristas en Occidente.