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Podemos cede y asume que el PSOE negocie en paralelo con Ciudadanos

El PSOE, Podemos, Compromís e IU volverán a verse este martes en su segunda reunión

La reunión de los cuatro partidos de izquierda, este lunes.Foto: atlas | Vídeo: CARLOS ROSILLO / ATLAS
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In English: Socialists negotiating deal with leftist parties and Ciudadanos in parallel

Pedro Sánchez, líder del PSOE, puede negociar a la vez con Ciudadanos y Podemos, además de otras fuerzas. Esta nueva opción de diálogo se abrió anoche al aceptar el partido de Pablo Iglesias levantar el veto que había planteado al PSOE: o ellos o Ciudadanos. La primera reunión de la izquierda entre representantes socialistas, de Podemos, IU-Unidad Popular y Compromís, arrojó más cambios: Iglesias accedió a hablar de programa antes que de reparto de sillones, aunque mantiene su intención de formar un Gobierno de coalición. Hoy seguirán las negociaciones, pero las diferencias entre ambas formaciones siguen: Podemos solo cree posible la suma de las izquierdas; el PSOE buscará ampliar el consenso a Ciudadanos, CC y el PNV.

El objetivo de Pedro Sánchez se mantiene inalterado. No quiere optar solo por las fuerzas políticas de la izquierda sino que con vistas al debate de investidura busca “la transversalidad”; es decir, un pacto que, además de Podemos, IU y Compromís, incluya a Ciudadanos, Coalición Canaria y PNV. Esta es la meta que fijó el portavoz del equipo negociador del PSOE, Antonio Hernando, pasadas las once de la noche y después de cinco horas de reunión. Mientras que Íñigo Errejón, número dosde Podemos, y Alberto Garzón, diputado de IU, daban por hecho que el único pacto posible, según la aritmética, es el de la izquierda, el PSOE seguirá intentando un consenso más amplio.

La novedad fue ayer que Podemos levantó el veto —aunque Pablo Iglesias asegure que nunca impuso líneas rojas a nadie— que tenía sobre el PSOE para que no negociara con el partido de Albert Rivera. Al final, el partido de Iglesias se avino a negociar, después de la intermediación del portavoz de IU, Alberto Garzón. “Hemos perdido mucho tiempo, y no por nuestra culpa”, dijo Hernando, al reseñar que si nunca antes se habían sentado con Podemos es porque estos no habían querido. “Queremos acuerdos con todas las fuerzas políticas y estos deben ser compatibles”, afirmó. Esta sentencia del portavoz socialista, que se antoja bastante complicada, obedece al objetivo que desde el pasado 20 de diciembre mantiene Pedro Sánchez, quien ayer se entrevistó durante una hora en el Congreso, sin previa publicidad, con el presidente de Ciudadanos. Rivera tiene previsto comparecer hoy en la Cámara baja para dar cuenta de los avances de esa negociación.

La compatibilidad habrá que buscarla, según el PSOE, por los programas. Con Podemos, IU y Compromís hubo acuerdo en fijar un índice de cinco cuestiones centrales sobre las que trabajar: la economía, la política social, la cuestión territorial, la regeneración y la política Europea. Podemos quiso añadir a la agenda la composición de un Gobierno de coalición, pero los socialistas quieren aplazar ese debate. Esta tarde volverán a verse las cuatro fuerzas de la izquierda y también se producirá una reunión bilateral entre los de Iglesias y el PSOE. Sobre la mesa ya no habrá vetos a Ciudadanos.

“Ningún partido puede imponer su programa porque nadie ha obtenido mayoría absoluta”, señaló Hernando, después de que el portavoz de Podemos, Íñigo Errejón, se mostrara favorable a que otras fuerzas políticas, como Ciudadanos, pudieran abstenerse o votar a favor “del acuerdo al que lleguen los partidos del cambio”. Ahora bien, el partido de Rivera estaría invitado a sumarse pero no formaría parte del núcleo de la negociación.

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Las discrepancias, por tanto, continúan aunque Podemos haya dado su vía libre para que Sánchez hable con todos. El PSOE no piensa renunciar a seguir su relación estrecha con el partido de Rivera, y las izquierdas no consideran que esa fuerza política pueda formar parte de un “Gobierno del cambio”.

