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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Esperanza de España

La expresidenta de Madrid llenó la presentación de su libro 'Yo no me callo' y epató

Luz Sánchez-Mellado
Aguirre, este martes durante la presentación de su libro.
Aguirre, este martes durante la presentación de su libro.ULY MARTÍN
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¿Qué nos ha pasado? ¿Cómo hemos llegado a esto? ¿En qué hemos fallado para estar en esta debacle? Nosotros, que lo tuvimos todo. Nosotros, con lo que hemos sido. No soy yo, sos vos, le faltó decir a Esperanza Aguirre para terminar de parecer una novia de morros pidiendo explicaciones al respectivo sobre las causas de un disgusto de padre y muy señor mío. Bueno, no. Lo dijo. Dijo que la culpa del desastre del PP —el electoral y el otro— es de quien se ha apartado del camino correcto, de quien no cuidó la relación, de quien se olvidó de alimentar la pasión de partido. En plata: del maestro armero.

Y de ella un poco, vale, pero para eso es ella y nadie más quien tiene la solución. Volver a las esencias. A España. A la libertad. Al alma conservadora y liberal que nunca debió perderse. Le faltó a Esperanza postularse como la Marianne española y ponerse de perfil en el escudo constitucional con su oxigenado flequillo al bies ondeando al viento en medio de una bandera rojigualda. Algunos, de hecho, la llegamos a visualizar en algún momento. Palabra. Rostro no le falta.

Llegó, llenó, epató. Esperanza Aguirre presentó Yo no me callo (Espasa) en loor de multitudes de periodistas y fanfarria de bombo y platillo, como suele. Se trata de su primer libro autodictado, no se sabe si autógrafo, según se delató ella misma al confesar que había llenado dos grabadoras con sus notas de voz previas. Empezó suave. Ladina. Elegante, incluso. Haciendo autocrítica. Ella, que está donde empezó, de humilde concejal del Ayuntamiento de Madrid, pudiendo ser alcaldesa. Ella, que destapó la trama Gürtel y ha tenido que dimitir por no vigilar lo suficiente a sus esbirros. Ella, que eliminó la telebasura y llevó la pluralidad a Telemadrid, y ahora está en las últimas. Ella, ella, ella.

Pero no va a cargar ella sola con la culpa, culpita. Hubo para todos. Repartió estopa a discreción. A Mariano, por tratar de ocupar un "centro acomplejado", un sí es no, ni chicha ni limoná. A FAES, por cortesana y pusilánime al no sacarle los colores ni a Aznar, por ser Aznar, ni a Rajoy, por no ser Aznar. A Margallo, por socialdemócrata sin careta. Y, por supuesto, a Pablo Iglesias, el mismísimo demonio, el enemigo público número uno de nuestra joven, pero madura democracia, el lobo feroz en persona.

Clamó la doña por volver a sentirse orgullosa mujer, novia, amante, esposa de unas siglas. Por un relato propio. Por una leyenda. Por un cuento fundacional que emocione, y motive, y enardezca a las masas, y no por tanta cifra y tanta estadística y tanta economía que ni llega ni trasmite ni, ay, es del todo cierta. Confesó, contrita, cierta envidia del calentón y las ganas de tener ganas que suscita La Internacional entre la izquierda. Y propuso el himno español, quizá con una letra encargada ad hoc y que hablara de los epañoles libres, iguales, conservadores y liberales como nuevo y orgulloso himno pepero.

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Sentenció todo esto Aguirre como sostiene ella las cosas. Más chula que Pichi el del chotis. Pastoreando la charla como quien modera un fuego de campamento. Atalajada con un vestido de punto como de camuflaje verde follaje, un fular marino, unas medias de topos y su habitual quincalla de pulseras y pendientes rollo soy clásica, pero moderna, pero dentro de un orden. No se le aprecian síntomas de cansancio a la Esperanza de España. Otra cosa es entre sus amigos, sus enemigos y sus enemigos mortales, perdón, compañeros de partido.

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Sobre la firma

Luz Sánchez-Mellado
Luz Sánchez-Mellado, reportera, entrevistadora y columnista, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y publica en EL PAÍS desde estudiante. Autora de ‘Ciudadano Cortés’ y ‘Estereotipas’ (Plaza y Janés), centra su interés en la trastienda de las tendencias sociales, culturales y políticas y el acercamiento a sus protagonistas.

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