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Rajoy informará del pacto sobre refugiados pero sin acudir al Congreso

El presidente en funciones cree que el acuerdo “respeta escrupulosamente” el acuerdo al que llegó el Parlamento español el miércoles

Mariano Rajoy, a la derecha, este viernes en Bruselas.Foto: atlas | Vídeo: THIERRY ROGE (AFP) / ATLAS

El presidente en funciones, Mariano Rajoy, cree que el pacto entre la UE y Turquía, sellado este viernes en Bruselas, para la deportación de los inmigrantes irregulares (incluidos los refugiados sirios) que lleguen a Grecia a partir del domingo, “respeta escrupulosamente” el acuerdo unánime al que llegó el Parlamento español el pasado miércoles. Y está dispuesto a informar del resultado de la cumbre a los grupos parlamentarios, aunque no ha revelado cómo lo hará y se resiste a comparecer él mismo ante el Congreso.

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A pesar de que se trata de un caso excepcional, pues es la primera vez que un presidente español acude a Bruselas con un mandato expreso del Congreso, Rajoy no quiere sentar un precedente permitiendo que un Congreso en el que ya no tiene mayoría le controle. “Jamás ha ocurrido desde 1977”, alega, atribuyendo las iniciativas de los grupos para que comparezcan ante la Cámara miembros del Gobierno en funciones a “posiciones interesadas”; es decir, al interés en desgastar al PP ante unas más que hipotéticas elecciones. Pero admite que el Gobierno debe informar a los grupos de los resultados de la cumbre, “de la misma manera” que el secretario de Estado para la UE, Fernando Eguidazu, compareció para recabar su apoyo previo. Es decir, que podría ser este mismo quien lo hiciera de nuevo, aunque el presidente no quiso aclararlo.

En teoría, Rajoy debería salir bien librado de este trance, ya que el acuerdo alcanzado con Turquía es, a su juicio, “razonable y respeta la legislación internacional y la tradición europea de defensa de los derechos humanos”, por lo que se trata de “la mejor de las soluciones”, aunque no satisfaga completamente a ninguna de las partes. “Mejor que no hacer nada, es dar pasos en la buena dirección”, argumenta.

Incluso sacó pecho atribuyendo al Gobierno español el mérito de que se introdujera en el texto la exclusión de “cualquier clase de expulsión colectiva” y en caliente y de que, a la hora de seleccionar a los refugiados a los que se reasentará desde Turquía, se tengan en cuenta “los criterios de vulnerabilidad de la ONU”, priorizando a grupos como menores no acompañados o mujeres víctimas de violencia de género, tal como reclamó el Parlamento. De hecho, aseguró que las demandas que le plantearon los grupos parlamentarios “coincidían al 100%” con lo que él mismo pensaba y no le costó asumirlas.

Tuvo que reconocer, sin embargo, que puede parecer contradictorio que en el acuerdo se anuncie, por una parte, que serán devueltos a Turquía todos los inmigrantes que lleguen irregularmente a Grecia; mientras se asegura, por otra, que se tramitarán de forma individualizada todas las solicitudes de asilo que se presenten. Según Rajoy, ese asunto ha sido “el más importante del debate”, ya que la frase inicial, incluida en la declaración pactada con Ankara el pasado 7 de marzo, suponía “una liquidación del derecho de asilo” y el Gobierno español “ha dado la batalla” para matizarla.

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El compromiso de que los expedientes se tramitarán de acuerdo con la directiva europea de asilo, en cooperación con la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), garantizaría, según fuentes diplomáticas españolas, que no todas las solicitudes serán rechazadas. Así deberá ser, salvo que el expediente de asilo se convierta en un mero trámite burocrático cuyo desenlace está decidido de antemano y se obvien las circunstancias especiales de comunidades como los kurdos sirios que huyen de los bombardeos del Ejército turco.

Impedirles la salida

En realidad, agregan las mismas fuentes, el objetivo de la UE no es devolver a los refugiados que lleguen a Grecia, sino conseguir que Turquía les impida salir. Respecto a los casi 50.000 sirios que ya se encuentran en suelo griego, habrá que agilizar, según Rajoy, su reubicación en otros países de la UE o en la propia Grecia, para lo que España ha ofrecido “toda la ayuda que se pida” por parte de la agencia Europea de fronteras Frontex y a la Oficina Europea de Asilo.

En contra de lo que reconoció su ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, Rajoy aseguró que “España no tiene miedo a convertirse en una ruta alternativa” para la llegada de refugiados a Europa si se tapona la ruta turca y presumió de la política española de integración de los inmigrantes y de su cooperación con los países del norte de África. En los márgenes de la cumbre, mantuvo una reunión con los mandatarios de Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Malta, para abordar la guerra civil en Libia, de donde salen los barcos con inmigrantes que cruzan el Mediterráneo central. También charló con el primer ministro holandés, Mark Rutte, quien se disculpó por el comportamiento de los hinchas del PSV Eindhoven que humillaron a varias indigentes en Madrid.

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