Todos los portavoces salieron anoche de la reunión con previsiones optimistas para explicar sus planteamientos. Errejón aseguró que “todas las formaciones políticas pueden hablar con quienes quieran, pero eso es distinto a un acuerdo de investidura”. Pero esgrimió un argumento central: al PSOE y a Ciudadanos “no les dan los números”. “Si el PSOE y Ciudadanos anuncian mañana un acuerdo, habrán anunciado un espectáculo de juegos artificiales”, agregó en alusión a la suma de sus diputados, 130 en total. La mayoría absoluta está fijada en 176 escaños.

Conversaciones paralelas

Esta postura no casa con lo que defiende la dirección de Sánchez. “Con 161 apoyos”, señaló Hernando en referencia al conjunto de diputados que tienen el PSOE, Podemos, Compromís e Izquierda Unida, “no habrá cambio”. “El cambio de verdad solo se producirá si hay transversalidad. Vamos a seguir hablando con el PNV, con Coalición Canaria, con Ciudadanos. Vamos a seguir hablando con todos”, zanjó el portavoz parlamentario de los socialistas, el último en comparecer ante los periodistas tras la reunión a cuatro bandas.

Además, el PSOE insistirá en aplazar el debate sobre la composición del Gobierno. “Primero se deben negociar las políticas y después los sillones”, señalaron fuentes de la negociación.

A decir de los socialistas, los representantes de Podemos mostraron voluntad de negociar para llegar a un acuerdo. Nadie se llamó a engaño. El PSOE informó a sus interlocutores de los otros tres partidos de que simultáneamente estaba manteniendo otra conversación con Ciudadanos. La delegación de la formación de Iglesias aceptó hablar en primer lugar del programa y, para defender la propuesta que enviaron a los socialistas, tomaron como base la respuesta que el PSOE dio a esta oferta.

El escollo del referéndum

Los negociadores del equipo de Sánchez se centraron en la decena de folios que contenían los noes absolutos y definitivos a algunas de las propuestas de Iglesias en materia económica, de la separación de poderes del Estado y de organización territorial. La reunión, no obstante, no abordó explícitamente el espinoso asunto del referéndum independentista en Cataluña, que quedó pospuesto sin que Podemos y su alianza catalana, En Comú Podem, renuncien al mismo. “No hemos podido abordarlo porque no ha dado tiempo. Mantenemos la misma posición”, aseguró el portavoz de este último grupo, Xavier Domènech, que lo atribuyó a que siguieron el esquema del documento del PSOE, que aborda el asunto territorial en último lugar.

Incluso sobre la convocatoria de un referéndum de autodeterminación en Cataluña, en cualquier caso, la dirección de la formación emergente cree que resultaría viable escuchar soluciones alternativas para el encaje territorial de esa comunidad autónoma. De hecho, el secretario general de Podemos se limitó a calificar esa consulta como una “propuesta”, a pesar de que En Comú Podem haya hecho del llamado “derecho a decidir” uno de los ejes de su discurso.

Fue una reunión intensa, con más de 50 turnos de palabra, reveló Garzón, y en la que se habló “con sinceridad, sin exclusión de temas”. Los participantes estuvieron de acuerdo en que era necesario también “reducir los tonos”. Ser más “afectivos”, llegó a expresar el diputado de IU, que reivindicó la importancia de que se mantenga la mesa de negociación a cuatro, a pesar de que el PSOE planteara entablar negociaciones bilaterales con Podemos. Al final, consensuaron que el espacio conjunto seguiría sin detrimento de los contactos particulares entre socialistas y el partido de Iglesias. No hay límites temporales más allá de la investidura para alcanzar un acuerdo. Se agotarán los tiempos, insistió Garzón. “Si hay que estar sin dormir, se está sin dormir”.

El coportavoz de Compromís volvió a mostrarse muy optimista al percibir “buena disposición del PSOE”. “Esto va bien”, dijo Joan Baldoví. Su formación dejó claro en el encuentro que, como Podemos, busca un Gobierno de coalición en el que no cabe Ciudadanos. La coalición valenciana advirtió de que no tendría sentido que el PSOE y el partido de Rivera anunciaran hoy un acuerdo “incompatible” con las formaciones de izquierdas. “Nuestra agenda valenciana, por ejemplo, no sé si será compatible con Ciudadanos”, alertó.

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