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La policía busca a un preso fugado el día que lo condenaron por maltrato

Las fuerzas de seguridad de Alicante protegen a la expareja y los dos hijos de ambos

Centro penitenciario de Fontcalent, en Alicante.
Centro penitenciario de Fontcalent, en Alicante.PEP GARCÍA

El mismo día que el juzgado notificaba a las partes una condena de cuatro años y medio por tres delitos de maltrato familiar y habitual contra M. B., en prisión provisional desde enero, los funcionarios de la cárcel alicantina de Fontcalent lo echaban de menos en el recuento nocturno. Fuentes de la Subdelegación de Gobierno han confirmado que el preso, ciudadano marroquí de 31 años, está en busca y captura desde el miércoles. Desde entonces, se ha establecido un dispositivo de vigilancia para proteger a su expareja, una alicantina de 27 años, y a los niños de ambos, de 4 y 5 años. El fugado se hallaba en prisión provisional precisamente por haber vulnerado reiteradamente la orden de alejamiento cautelar dictada por el juzgado cuando se produjeron los hechos por los que ha sido condenado.

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En la sentencia, el Juzgado de lo Penal 4 de Alicante considera probado que, el 23 de agosto de 2015, M. B. agredió a bofetadas y puñetazos a su mujer, en presencia de sus hijos, cuando lo despertó a mediodía para preguntarle si iba a ir a trabajar. El testimonio de dos vecinos, los dos policías que acudieron y el informe de la perito sobre el estado de la mujer se aportan como pruebas, además del testimonio de la agredida, por el que se dicta una segunda condena en referencia a una agresión producida unos meses antes, en las que el marido llegó a amenazar a su pareja con un destornillador.

A las dos penas de un año por maltrato familiar, la juez añade una de 30 meses por maltrato habitual, que deduce de "la declaración absolutamente cIara, creíble y contundente de la víctima sobre la situación vivida durante su relación de pareja y el informe de la médico forense, que cobra aquí especial relevancia, al entender que la sintomatología de la víctima es totalmente compatible con una situación de maltrato vivida a lo largo del tiempo".

El fallo prohíbe al condenado acercarse a menos de 500 metros del lugar de trabajo, residencia o cualquier lugar donde se encuentre la agredida, y comunicarse con ella a través de cualquier medio, por un tiempo total de 11 años. M. B ya había sido condenado por maltrato a nueve meses el 18 de enero de 2010, pena por la que no llegó a ingresar en prisión.

Fuentes judiciales señalan que tras los hechos del pasado agosto, y ante la gravedad de lo sucedido, la juez dictó una orden de alejamiento cautelar y la mujer y los niños fueron trasladados a una casa de acogida en Castellón. Como el ahora condenado logró encontrarlos, se produjo un segundo traslado a una residencia de Murcia, donde el pasado 11 de noviembre el agresor volvió a personarse, por lo que el juzgado ordenó, para mayor seguridad, que agresor y agredida portaran sendas pulseras de localización. Pocos días más tarde, mientras la joven declaraba en el juzgado, la alarma de su pulsera se disparó en presencia de la policía y M. B. fue localizado en las proximidades. Es entonces cuando la juez dicta una orden de prisión provisional, ratificada por la Audiencia Provincial de Alicante, por la que el ahora fugado ingresó en Fontcalent el pasado 8 de enero.

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